El regreso de un Peter Parker roto… otra vez, pero distinto esta vez
Hay etapas de Spiderman que empiezan como una colleja inesperada. No te avisan, no te preparan, simplemente te sueltan al Peter Parker más destrozado posible, como si Marvel hubiera marcado en su calendario “reiniciar la vida de Spidey cada cierto tiempo”. Mundo sin amor arranca con esa energía, pero con un matiz nuevo que lo hace más afilado, más emocional y, sobre todo, más intrigante que otros reinicios recientes.
Peter aparece fuera de juego, desorientado y con todas las puertas cerradas. Los Vengadores no lo quieren, los Cuatro Fantásticos tampoco, May está dolida, y Mary Jane… directamente parece vivir otra vida. La pregunta de “¿qué demonios ha pasado aquí?” late debajo de cada viñeta, y Zeb Wells lo sabe. No hay respuestas rápidas, solo una tensión constante que convierte cada página en un recordatorio de que Spidey ha vuelto al fondo del pozo, pero con un misterio que empuja la historia hacia adelante.
Un Nueva York más oscuro donde Spidey vuelve a ganarse cada paso
La sensación de desgaste emocional atraviesa toda la historia. Peter está intentando seguir adelante como puede, pero la ciudad ha seguido su curso sin él. Este Peter duerme mal, está corto de dinero, evita ciertos lugares y no quiere mirar a nadie a los ojos demasiado rato. Aun así, vuelve a mover los hilos de su vida como siempre: ayudando a quien puede, metiéndose donde no le llaman y sobreviviendo a base de terquedad y chistes que salen más tristes que graciosos.
Nueva York se siente viva, cruda, como si Wells quisiera volver a ese Spider-Man callejero que lidia con problemas reales antes de enfrentarse a los supervillanos. Y funciona, porque la historia se apoya en emociones básicas y conflictos reconocibles sin perder su identidad superheroica.
Tombstone se convierte en la amenaza que no sabías que necesitabas
Y entonces aparece Tombstone. Pero no el Tombstone de siempre, sino una versión mucho más peligrosa, más humana y más impredecible. Wells lo desarrolla como si estuviera escribiendo a un rey del crimen a punto de tomar el relevo de Kingpin. Cada diálogo con él rezuma frialdad, cada movimiento es calculado y cada vistazo a su vida privada lo vuelve aún más interesante.
Hay una secuencia clave, un encuentro con Peter que va escalando hasta un nivel de tensión que sorprende por lo físico y emocional que se vuelve. Tombstone deja de ser un mafioso de fondo para presentarse como el corazón oscuro del arco. Y cuando su historia se cruza con la de Randy Robertson y Janice Lincoln, la cosa gana en sabor tragicómico al más puro estilo Marvel urbano.
El misterio de Mary Jane, el ruido del pasado y la herida que no cierra
Una de las grandes fuerzas de este volumen es el vacío que rodea a Mary Jane. No hay escena gratuita, no hay flashback explicativo. Solo dolor. Y ese silencio golpea más que cualquier explicación rápida. Wells construye la intriga sin prisa, dejando claro que algo enorme ha ocurrido y que el lector tendrá que ganarse cada pieza del rompecabezas.
La relación entre Peter y su entorno no es solo tensa: es incómoda, amarga, casi claustrofóbica. Pero esa incomodidad es el combustible de la historia, y hace que la promesa de revelaciones futuras sea parte del enganche principal.
John Romita Jr. vuelve a Spider-Man como si nunca se hubiera ido
Ver a Romita Jr. dibujar a Spider-Man es como volver a casa después de años. Su estilo sigue siendo áspero, anguloso, lleno de sombras y poses que parecen capturar la esencia misma del héroe. Las peleas tienen ese toque tan clásico de Romita Jr., rápidas, claras y con una energía que casi parece saltarte del papel. No hace falta ni pasar la página para notar cómo está pegando y cómo está recibiendo el trepamuros, porque su forma de encuadrar los golpes sigue siendo de las más reconocibles del personaje.
Sí, hay rostros raros, cuerpos algo tensos y gestos algo duros… pero también hay nostalgia pura. Hay viñetas bajo la lluvia que parecen fotogramas de una película que solo Romita sabe rodar. Y cuando dibuja a Tombstone, parece estar cincelando a un villano de piedra real.
Un nuevo comienzo que no trata al lector como un turista
Mundo sin amor no es un volumen pensado para complacer. Es un punto de entrada duro, incómodo y emocionalmente tenso. Y eso es lo que lo hace bueno. Wells no busca que tengas respuestas al cierre del tomo; busca que tengas preguntas suficientes para querer continuar.
Este Peter Parker es más frágil, más torpe, más roto… pero también más auténtico. Esta no es otra vuelta al inicio: es una demolición a fondo para preparar algo mucho más grande.
Un Spidey que vuelve al barro… y donde mejor funciona
Si algo deja claro Mundo sin amor es que Spider-Man no necesita un traje nuevo o un crossover explosivo para ser interesante. Solo necesita problemas reales, un enemigo que lo obligue a cuestionarse todo y una ciudad que no le dé tregua. Y en ese terreno, Wells y Romita Jr. brillan. Peter Parker vuelve a caerse. Nosotros volvemos a caer con él. Y Marvel sonríe, porque sabe que siempre volvemos.
¿Qué te ha parecido este arranque para Spidey? Te leo abajo. Y si quieres seguir la etapa desde el principio, puedes conseguir Mundo sin amor en MilComics. Recuerda: síguenos en Google News para no perderte ninguna aventura del trepamuros.
Marvel Premiere. El Asombroso Spiderman de Zeb Wells 1
NOTA CINEMASCOMICS
NOTA
¿Qué es lo que hizo Spiderman? Todo el mundo está en desacuerdo con Peter: Los Vengadores, Los 4 Fantásticos... ¡la Tía May! Nadie quiere saber nada de Spiderman, salvo el Doctor Octopus, que tiene planeado algo terrible para cuando le eche el tentáculo. Mientras tanto, Lápida también tiene sus propios planes. ¡Un nuevo comienzo para el Hombre Araña tan grande que John Romita Jr. está de vuelta a casa, junto al veterano guionista arácnido Zeb Wells!
