Muchos sueñan con viajar a lugares exóticos… pero pocos imaginan que algunos de los paisajes más épicos de la televisión están a un vuelo de distancia. Si alguna vez has querido caminar por las mismas murallas que recorrieron Jon Snow, Daenerys o Arya Stark, esta es tu señal: los escenarios de Juego de Tronos te esperan, y el verano es el momento perfecto para descubrirlos.
Desde fortalezas medievales hasta paisajes imposibles que parecen salidos de otra era, la serie de HBO no solo cambió la historia de la televisión. También transformó a medio mundo en un gigantesco set de rodaje… y en un destino turístico irresistible para los fans de las series, los viajes y la buena fantasía.
Juego de Tronos. Un fenómeno global… y muy real
Juego de Tronos no fue solo una serie: fue un evento cultural que paralizaba las noches de domingo y que provocaba teorías, memes y debates interminables. Su legado no terminó con el final de la serie. De hecho, sigue más vivo que nunca gracias a sus escenarios reales, muchos de los cuales puedes visitar sin salir de Europa.
La HBO recorrió medio mundo para encontrar esos lugares que, sin efectos digitales, evocaran los distintos reinos y tierras de Westeros. Hoy, esos mismos escenarios han convertido castillos, costas y desiertos en puntos calientes del turismo cinematográfico.
A continuación, repasamos algunos de los destinos más impactantes que formaron parte de Juego de Tronos… y que puedes incluir en tu escapada de verano.
Irlanda del Norte: el corazón de Poniente
Es, sin duda, la joya de la corona para los seguidores de Juego de Tronos. Aquí se rodaron las principales tramas del Norte, como Invernalia, el Castillo Negro o las Islas del Hierro. Las verdes colinas, los acantilados y los bosques frondosos del país le dieron a la serie ese aire frío y misterioso que tanto enamoró.
La ruta oficial de Game of Thrones Studio Tour, en los antiguos estudios Linen Mill, es un imprescindible si visitas Irlanda. Pero también puedes caminar por The Dark Hedges (el Camino Real), Ballintoy Harbour o Castle Ward, la finca que dio vida a Invernalia.
Islandia: más allá del Muro
Para mostrar el Norte más helado y salvaje, la producción puso rumbo a Islandia. Sus glaciares, volcanes y campos de lava fueron el escenario ideal para contar la historia de los Caminantes Blancos, los salvajes y la Guardia de la Noche.
Parajes como Thingvellir, Myvatn o el glaciar Vatnajökull son perfectos si buscas aventura, naturaleza extrema y una conexión con lo más gélido de la serie. Eso sí, incluso en verano, ve preparado para el frío.
Croacia: el esplendor de Desembarco del Rey
Si prefieres algo más cálido, Dubrovnik es tu destino. La ciudad amurallada fue el epicentro del poder en la serie: Desembarco del Rey, hogar de los Lannister y escenario de intrigas, batallas y traiciones inolvidables.
Recorrer sus calles es revivir momentos clave de la historia. El paseo de la vergüenza de Cersei, las torres de la Fortaleza Roja o el puerto donde llegó Sansa siguen allí, esperando a nuevos caminantes. Además, la ciudad croata también sirvió como escenario para Braavos y Qarth, multiplicando su valor para los más detallistas.
Marruecos: los reinos lejanos
Más allá del mar Angosto, la historia de Juego de Tronos nos llevó hasta las ciudades esclavistas y los desiertos de Essos. Para recrearlas, HBO eligió Marruecos, donde el exotismo y la arquitectura tradicional dieron vida a Yunkai, Astapor y Pentos.
Ciudades como Essaouira o Aït Ben Haddou se transformaron en el fondo de las batallas de Daenerys y los Inmaculados. Viajar allí es una inmersión total en el universo de Juego de Tronos… y una oportunidad para vivir una experiencia distinta, llena de contrastes y cultura.
España: el reino escondido en casa
Y sí, España también forma parte del mapa de Westeros. Desde la quinta temporada, varias ciudades españolas fueron elegidas por su belleza y su arquitectura histórica.
El Real Alcázar de Sevilla se convirtió en los Jardines del Agua de Dorne. La plaza de toros de Osuna, en la Fosa de Meereen. Y el puente romano de Córdoba sirvió de conexión entre mundos. Luego llegaron más localizaciones como Peñíscola, Tudela, Girona, Almería o Guadalajara, ampliando el mapa hasta hacerlo casi inabarcable.
En muchos de estos lugares aún se ofrecen visitas guiadas temáticas, donde cada rincón se conecta con una escena de la serie. Una experiencia perfecta para combinar cultura, turismo… y un poco de fantasía.
¿Y si este verano viajas a Poniente?
Las vacaciones son para desconectar. Para perderse. Para soñar. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que siguiendo los pasos de tus personajes favoritos?
Ya sea el frío del Muro, los jardines de Desembarco del Rey o los desiertos de Meereen, hay un trozo de Juego de Tronos esperando a ser descubierto. La serie terminó, pero el viaje apenas ha comenzado.
