Hay personajes peligrosos… y luego está Hank MacLean, que vuelve a Fallout con la serenidad de quien disfruta sinceramente del apocalipsis. Prime Video está calentando motores para la segunda temporada de Fallout y, antes de que el Yermo vuelva a abrirse, Kyle MacLachlan ha soltado unas declaraciones explosivas: si creías que Hank ya cruzaba líneas morales en la primera temporada, prepárate, porque todavía quedaban fronteras que romper.
El propio actor ha resumido con una frase para CBR que inquieta más que un Deathclaw en modo sigilo: “he tenido tanto, tanto, tanto divertido interpretándolo… y sí, es muy posible que veamos más de ese ‘glee*’ suyo.” *Traducción wastelander: cuando Hank sonríe, algo malo pasa.
Hank MacLean: el apocalipsis nunca fue tan divertido (para él)
MacLachlan describe a Hank como un personaje hecho de impulsos que no deberían convivir pero que, en su caso, encajan como engranajes oxidados dentro de una maquinaria radiactiva. Lo que más le fascina es que Hank cree sinceramente que está haciendo lo correcto, incluso cuando lo correcto exige cerrar los ojos, respirar hondo y aceptar que la moralidad no sobrevivió al apocalipsis.
Ese entusiasmo casi juguetón ante la destrucción fue una de las grandes revelaciones de la primera temporada de Fallout. Que ahora admita que queda margen para llevarlo incluso más lejos convierte esta segunda entrega en algo deliciosamente impredecible.
Norm, Bud Askins y el robot con cerebro: la familia MacLean no conoce la paz
Mientras Hank se pasea por el Yermo con una tranquilidad que inquieta, Norm arranca la temporada atrapado en una situación límite. Su captor es Bud Askins, el supervisor de la Vault 31 que ahora existe como un cerebro instalado sobre un cuerpo robótico, una imagen tan grotesca como perfecta dentro del universo Fallout, donde la ciencia imposible, el humor absurdo y el terror cotidiano conviven como si fueran parte del mismo manual de supervivencia.
Aquí es donde Moisés Arias aporta información jugosísima. Contó que el robot no era CGI, sino un aparato práctico construido por el equipo, capaz de moverse y reaccionar físicamente. Arias tenía delante a un intérprete real, lo que hacía que las escenas tuvieran una presencia tangible que rara vez se consigue con pantallas verdes. Lo único que la producción no podía replicar era la profundidad infinita del refugio, ese vacío angustioso que Norm debe atravesar mientras intenta mantener la cordura.
El actor también insinuó que Norm podría estar despertando su propio lado caótico, una sombra hereditaria difícil de esquivar en la familia MacLean. Todo comienza con una decisión aparentemente pequeña: descongelar a un grupo de dwellers. Ese gesto abre una puerta que después ya no puede cerrar. Y cuando pisa la superficie por primera vez y siente el sol, el aire y la promesa de libertad, la ilusión dura poco. Cuando cae la noche, la realidad del Mojave aparece con dientes.
New Vegas: el lugar donde la cordura va a morir

La segunda temporada de Fallout guiará a los personajes hasta New Vegas, un enclave legendario dentro de la saga. Es un territorio donde la suerte es una trampa, el humor negro es religión y el peligro es parte del paisaje. Prime Video describe esta nueva etapa como “increíblemente compleja, delirante y extraña”, pero cualquiera que haya jugado sabe que New Vegas siempre va un paso más allá.
La serie promete ampliar el mapa, multiplicar los encuentros improbables y llevar a sus protagonistas por caminos que parecen escritos después de derramar Nuka-Cola sobre el guion. Fallout en estado puro.
Un fenómeno global dispuesto a subir el listón
La primera temporada de Fallout superó los 100 millones de espectadores y se colocó entre los tres títulos más vistos en la historia de Prime Video. Fue un éxito que sorprendió incluso a quienes esperaban un buen rendimiento, porque capturó la esencia del videojuego sin renunciar al humor ácido, la violencia satírica ni el espíritu retrofuturista que define el Yermo.
Ese triunfo se sostiene en un equipo creativo de primer nivel. Kilter Films lidera la producción, con Jonathan Nolan, Lisa Joy y Athena Wickham al frente. La serie está guiada por Geneva Robertson-Dworet y Graham Wagner, showrunners que han encontrado la mezcla perfecta entre caos, emoción y sátira. Y desde Bethesda, Todd Howard y James Altman vigilan cada detalle para garantizar que Fallout siga siendo Fallout.
El reparto vuelve con Ella Purnell, Aaron Moten, Walton Goggins, Kyle MacLachlan, Moisés Arias y Frances Turner, a los que se suman Kumail Nanjiani y Macaulay Culkin, dos fichajes que prometen ampliar aún más la locura del Yermo.
Fechas, ritmo y lo que podemos esperar del viaje
La segunda temporada estará compuesta por ocho
episodios, publicados semanalmente desde el 17 de
diciembre de 2025 hasta el gran final previsto para el
4 de febrero de 2026.
El tráiler ya adelanta criaturas mutantes, nuevas facciones,
traiciones, explosiones dignas de Vault-Tec y un salto directo
hacia la ciudad postapocalíptica de New Vegas,
donde nadie sale indemne ni mental ni físicamente.
Dónde ver Fallout y cómo entrar en el Yermo
La nueva temporada se estrenará en exclusiva en Prime Video, disponible en más de 240 países. En España, cualquier suscriptor Prime puede acceder a la serie junto al resto de ventajas del plan —envíos rápidos, ofertas y todo el catálogo audiovisual— por 4,99 € al mes o 49,90 € al año. Quien aún no tenga acceso al refugio puede unirse desde aquí y probar el servicio gratis durante 30 días con todas las ventajas de Amazon Prime.




