La llegada del primer tráiler de Supergirl ha encendido algo más que hype. Ha dejado claro que esta heroína no viene a posar para pósters bonitos. Hay descaro, mala leche y una energía muy distinta a lo que estamos acostumbrados. Y sí, Peacemaker tiene mucho que ver en todo esto.
Si al ver el avance has pensado “esto no se parece en nada a Superman”, no vas desencaminado. Aunque James Gunn no dirige ni escribe la película, su sombra está ahí. Y lo más curioso es que la clave podría estar en una serie gamberra, violenta y bastante incorrecta como Peacemaker.
Una Supergirl muy lejos del manual clásico
Durante una charla reciente con creadores de contenido, James Gunn dejó caer una reflexión interesante. Dijo que muchas superheroínas suelen retratarse como demasiado perfectas, casi inmaculadas, y que Supergirl (Milly Alcock) no va por ahí. Nada de heroína impoluta que siempre hace lo correcto con una sonrisa.
DCU
Eso encaja de lleno con lo que ya vimos al final de Superman, donde Supergirl aparecía como una joven bastante más interesada en divertirse que en salvar el mundo. Lenguaje suelto, actitud rebelde y cero ganas de seguir normas. Vamos, todo lo contrario al clásico Boy Scout de capa roja.
Y ojo, porque aquí no estamos hablando de cambiar el género a Superman y ya está. Supergirl no es una copia con otro peinado. Tiene aristas, decisiones discutibles y un carácter que puede meterla en problemas. Justo lo que hace que un personaje resulte interesante de verdad.
La inspiración inesperada: Peacemaker
Las palabras de Gunn sobre Supergirl recuerdan muchísimo a lo que dijo en su día sobre Harcourt en Peacemaker. Según él, el arquetipo de “chica dura perfecta” es aburrido. Lo realmente potente es permitir que los personajes tengan fallos, contradicciones y decisiones cuestionables.
Peacemaker
Harcourt funcionaba porque era fuerte, letal y segura de sí misma, pero también emocionalmente torpe y bastante autodestructiva. No era un póster motivacional andante. Era humana. Y eso es exactamente lo que ahora parece buscar el nuevo DCU con Supergirl.
Al final, nadie conecta con alguien que nunca se equivoca. Conectamos con quien mete la pata, se levanta regular y sigue adelante como puede. ¿No te pasa eso con tus personajes favoritos? Pues ahí está la clave de por qué este enfoque puede marcar la diferencia.
El problema de los héroes demasiado perfectos
Durante años, Hollywood ha tenido una manía bastante clara al escribir personajes femeninos en el cine de superhéroes. O eran damiselas en apuros o máquinas infalibles que nunca fallaban. Y claro, eso termina cansando. Porque sin conflicto interno, no hay viaje interesante.
James Gunn no ha dicho nada revolucionario, aunque algunos se lo hayan tomado así. Simplemente ha señalado algo obvio: los héroes masculinos llevan décadas siendo imperfectos, caóticos y llenos de sombras. A las mujeres no se les ha permitido tanto ese espacio… hasta ahora.
Cuando ciertos personajes generan rechazo, muchas veces no es por quiénes son, sino por cómo están escritos. Si todo les sale bien, si nunca dudan, si nunca pierden, la historia se queda plana. Supergirl, en cambio, promete sudar, equivocarse y aprender a base de golpes.
Y eso es justo lo que el DCU necesita ahora mismo. Personajes que no parezcan diseñados en una sala de marketing, sino escritos con ganas de contar algo. Con nervio. Con riesgo. Con personalidad.
Cuando los defectos son el verdadero superpoder
Hay ejemplos que funcionan precisamente por eso. Jessica Jones no solo es fuerte e inteligente, también es caótica y autodestructiva. Gamora puede ser letal, pero sus conflictos personales casi destruyen medio universo. Viuda Negra carga con un pasado que pesa en cada decisión.
Viuda Negra
Esos personajes no destacan por ser perfectos, sino por ser complejos. Y todo apunta a que Supergirl quiere jugar en esa liga. Una heroína solar, sí, pero también impulsiva, vulnerable y con tendencia a meterse en líos por no pensar dos veces las cosas.
Ese enfoque no solo refresca al personaje, también amplía las posibilidades narrativas. Porque si todo puede salir mal, la historia importa más. Y tú, como espectador, te implicas de otra manera. No estás viendo un desfile de aciertos, sino un camino lleno de curvas.
Por qué el futuro del DCU pasa por Supergirl
Si algo ha demostrado Peacemaker es que el público responde cuando los personajes se sienten reales, incluso dentro de lo absurdo. James Gunn ha sabido entender eso como pocos. Y aunque no esté al mando directo de Supergirl, su influencia es evidente en el ADN del proyecto.
Esta nueva versión del personaje tiene pinta de ser un pequeño terremoto dentro del DCU. Más irreverente, más emocional y menos preocupada por encajar en moldes clásicos. Y sinceramente, ya tocaba. Porque repetir fórmulas conocidas no iba a sacar a DC del bucle.
Si el guion acompaña y no se queda a medio camino, Supergirl puede convertirse en uno de los pilares del nuevo universo compartido. Una heroína que no busca aprobación constante y que no siempre toma la decisión correcta. Justo por eso, más interesante.
Y sí, puede que sea un “desastre” solar con capa, pero a veces los mejores viajes empiezan así. ¿No crees? Cuéntanos qué te ha transmitido este primer vistazo a Supergirl y no te olvides de seguirnos en Google News para no perderte nada del nuevo DCU.
