Hay noticias que huelen a retirada silenciosa antes incluso de leer el titular. Y esta es una de ellas. Mientras Disney celebra cifras récord con uno de sus grandes éxitos animados, también ha decidido cortar por lo sano con la que ya se perfila como su película más fallida de 2025. Y sí, el golpe ha sido seco.
La compañía ha cancelado de forma inesperada el estreno internacional de Ella McCay, una decisión que suena más a “mejor no seguimos tirando dinero” que a simple ajuste de calendario. El movimiento afecta directamente a varios países europeos y deja a la película en una situación bastante incómoda.
Disney pisa el freno y retira Ella McCay de Europa
Según informa World of Reel, Disney ha cancelado el estreno previsto para el 7 de enero en Francia, junto a otros territorios europeos. No ha habido comunicado oficial explicando los motivos, pero el contexto lo dice todo. Cuando una major toma esta decisión, normalmente no es por capricho.
La película llevaba semanas oliendo a desastre desde su estreno en Estados Unidos, y el estudio ha optado por no alargar una agonía que ya parecía escrita. Un gesto que recuerda a esos estrenos fantasma que desaparecen sin hacer ruido… esperando que nadie pregunte demasiado.
Lo curioso es que esta retirada llega justo cuando Disney está saboreando el éxito de Zootrópolis 2, actualmente la película de Hollywood más taquillera del año. Contraste máximo: de la alfombra roja al cuarto oscuro del archivo en cuestión de semanas.
Un batacazo en taquilla difícil de maquillar
En su estreno doméstico, Ella McCay logró recaudar apenas 2,1 millones de dólares en más de 2.500 salas. Sí, has leído bien. Para una producción respaldada por Disney, la cifra es demoledora. Su total acumulado ronda los 4 millones frente a un presupuesto estimado de 35 millones.
Emma Mackey en Ella McCay (2025)
Para que nos entendamos: en comparación, títulos que todavía no han llegado a salas ya parecen éxitos colosales. Cuando una película entra en este terreno, el estudio suele activar el protocolo de daños mínimos. Y cancelar estrenos internacionales es una de las primeras medidas.
No es que el público no supiera que existía. Es que directamente no quiso ir a verla. ¿No te da la sensación de que algunas películas nacen ya con cara de “esto no va a funcionar”?
Un regreso esperado… que salió regular
Parte del interés inicial de Ella McCay estaba en su director. James L. Brooks, una figura clave en la comedia estadounidense y uno de los nombres históricos detrás de Los Simpson y Mejor… imposible, volvía a dirigir un largometraje tras 15 años de ausencia.
Sobre el papel sonaba bien. Un veterano respetado, una sátira política con aspiraciones y un reparto cargado de talento. Pero en pantalla, la cosa se torció rápido. La crítica fue especialmente dura y no precisamente con guantes de seda.
Algunos medios llegaron a calificar la película como anticuada, incoherente y desconectada del mundo actual. Otros fueron todavía más directos, hablando de un cine que parece atrapado en otra época, incapaz de adaptarse al presente.
Ella McCay de Disney
Críticas que no dejaron títere con cabeza
El marcador de Rotten Tomatoes se quedó en un 24%, una cifra que ya te dice bastante antes de leer una sola reseña. Varias críticas coincidieron en señalar que la película parecía más interesada en mirarse al espejo que en contar algo relevante.
Una de las frases más repetidas hablaba de un filme “lanoso, autocomplaciente y fósil”. Otra apuntaba a que lo más triste no es que sea mala, sino que represente un retroceso en la carrera de alguien que supo observar la comedia humana como pocos.
Cuando ese tipo de comentarios se acumulan, Disney suele hacer números rápido. Y esta vez, los números no daban para una gira internacional digna.
Ni el reparto pudo salvarla del naufragio
Y ojo, porque talento no faltaba. El reparto de Ella McCay es de esos que ves en el cartel y piensas: “algo bueno tiene que salir de aquí”. Emma Mackey lidera la película acompañada por Jamie Lee Curtis, además de nombres como Rebecca Hall, Woody Harrelson o Ayo Edebiri.
Un elenco potente, variado y con presencia. Pero ni eso fue suficiente. Algunas críticas apuntaron directamente a que Mackey estaba desaprovechada, atrapada en un personaje débil y mal definido, incapaz de sostener el peso de la historia.
El resultado fue una película que se sentía torpe, irregular y, sobre todo, desconectada del espectador. Y cuando eso pasa, da igual cuántas caras conocidas pongas en el póster.
El público, menos duro pero igual de tibio
Curiosamente, las valoraciones del público fueron algo más templadas. El Popcornmeter se quedó en un 54%, reflejando una división clara. Algunos destacaron que la historia avanzaba con buen ritmo, otros no soportaron el tono ni el enfoque del personaje principal.
Pero en el cine actual, la tibieza es casi tan peligrosa como el rechazo frontal. Si una película no genera conversación, emoción o urgencia por verla, simplemente desaparece del mapa. Y eso es justo lo que ha pasado aquí.
Disney mira al streaming como tabla de salvación
Todo apunta a que Ella McCay encontrará su destino final en streaming más pronto que tarde. Disney sabe que este tipo de películas, que no funcionan en salas, a veces encuentran una segunda vida en casa, sin la presión del precio de la entrada.
La cancelación del estreno europeo parece una señal clara en esa dirección. Menos gasto en marketing, menos copias, menos exposición pública. Un cierre discreto para un proyecto que aspiraba a mucho más.
¿Es solo culpa de las malas críticas? Probablemente no. El público actual selecciona con lupa qué ver en el cine, y si no hay espectáculo, evento o sensación de “esto hay que verlo ya”, la respuesta suele ser esperar a que salga en Disney+.
Y tú, ¿crees que Disney ha hecho bien en cortar por lo sano o debería haberle dado una oportunidad internacional? Te leemos en comentarios… y no olvides seguirnos en Google News para no perderte ningún estreno que acabe mejor que este.
