Durante años hemos visto caer imperios, reiniciarse universos y regresar muertos que juramos haber enterrado para siempre. Pero lo que DC Comics prepara para marzo de 2026 va un paso más allá: el manto de Superman cambia de manos… y no precisamente a alguien tranquilo. Superboy Prime entra en escena y nada vuelve a ser igual en Metrópolis.
El Universo DC se prepara para una sacudida importante dentro de su iniciativa DC: Next Level, una nueva oleada de historias que quiere mantener el ritmo de estos últimos años. Y sí, el gran titular es claro: Kal-El ha desaparecido y alguien tiene que ocupar su lugar. Spoiler: no va a gustar a todo el mundo.
El mundo necesita a Superman… aunque no sea el de siempre
Cuando termina el evento DC K.O., el panorama es desolador. No hay rastro del Hombre de Acero y el mundo sigue girando, aunque algo chirría. En ese vacío nace Reign of the Superboys, una saga que se desplegará en cuatro series clave de la familia Superman y que empieza fuerte el 11 de marzo con Action Comics #1096.
El número, firmado por Mark Waid y Skylar Patridge, juega con el tiempo sin pedir permiso. Un joven Clark Kent del pasado choca literalmente con la Justice League Unlimited actual. No es solo un cruce espectacular, es una forma elegante de conectar los orígenes de Superman con su legado presente, mientras algo va muy mal.
Martian Manhunter, Mary Marvel y otros héroes empiezan a rastrear el pasado buscando al Superman desaparecido. La sensación es inquietante, como si alguien hubiera borrado una pieza clave del tablero. Y cuando eso pasa en DC, ya sabes que vienen curvas.
Viajes temporales, identidades en juego y una amenaza silenciosa
Lo interesante aquí no es solo la acción, que va sobrada, sino el tono. DC está jugando con la idea de qué significa ser Superman cuando el símbolo sobre el pecho pesa más que la persona que lo lleva. Y ese debate atraviesa todas las series implicadas, de formas muy distintas.
DC Comics
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Kandor, Supergirl y una revolución inesperada
Mientras tanto, Supergirl #11, escrita por Sophie Campbell, manda a Kara Zor-El al peor sitio posible para perder sus poderes: Kandor. La ciudad embotellada se convierte en un campo de pruebas brutal donde Supergirl, privada de su fuerza habitual, recibe una mejora cibernética para liderar una revolución.
Aquí entra en juego Conner Kent, Superboy, acompañado por una legión de clones Boy Thunder que despiertan más preguntas que respuestas. ¿Qué significa esto para la Casa de El? ¿Es un plan a largo plazo o una bomba a punto de estallar? La historia no da respiro y juega muy bien con la fragilidad del legado de Superman.
Hay algo casi punk en esta versión de Kandor, una sensación de rebelión improvisada, de tecnología sucia y decisiones desesperadas. Supergirl nunca ha sido un personaje cómodo, y aquí se nota. Es una historia que huele a riesgo, y eso siempre es buena señal.
El legado de El en peligro real
Sin Kal-El, cada miembro de su “familia” refleja una posible respuesta a la pregunta clave: ¿quién debería ser Superman ahora? Kara lucha, Conner duda… y Prime observa.
Jon Kent, el tiempo roto y la llegada de Tomorrow Man
Superman Unlimited #11, de Dan Slott y Lucas Meyer, amplía el desastre temporal. Jon Kent se enfrenta a un enemigo que no solo quiere ganar, sino reescribirlo todo. El tiempo deja de ser una línea recta y aparece Tomorrow Man, un personaje completamente nuevo que sacude la continuidad desde dentro.
No es una amenaza clásica de puñetazos y rayos láser. Es algo más abstracto, más incómodo. Jon, que ya ha cargado con el peso de ser hijo de Superman, tiene que decidir qué tipo de héroe quiere ser cuando el pasado y el futuro empiezan a mezclarse sin control.
La serie juega con ideas grandes sin perder el pulso emocional. Hay momentos de tensión pura y otros más íntimos, donde Jon se pregunta si está preparado para ocupar un espacio que siempre fue demasiado grande incluso para su padre.
Cuando el tiempo también es un enemigo
Tomorrow Man no solo introduce caos, introduce duda. Y en un universo sin Superman, la duda es contagiosa.
Superboy Prime reclama el manto de Superman
El punto álgido llega con Superman #36, de Joshua Williamson y Dan Mora. Aquí no hay rodeos: Superboy Prime se convierte en el nuevo Superman. Un personaje normalmente reservado para grandes crisis y eventos cósmicos pasa a ocupar el centro de una serie regular. Y eso es una declaración de intenciones.
Para quien necesite refrescar la memoria, Superboy Prime proviene de un mundo donde los superhéroes solo existían como ficción… excepto él. Su historial incluye Crisis en Tierras Infinitas, Sinestro Corps War o Final Crisis. No es precisamente alguien que inspire calma.
Verlo portar el símbolo de Superman es incómodo, provocador y fascinante. Williamson y Mora lo saben y juegan con esa tensión. Metrópolis cambia de tono, la esperanza se vuelve más agresiva y el legado se retuerce hasta algo casi irreconocible.
¿Héroe, amenaza o algo peor?
Prime no quiere ser un reemplazo. Quiere ser Superman a su manera. Y eso es lo que realmente da miedo.
Un marzo cargado de guerras, regresos y decisiones difíciles
Como si todo esto fuera poco, DC también arranca Wonder War en Wonder Woman #31, con Diana Prince y su hija adulta Trinity en un futuro donde la Liga de la Justicia está muerta. Batman continúa su etapa con Matt Fraction y Jorge Jiménez, recuperando al Joker y enfrentando a un Gotham gobernado por Pamela Isley y el comisario Vandal Savage.
Green Lantern celebra su número #600 con Hal Jordan puesto a prueba y el regreso de Kyle Rayner a la Tierra. Todo encaja en una estrategia clara: DC quiere arriesgar, mover piezas grandes y no acomodarse.
Scott Snyder lo resumía sin rodeos: en 2026 van a seguir dando grandes golpes. Y viendo lo que se avecina con Superman, cuesta llevarle la contraria.
Ahora la pregunta es inevitable: ¿te convence Superboy Prime como el nuevo Superman o preferías que nadie tocara ese símbolo sagrado? Cuéntanos qué te parece y no te olvides de seguirnos en Google News, que esto acaba de empezar y promete mucho ruido.



