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raul julia bison Street Fighter

El nuevo Street Fighter tiene un problema muy serio: superar al mejor desastre del cine

La nueva película de Street Fighter sabe perfectamente a qué legado se enfrenta. El clásico de los 90 fue un desastre… pero también una leyenda del cine friki. Ahora la franquicia intenta capturar ese espíritu sin perderse en la nostalgia.
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Hay películas malas. Hay películas muy malas. Y luego está Street Fighter, esa joya incomprendida que, contra toda lógica cinematográfica, terminó convirtiéndose en una de las peores películas más queridas de la historia.

Con un mísero 11 % en Rotten Tomatoes, el Street Fighter de los 90 debería haber sido enterrado y olvidado. En lugar de eso, se transformó en una película de culto gracias a un ingrediente imposible de replicar por accidente: Raúl Juliá como M. Bison. Ahora, más de treinta años después, el nuevo Street Fighter se enfrenta a un reto casi cruel. Y ese reto tiene nombre propio: David Dastmalchian.

El villano que convirtió el desastre en leyenda

Raúl Juliá sabía perfectamente en qué película estaba metido. Y lejos de luchar contra ello, decidió abrazar el caos. Su M. Bison no era un villano serio, ni realista, ni mínimamente contenido. Era una mezcla imposible de dictador de opereta, villano de cómic y actor disfrutando cada segundo del disparate. Botas cohete. Discursos grandilocuentes. Insultos lanzados con una sonrisa. Amenazas que parecían sketches. Todo eso habría sido ridículo… si no lo hubiera interpretado alguien con un dominio absoluto del tono.

Ese es el milagro de Juliá: convertir el exceso en carisma. Su Bison podía pasar de lo amenazante a lo cómico en una sola frase sin perder autoridad. Y eso es justo lo que hizo que Street Fighter sobreviviera al paso del tiempo.

El nuevo Street Fighter sabe lo que es (y eso lo cambia todo)

La gran diferencia con la adaptación de 2026 es que ya no hay engaño. Nadie espera una película “prestigiosa”. El tráiler deja claro que el nuevo Street Fighter va a jugar con el espectáculo, el exceso y el tono autoconsciente.

Un presentador desatado. Luchadores destrozando coches a puñetazos. Personajes exagerados hasta el límite. No parece una adaptación que huya del ridículo, sino una que lo utiliza como combustible. Y en medio de ese circo aparece Dastmalchian como M. Bison, capa incluida, postura teatral activada y una presencia que grita: sí, sé exactamente lo que estoy haciendo.

Por qué David Dastmalchian es una elección tan peligrosa como perfecta

Dastmalchian no es un actor convencional. Su carrera está construida a base de personajes incómodos, perturbados o directamente extravagantes. Puede ser trágico, grotesco o terroríficamente divertido… a veces todo a la vez. Y eso es clave para M. Bison.

El personaje no funciona si se interpreta en serio, pero tampoco si se convierte en una parodia vacía. Necesita a alguien que sepa tensar la cuerda justo antes de que se rompa. Exactamente lo que hizo Raúl Juliá en su momento.

Dastmalchian tiene algo muy específico: control del tono. Sabe cuándo exagerar, cuándo frenar y cuándo dejar que el personaje se vuelva incómodo en lugar de simplemente gracioso. Si el nuevo Street Fighter quiere que su villano sea memorable —y no solo ruidoso—, ese matiz es vital.

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El problema no es Raúl Juliá… es la comparación inevitable

Aquí está el verdadero riesgo. No se trata de “superar” a Raúl Juliá. Eso es imposible. Su M. Bison es irrepetible porque nació de un contexto muy concreto: una película que no sabía lo que era y un actor que decidió divertirse como nunca.

El reto real para Dastmalchian es otro: hacer que su Bison sea distinto sin traicionar el espíritu del personaje. No copiar los gestos. No repetir frases. No jugar a la nostalgia barata.

Si el nuevo Street Fighter acierta, no será porque imite al desastre del 94, sino porque entienda por qué ese desastre sigue vivo en la memoria colectiva.

¿Estamos ante el nacimiento de otro “mal clásico”?

La gran pregunta no es si la película será buena. La pregunta es mucho más peligrosa: ¿será memorable? Porque Street Fighter ya demostró que una película puede fallar en casi todo… y aun así ganarse un lugar eterno en el corazón friki. Si el nuevo filme logra capturar aunque sea una parte de ese espíritu desatado, exagerado y autoconsciente, Dastmalchian podría acabar firmando otro villano inolvidable. Y si no… al menos nos quedará el consuelo de haberlo intentado con estilo.

Ahora te toca a ti: ¿quieres un Street Fighter que se ría de sí mismo, o prefieres que intente ser algo que nunca fue? Porque M. Bison ya está listo para salir al escenario. Y el espectáculo, para bien o para mal, está garantizado.

carlos gallego guzmán

Carlos Gallego Guzmán

Carlos Gallego Guzmán ISNI: 0000 0005 1791 9571 es fundador y director de Cinemascomics.com, medio líder en información de cine, series, cómics y cultura pop en español. Con más de una década de experiencia en el sector digital, ha desarrollado una línea editorial centrada en grandes franquicias como Marvel, DC, Star Wars, ciencia ficción y animación. Su trabajo ha sido referenciado por múltiples plataformas y bases de datos internacionales, consolidando su identidad digital a través de identificadores oficiales como Wikidata e IMDb.

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