Durante años, Lobo fue ese personaje imposible de domesticar dentro de DC. Demasiado violento, demasiado exagerado, demasiado noventero. Un antihéroe creado para molestar, romper límites y reírse de todo. Y ahora, justo cuando el personaje se prepara para dar el salto definitivo al cine dentro del nuevo DCU, los cómics han hecho algo inesperado: recordarle a todo el mundo cómo de bestia debería ser realmente Lobo. El problema es que, al hacerlo, han dejado en evidencia algo incómodo… Jason Momoa puede estar saliendo perdiendo en la comparación.
El regreso del Lobo más salvaje coincide con su debut en el DCU
DC Comics decidió pisar el acelerador con Lobo en el momento exacto. Dentro de su iniciativa editorial DC All In, la editorial anunció una nueva fase llamada Next Level, prevista para 2026, que promete subir el listón creativo de su continuidad principal. Y uno de los pilares de este movimiento es Lobo #1, una nueva serie en solitario escrita por Skottie Young y dibujada por Jorge Corona.
El rediseño que acompaña a esta etapa no deja lugar a dudas: Lobo vuelve a ser enorme, grotesco y exagerado. Cuerpo descomunal, melena imposible, cuero oversized y una presencia que parece salirse de la viñeta. Trece años después de aquel polémico rediseño “delgado y guapo” de la era New 52, DC abraza de nuevo al Lobo más macarra, el que parecía salido de un póster de heavy metal noventero.
El Lobo de los cómics recuerda lo exagerado que siempre fue
Este nuevo aspecto no es casual. Lobo nació como una parodia extrema de los antihéroes violentos de los años 90, y su esencia siempre estuvo en el exceso. Todo en él debía ser “demasiado”: la violencia, el humor, el tamaño, la actitud. El nuevo diseño no intenta modernizarlo ni suavizarlo, sino subrayar sus orígenes más salvajes.
El resultado es un Lobo que parece diseñado para romper la escala de cualquier medio en el que aparezca. Y ahí es donde surge el problema.
Jason Momoa era el casting perfecto… pero quizá no suficiente
Durante años, Jason Momoa fue el nombre que los fans asociaron automáticamente con Lobo. Incluso antes de convertirse en Aquaman en el antiguo DCEU, el propio actor confesó que ese era el personaje que siempre quiso interpretar. Físico imponente, carisma animal, sonrisa peligrosa… sobre el papel, el casting parecía perfecto.
Y lo sigue siendo.
Momoa debutará como Lobo en la próxima película de Supergirl, dirigida por Craig Gillespie, donde actuará como antagonista y se enfrentará a Kara Zor-El, interpretada por Milly Alcock. El teaser ya mostró un primer vistazo al cazarrecompensas czarniano emergiendo de las sombras, con un aspecto fiel al espíritu del personaje.
Pero tras ver el nuevo Lobo de los cómics, surge una sensación incómoda: el Lobo del papel parece demasiado grande incluso para Momoa.
Cuando el cómic deja pequeño al live-action
El nuevo diseño de Lobo en viñetas es tan exagerado que plantea una pregunta lógica: ¿se puede trasladar eso tal cual al cine? Probablemente no sin recurrir a un uso masivo de CGI, al estilo de personajes como Colossus en Deadpool o Hulk en Los Vengadores.
Y aquí está el dilema. El DCU apuesta por lo fantástico y lo fiel al cómic, pero también por mantener a sus actores reconocibles. Momoa es imponente, sí, pero el Lobo actual de los cómics ya no parece un humano grande, sino una fuerza de la naturaleza con forma humanoide.
Comparados lado a lado, el Lobo de papel eclipsa al Lobo cinematográfico antes incluso de que este haya tenido tiempo de desarrollarse.
Lobo podría convertirse en el Deadpool del DCU
Aun así, esto no tiene por qué ser una mala noticia. De hecho, puede ser una oportunidad enorme. Lobo encaja como pocos personajes en un rol similar al de Deadpool en Marvel: un personaje capaz de romper las reglas del universo, abrazar la violencia extrema, el humor adulto y el caos narrativo.
Si el público conecta con la versión de Momoa, el personaje podría crecer progresivamente en cada aparición. Más exagerado, más salvaje, más desatado. Una evolución natural hacia ese Lobo “imposible” que los cómics están recuperando ahora mismo.
DC Next Level: Lobo como punta de lanza del futuro
La importancia de Lobo no se queda en su serie. DC confirmó que Next Level arrancará oficialmente el 4 de marzo con Lobo #1, seguido por nuevas series de Batwoman y Deathstroke. Todo esto llega tras el evento DC K.O., un torneo brutal que enfrenta a héroes y villanos para decidir quién puede plantar cara a Darkseid y evitar una crisis de proporciones cósmicas.
El propio Scott Snyder y Joshua Williamson dejaron claro que esta fase busca “dar grandes golpes creativos” y mantener el impulso generado por el Universo Absolute. Y Lobo, con su exceso y su falta total de filtros, parece el abanderado perfecto.
¿Está DC tratando injustamente a Jason Momoa?
La sensación final es agridulce. Por un lado, DC está haciendo justicia a Lobo en los cómics como nunca antes. Por otro, esa versión tan extrema pone el listón tan alto que cualquier adaptación live-action corre el riesgo de quedarse corta. No porque Momoa no dé la talla, sino porque el personaje ya no juega en una liga humana.
Quizá esa sea la clave: dejar que el Lobo del DCU crezca, se descontrole y abrace sin complejos la locura noventera que lo hizo único. Porque si algo ha demostrado este nuevo rediseño es que Lobo no está pensado para ser contenido. Está pensado para arrasar.
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