El mundo del anime es amplio y diverso, pero pocas series han dejado una marca tan profunda como Neon Genesis Evangelion. Esta obra maestra de Hideaki Anno, lanzada en los años 90, no solo redefinió el género mecha, sino que también se ganó el respeto de uno de los grandes maestros del cine de animación: Hayao Miyazaki. Aunque el creador de Studio Ghibli es conocido por ser un crítico severo y exigente con el mundo del anime, Evangelion es una de las pocas series que ha logrado conquistar su atención y respeto.
Un vínculo inesperado entre dos leyendas
Para entender por qué Evangelion ha logrado romper las barreras del escepticismo de Miyazaki, es necesario conocer la relación personal y profesional entre él y Anno. Anno comenzó su carrera como animador bajo la tutela de Miyazaki en la producción de Nausicaä del Valle del Viento, una obra que no solo definió el estilo narrativo de Ghibli, sino que también influyó profundamente en Anno. Esta conexión entre maestro y aprendiz se fortaleció a lo largo de los años, y fue crucial para el desarrollo artístico de ambos.
De hecho, Miyazaki no solo fue un mentor para Anno, sino también una figura casi paternal. Aunque inicialmente dudaba del joven animador debido a su peculiar estilo personal y hábitos poco convencionales, con el tiempo desarrollaron un profundo respeto mutuo. Esta relación se hizo evidente cuando Miyazaki insistió en que Anno terminara Evangelion, una demanda que muestra el nivel de respeto que tenía por su trabajo.
Influencias compartidas y una visión única del arte
Tanto Anno como Miyazaki comparten una perspectiva única sobre la narrativa y el simbolismo en sus obras. Mientras que Miyazaki es conocido por su enfoque libre y a menudo «basado en vibraciones» para contar historias, Anno ha perfeccionado el arte de explorar los aspectos más oscuros de la psique humana y la angustia existencial. Esta afinidad creativa los une, haciendo que Evangelion se sienta como una extensión natural del estilo de Ghibli, aunque con un tono mucho más sombrío.
Miyazaki ha citado a autores como Lewis Carroll (Alicia en el País de las Maravillas) y Roald Dahl (James y el Melocotón Gigante) como influencias clave en su trabajo, autores que también exploraron mundos complejos y psicológicamente intensos. Esta conexión temática es evidente en Evangelion, donde cada episodio está cargado de simbolismo y significado oculto, desafiando constantemente al espectador a buscar interpretaciones más profundas.
Una amistad que trasciende el tiempo
La relación entre estos dos gigantes del anime va más allá del ámbito profesional. Miyazaki incluso llegó a hablar en la boda de Anno y lo apoyó en uno de los momentos más oscuros de su vida. Esta conexión personal se refleja en la calidad y profundidad de sus obras, que a menudo exploran temas como la soledad, la identidad y el sacrificio personal.
El impacto cultural de Evangelion y su legado eterno
Hoy en día, Neon Genesis Evangelion es considerada una obra maestra con un impacto cultural que rivaliza con las películas más icónicas de Ghibli. La serie ha mantenido una puntuación perfecta del 100% en Rotten Tomatoes, una hazaña impresionante para cualquier franquicia, especialmente para una serie tan compleja y a menudo polémica.
Para muchos fans, Evangelion representa el pináculo de la animación japonesa, y el respaldo de alguien tan influyente como Miyazaki solo refuerza su estatus como una obra imprescindible para cualquier amante del anime.
La historia de Miyazaki y Anno es un recordatorio de que incluso los más grandes maestros necesitan aprender de otros, y que la verdadera genialidad a menudo surge de las conexiones humanas. Evangelion y las películas de Ghibli seguirán inspirando a generaciones futuras, recordándonos que, al final, la creación artística es tanto un acto de amor como de lucha personal.
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