Labubu está a punto de dar el salto definitivo al cine y, sinceramente, la elección no podría ser más curiosa ni más lógica. Sony Pictures acaba de mover ficha y ha puesto al mando a Paul King, el director que nos hizo querer a un oso con abrigo azul y que convirtió una fábrica de chocolate en un musical moderno con aroma clásico. Sí, ese mismo.
Si Labubu ya te parecía un juguete con alma propia, espera a ver qué puede salir de aquí. Porque cuando juntas monstruos adorables, travesura sin complejos y un cineasta que entiende la fantasía como pocos, el resultado promete ser algo más que una simple película basada en juguetes.
De Paddington a Labubu: un salto extraño… pero muy acertado
Paul King viene de trabajar con personajes que, sobre el papel, no eran fáciles. Paddington podía haber sido un desastre empalagoso y Wonka tenía todas las papeletas para salir mal tras décadas de comparaciones inevitables. Sin embargo, King supo encontrar el tono justo, mezclando humor, emoción y una estética reconocible sin caer en lo cursi.
Paddington 3
Ahora el director cambia osos educados y Oompa-Loompas cantarines por Labubu, esas criaturas peludas con sonrisa traviesa y mirada de “algo malo se me está ocurriendo”. El proyecto se anunció hace apenas un mes sin nombres asociados, y que Sony haya apostado tan rápido por King es una señal bastante clara de que quieren hacer algo especial.
Labubu no es un personaje clásico del cine ni de la literatura, así que necesita una mirada capaz de construir mundo desde cero, sin perder frescura. Y ahí es donde Paul King se mueve como pez en el agua. ¿No te parece que encaja demasiado bien?
Un director que sabe convertir lo raro en entrañable
Si algo define el cine de Paul King es su capacidad para hacer que lo extraño resulte cercano. Sus películas no tratan al espectador como si fuera tonto, pero tampoco se ponen intensitas. Juegan, sorprenden y, cuando menos te lo esperas, te cuelan una escena que te deja con media sonrisa tonta.
Labubu necesita exactamente eso. No una adaptación fría, ni una película que parezca un anuncio largo, sino una historia con personalidad. King ha demostrado que sabe trabajar con personajes icónicos sin traicionarlos, algo clave cuando hablamos de una línea de juguetes con identidad tan marcada.
Labubu
Pero… ¿Qué es exactamente Labubu y por qué es un fenómeno?
Si todavía no tienes claro quién o qué es Labubu, tranquilo, no eres el único. Labubu es una línea de juguetes creada por el artista Kasing Lung, convertida en un fenómeno global gracias a su diseño inconfundible: criaturas peludas, expresivas, algo macabras y, al mismo tiempo, sorprendentemente adorables.
Labubu no busca ser “mono” al uso. Tiene ese punto gamberro que engancha, como si cada figura estuviera a punto de meterse en un lío. Por eso ha conquistado a coleccionistas, artistas y amantes del diseño, convirtiéndose en algo más que un simple juguete.
El éxito de Labubu no viene solo del objeto físico, sino del universo que sugiere. Cada figura parece contar una historia, aunque no se explique. Ese misterio es oro puro para el cine, porque deja espacio para crear sin romper expectativas. Y ahí es donde esta película puede marcar la diferencia.
Un juguete con narrativa implícita
A diferencia de otras franquicias, Labubu no tiene una mitología cerrada. No hay un canon rígido ni décadas de lore que respetar. Eso permite a la película jugar, arriesgar y sorprender. Con Paul King al frente, es fácil imaginar un enfoque visual potente, con humor físico, emociones reconocibles y un toque de caos controlado.
Labubu no necesita ser explicado en exceso. Necesita ser vivido. Y eso, en cine, es justo lo que mejor funciona cuando se hace bien.
Labubu
Labubu y el cine de juguetes: una tradición que sigue creciendo
El cine lleva años demostrando que los juguetes pueden convertirse en grandes franquicias. Transformers convirtió figuras articuladas en explosiones épicas, mientras que LEGO sorprendió a todos con una película inteligente, autoconsciente y divertidísima. Barbie, por su parte, dio un golpe sobre la mesa mezclando espectáculo, discurso y taquilla.
También tenemos ejemplos más clásicos como G.I. Joe, que apostó por la acción directa, o la esperada Master of the Universe de 2026, que promete devolver a He-Man al lugar que muchos creen que merece. Cada uno ha tomado un camino distinto, con resultados desiguales, pero todos parten de la misma base: un juguete como punto de partida.
Labubu juega en otra liga. No va de musculitos ni de batallas gigantes. Su fuerza está en lo visual, en lo emocional y en lo extraño. Por eso la elección de Paul King es tan importante: no es un director de acción, es un contador de historias con sensibilidad.
El riesgo de hacer algo diferente
Sony parece entender que Labubu no debe copiar fórmulas ajenas. No necesita ser Transformers ni Barbie. Necesita ser Labubu. Apostar por un director con personalidad propia es una declaración de intenciones bastante clara. Quieren una película que deje huella, no solo que venda merchandising.
Si el equilibrio entre creatividad y comercialidad se mantiene, Labubu puede convertirse en una sorpresa inesperada. De esas que nadie ve venir y que acaban dando mucho que hablar.
Por qué Paul King es el director perfecto para Labubu
Paul King entiende el humor visual, el ritmo y la importancia del detalle. Sus películas están llenas de pequeños momentos que suman, de escenas que respiran cariño por los personajes. Labubu necesita ese mimo, porque su atractivo está en los gestos, las miradas y el caos controlado.
Además, King sabe trabajar con mundos estilizados sin que parezcan artificiales. Su cine tiene textura, color y una sensación casi táctil. Para una película basada en figuras tan reconocibles como Labubu, eso es clave. Nadie quiere ver un diseño genérico cuando el original tiene tanta personalidad.
Labubu en manos de otro director podría haber acabado siendo una rareza mal entendida. En manos de Paul King, todo apunta a una aventura con corazón, humor y un punto travieso que encaja como un guante.
Ahora la pelota está en el tejado de Sony y del propio King. Si salen las cosas bien, Labubu puede ser el próximo gran nombre del cine basado en juguetes, pero con identidad propia y sin complejos.
Y ahora dime tú, ¿te imaginas a Labubu cobrando vida en la gran pantalla? ¿Te convence la elección de Paul King o te habría gustado alguien más gamberro todavía? Cuéntanos qué esperas de esta película y no te olvides de seguirnos en Google News para no perderte ninguna locura cinematográfica que se nos venga encima.


