Mientras medio Hollywood sigue preguntándose si el cine de superhéroes está en crisis, el actor de Marvel, Tim Blake Nelson, ha decidido hacer algo mucho más interesante que subirse al debate de X: escribir una novela sobre ello.
No es una sátira fácil, ni un ajuste de cuentas disfrazado de ficción. Según ha contado en una extensa entrevista con The Hollywood Reporter, su nuevo libro, Superhero, es una mirada literaria, irónica y muy vivida a las tripas del cine de superhéroes moderno. Y lo mejor es que lo ha hecho mientras rodaba uno.
Escribir sobre superhéroes… mientras haces de villano Marvel
La paradoja es maravillosa. Nelson llevaba tiempo trabajando en una novela compleja sobre el rodaje de una superproducción superheroica cuando recibió la llamada para volver al Universo cinematográfico de Marvel. El actor retomó su papel de Samuel Sterns —sí, El Líder— tras su aparición en El Increíble Hulk, esta vez dentro de Capitán América: Brave New World.
Vamos, que pasó de documentarse desde fuera… a hacer trabajo de campo premium. Charlas con productores, técnicos, directores de fotografía, responsables de escaneo digital y veteranos del set se convirtieron en munición creativa para una novela que busca ser, ante todo, honesta.
No es un cotilleo, es una novela (de verdad)
Nelson lo deja claro desde el principio: Superhero no es un “dime a quién se parece este personaje”. No quiere que nadie juegue al bingo de famosos. El libro gira en torno al rodaje de una película ficticia al estilo Marvel, con un actor venido a menos, un joven director que empieza a dudar de haberse vendido al sistema y un director de fotografía con más personalidad que paciencia.
Hay egos, discusiones, tensiones, decisiones absurdas y debates muy actuales sobre IA, simplificación creativa y cine corporativo. Todo suena sospechosamente real, pero Nelson insiste: todo lo que aparece lo ha vivido o lo ha escuchado de primera mano. No hay caricatura extrema, sino una realidad ligeramente concentrada.
Superhéroes como espejo de la cultura americana
Aquí es donde Superhero se pone interesante de verdad. Más allá del rodaje, la novela utiliza el cine de superhéroes como microcosmos cultural. ¿Por qué este género nació en Estados Unidos? ¿Por qué explotó justo a principios del siglo XXI? ¿Qué dice su dominio absoluto sobre nuestra sociedad?
Nelson, graduado en clásicas por Brown University, no escribe desde la condescendencia. Al contrario: se declara entusiasta del cine y plantea el libro como una carta de amor al acto de hacer películas, incluso cuando todo roza lo ridículo por culpa de egos, dinero y decisiones ejecutivas.
El género ya no manda como antes… pero sigue siendo clave
verdadero protagonista de Vengadores: Doomsday
En la entrevista con The Hollywood Reporter, Nelson también reflexiona sobre el momento actual del género. Reconoce que las películas de superhéroes ya no están en su apogeo comercial, pero siguen siendo poderosas, influyentes y económicamente relevantes, aunque ahora el foco esté más en el streaming y el VOD que en la taquilla pura.
Y aquí el tono se vuelve más oscuro. El actor-director habla sin rodeos del impacto que esta transformación está teniendo en el cine independiente: menos películas, presupuestos más ajustados, sueldos a la baja y una industria cada vez más frágil. Un efecto dominó que afecta a todos, desde actores hasta técnicos y sindicatos.
Del UCM al cine indie (y vuelta a creer en el cine)
Lejos de sonar amargado, Nelson se muestra profundamente enamorado del medio. Habla con admiración de cineastas como Ari Aster, Brady Corbet, Mona Fastvold o los hermanos Coen, y defiende que la creatividad humana no puede ser reemplazada por la IA. Simplemente, no hay algoritmo que pueda generar películas como The Brutalist o The Testament of Ann Lee.
Además, acaba de dirigir The Life and Deaths of Wilson Shedd, con Amanda Seyfried como protagonista, un proyecto que tardó más de diez años en salir adelante y que espera estrenar en festivales el próximo año.
Un libro para fans del cine… incluso del cine de superhéroes
Quizá lo más refrescante de todo es esto: Superhero no odia al género. No lo desprecia. No lo ridiculiza. Lo observa con cariño, ironía y una lucidez que solo puede tener alguien que lleva 30 años pisando platós.
Nelson sabe que habrá quien diga “¿por qué no se queda en su carril y sigue actuando?”. Pero su ambición es clara: escribir una novela con peso literario, no un capricho de estrella. Y por lo que cuenta, todo apunta a que lo ha conseguido.
Porque a veces, para entender de verdad a los superhéroes, hay que mirar detrás de la capa, del CGI… y del ego. Y ahí, Tim Blake Nelson se mueve como en casa.
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