A veces Hollywood parece una partida de Jenga gigante: quitas una pieza, y medio estudio empieza a temblar. Y, según nuevas filtraciones, una de esas piezas habría sido Tom Cruise, que no es precisamente el tipo de actor que se queda quieto cuando algo no le cuadra.
La guerra silenciosa entre el actor y Paramount promete más giros que una persecución de Misión Imposible.
Un presupuesto descontrolado dinamitó la relación de Tom Cruise con el estudio de cine
La saga Misión Imposible siempre se ha movido a lo grande. Ya sabes: motos saltando acantilados, helicópteros que hacen piruetas imposibles y Tom Cruise colgando de algún edificio porque, bueno, es martes. Ese espíritu desbordante también se refleja en unos presupuestos que parecen escritos por alguien con un botón de “añadir ceros” muy suelto.
Sin embargo, la última década dejó claro que no basta con ir a lo bestia. Misión Imposible – Dead Reckoning se quedó en 571 millones, que suenan muy bien… hasta que recuerdas que costó unos 291 millones. Y su supuesta heredera, The Final Reckoning, recaudó 598 millones frente a un desorbitado presupuesto de 400. En otras palabras: espectacular, sí; rentable, no.
Tom Cruise
Aquí empezó a torcerse el asunto. Porque cuando los números no cierran, los estudios miran a su estrella… y su estrella, que es Tom Cruise, mira el presupuesto como quien negocia el alquiler en plena burbuja. ¿Qué opinas? El lío estaba servido.
Reuniones tensas y una frase que encendió la mecha
Según The Hollywood Reporter, el desencuentro surgió en una reunión clave para planificar las dos últimas entregas, que originalmente iban a ser Parte 1 y Parte 2. Ahí, Tom Cruise pidió “decenas de millones extra” para producción. Nada nuevo en él: el hombre quiere que todo explote, ruja o vuele de verdad.
Pero entonces llegó la frase que, supuestamente, hizo saltar todas las alarmas: David Ellison, CEO de Paramount, habría respondido con un contundente: “Encuentra tú parte del dinero”. Una línea que, reconócelo, suena a jefe final de videojuego.
Dicen que esto sentó fatal a Tom Cruise, hasta el punto de que dejó de asistir a reuniones si Ellison estaba presente. Muy Ethan Hunt eso de desaparecer sin previo aviso. Y, según el informe, el ambiente se puso tan tenso que el propio estudio terminó cediendo y aprobando el presupuesto extra.
Aun así, fuentes cercanas a Skydance niegan la existencia del conflicto. Que si “todo bien”, que si “malentendidos”… ya sabes, la típica diplomacia hollywoodiense donde todos sonríen mientras piensan: “Que no se note que discutimos por 80 millones”.
Tom Cruise
El futuro de Cruise depende de esta relación… y mucho
Aquí es donde la historia se pone interesante, porque Tom Cruise no está en una posición cualquiera. De cara al futuro inmediato tiene dos proyectos enormes que necesitan a Paramount más que a la fuerza de agarre con la que se cuelga de un avión.
El primero es Top Gun 3, que el estudio produciría encantado después de que Top Gun: Maverick arrasara con 1.400 millones en taquilla. Ahí no hay discusión: es su gallina de los huevos de oro, gallina que además hace sus propias escenas de riesgo.
Pero el segundo proyecto es un monstruo marino: Deeper, una película de desastre submarino, dirigida por Doug Liman y coprotagonizada por Ana de Armas. Costaba 275 millones, Warner dijo que como mucho 230, y Universal también se bajó del barco. Y si Universal te dice que no a una locura cara… algo pasa.
Eso deja a Paramount Skydance como el único estudio grande capaz de producirla. O sea: si Tom Cruise quiere que Deeper exista, necesita llevarse bien con David Ellison sí o sí. Hollywood es pequeño, las agendas largas y los egos… bueno, ya los conocemos.
La saga Misión Imposible baja la persiana (por ahora)
Durante la alfombra roja de The Final Reckoning, alguien le preguntó a Tom Cruise si habría más entregas. Y él, muy serio, soltó: “No se llama Final por nada”. Un mensaje bastante claro: Ethan Hunt puede correr más que nadie, pero incluso él se cansa.
La franquicia no está cancelada, simplemente en modo hibernación. Puede volver, claro, pero tal vez necesite respirar y reinventarse. Y si llega un reboot dentro de unos años, tampoco sería raro: ya conocemos Hollywood, donde nada muere mientras pueda generar un fin de semana decente de taquilla.
Aun así, quién sabe. Tom Cruise ha resucitado sagas, ha salvado producciones enteras y ha hecho que el público vuelva a las salas cuando parecía imposible. Igual dentro de un tiempo nos sorprende con otra locura física que desafíe a la gravedad y a los contables. ¿No crees?
¿Qué queda realmente del conflicto?
Si rascas un poco, lo que parece quedar claro es que el choque entre Tom Cruise y David Ellison existiera o no, revela algo importante: Hollywood ya no tira el dinero como antes. Incluso las superproducciones buscan márgenes más ajustados y cada movimiento se revisa con lupa.
Tom Cruise, que lleva décadas siendo garantía de espectáculo puro, está navegando un momento delicado. Por un lado, sigue siendo uno de los pocos actores capaces de mover masas; por otro, incluso él necesita negociar proyectos gigantes con estudios más prudentes. Es un equilibrio complicado, como colgarse de un avión pero sin arnés.
Lo curioso es que, entre filtraciones, visitas “para mostrar respeto” y comunicados amables, parece que ambas partes han decidido enterrar el hacha. Al final, todos necesitan que esto funcione: Paramount quiere éxitos, y Tom Cruise quiere seguir haciendo cine grande y salvaje, del que deja olor a pólvora y adrenalina.
Y hasta aquí el culebrón empresarial más intenso que ha vivido Ethan Hunt sin saltar por una ventana. ¿Tú qué opinas del conflicto? ¿Crees que volveremos a ver otra misión imposible? Déjanos tu comentario y, oye, síguenos en Google News para no perderte ningún giro de guion del mundo del cine.




