Steve Rogers no estaba muerto… estaba atrapado en sus peores recuerdos. Renacimiento convirtió su regreso en un viaje doloroso por todo lo que define al Capitán América, con Cráneo Rojo moviendo los hilos y Marvel firmando uno de sus grandes eventos modernos.
Mucho peor de lo esperado
Ha pasado mucho tiempo desde que falleció en las escaleras de la corte de justicia, mucho más de lo planeado originalmente por Brubaker, pero ya ha llegado el momento. Panini Comics arroja una cuerda a través de las líneas temporales para rescatar al Centinela de la Libertad de su prisión de recuerdos poco agradables.
Navegar por los recuerdos del Capitán América nunca resultó tan dramático. Steve Rogers no murió, al menos no como se espera que un héroe muera en las páginas de un cómic. Al dramatismo de dejar de escuchar sus latidos se une la experiencia que está viviendo congelado entre las vivencias que ha venido desarrollando desde su niñez. Cada recuerdo vuelve a él de la peor manera posible, momentos por los que daría su propia vida para dar la vuelta a las circunstancias se acumulan como losas que le hunden poco a poco en la desesperación de ser un mero espectador que apenas puede lograr un mínimo de control.
Y esos recuerdos tampoco son los más agradables que ha vivido, se trata de momentos cargados de tensión, de dolor y de desesperación, de pérdida sobre todo. La muerte de su madre, los días del desembarco de Normandía, perder a Bucky, volver a ser arrojado por Namor dentro del bloque de hielo donde permaneció años congelado tras la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Kree-Skrull… Los instantes más difíciles, más crueles, más difíciles de digerir, un calvario sufrido una y otra vez, el peor de los castigos que podría haberle producido un plan de Cráneo Rojo.
Mis amigos siempre dan un paso adelante
Cualquier superhéroe del Universo Marvel estaría dispuesto a combatir por Steve Rogers, a ser parte protagonista de su regreso de las garras de la muerte. Las consecuencias de la Civil War van a marcar un poco el número de elegibles y a los imprescindibles encabezados por Bucky Barnes, Sam Wilson, Natasha Romanoff y Sharon Carter tenemos que sumar a La Visión, Hank Pym y Clint Burton, todos ellos con una relación especial con el Centinela de la Libertad, Vengadores con los que Rogers estuvo durante largas temporadas asociado, alguno más que un amigo y otros que son necesarios para cumplir un papel importante en la trama.
El regreso del Capi no está exento de drama, de dificultades, de posesiones por parte de Cráneo Rojo, que no es la primera vez que habita en un cuerpo con la apariencia de Steve y el regreso a la lucha de sus dos de sus secuaces más reiterados en esta etapa, Pecado y Calavera, sin olvidarnos del fiel Arnim Zola. El Doctor Muerte también contará con su cuota de pantalla como soporte logístico del plan, colaborador necesario cuando se trata de máquinas del tiempo, con un breve contrapunto de las investigaciones de Reed Richards para aportar a la causa del regreso de Rogers.
Luchar frente a más de un símbolo
Si de por sí el Capitán América ya es un adalid de la libertad, que la batalla final tenga lugar frente a las escalinatas del monumento a Abraham Lincoln es toda una declaración de intenciones. El decimosexto presidente de los Estados Unidos de América desempeñó un papel importante en la abolición de la esclavitud en su país. En su discurso en Gettysburg ya dejó claras sus intenciones: “…nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación, concebida en libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales”. Su espíritu sigue permaneciendo vivo en las convicciones del Capitán América, vista el uniforme que vista, Rogers siempre será fiel a sus principios.
El apartado gráfico quedó en manos de un ilustrador que no formaba parte del equipo habitual de la colección del Capitán América aunque supo adaptarse perfectamente al tono ofrecido por Epting, Guice y Ross. Bryan Hitch ofrece un despliegue de escenas espectaculares que merecerían formar parte de cualquier adaptación cinematográfica de esta saga, episodios que formaron parte de una serie limitada extraída de la cabecera habitual.
Si bien su nivel está a la altura de una obra Must Have, no alcanza el diez de nota por pequeños detalles, entre ellos un desenlace perfectamente predecible o algunos lápices acabados de forma precipitada en el último número. Aun así resultaba un feliz y buen desenlace para una larga ausencia. Comenzaba la etapa del Comandante Rogers, pero lo veríamos en otro lugar.
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NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Tras los acontecimientos del Captain America #600 USA, los aliados y amigos más cercanos de Steve Rogers puede que hayan encontrado una manera de cambiar el curso de la historia… ¿O quizás están ante algo más siniestro? El plan de Cráneo Rojo para destruir al Capitán América ha estado en marcha todo este tiempo, pero su culminación todavía no se ha producido. ¿Ha llegado la hora del renacimiento?
