Parece que ni los circuitos más brillantes del universo digital han podido salvar a Tron: Ares del apagón en taquilla. Tras más de una década esperando su regreso, la tercera entrega de la mítica saga de ciencia ficción de Disney se ha estrellado en su primer fin de semana, y ahora todo Hollywood se pregunta lo mismo: ¿quién tiene la culpa del desastre?
Tron: Ares es el regreso que nadie pidió
La película Tron: Ares llegó a los cines con la promesa de revivir uno de los universos visualmente más potentes del cine moderno. Sin embargo, la realidad ha sido dura: en su estreno apenas obtuvo 36,8 millones de dólares recaudados en Estados Unidos y unos 63,8 millones a nivel global, muy por debajo de las previsiones iniciales. Todo eso frente a un presupuesto que rozaba los 180 millones. Por lo que será interesante averiguar si llega a ser rentable.
¿Resultado? Un suspenso financiero que pone en jaque el futuro de la saga y deja a los fans, o mejor dicho, a los espectadores curiosos, con más dudas que nostalgia.
Los analistas ya hablan de que Tron: Ares podría marcar el fin de la franquicia, y aunque muchos buscan un responsable, no todo recae sobre los hombros de Jared Leto… Aunque su nombre está inevitablemente en el centro del debate.
Jared Leto, el actor maldito de las franquicias
Lo cierto es que Jared Leto no atraviesa su mejor momento en Hollywood. Su papel como Joker en el Universo DC fue duramente criticado, Morbius se convirtió en sinónimo de fracaso para Sony, y ahora Tron: Ares ha seguido ese mismo camino.
Parece una maldición de ciencia ficción: cada gran saga que toca termina colapsando en la taquilla o en la crítica. Su siguiente papel es el de Skeletor en Masters of the Universe (2026) y puede relanzarlo o hundirlo definitivamente.
Un ejecutivo de agencia lo resumía sin rodeos en declaraciones a The Hollywood Reporter:
“En un mundo donde Michael Fassbender, Ewan McGregor o Benedict Cumberbatch tienen dificultades para conseguir papeles principales, ¿por qué confiar en alguien que no puede sostener una película y además genera dudas personales?”
Disney
La polémica que arrastra Leto, con acusaciones que su equipo ha negado, tampoco ayuda. Disney apostó fuerte por su carisma, pero los resultados dejan claro que su sola presencia ya no garantiza interés ni éxito. Y aunque algunos aseguran que “con Ryan Gosling tampoco habría funcionado”, el golpe para la imagen de Leto es inevitable.
Un proyecto que llegó tarde… y con poco pulso
Tron: Ares actúa como secuela directa de Tron: Legacy (2010),
aquella espectacular cinta de Joseph Kosinski que, con su estética
neón y banda sonora de Daft Punk, logró 400 millones de dólares en
taquilla.
Quince años después, la magia parece haberse evaporado.
El público actual ya no conecta igual con el concepto de “la Red” o “los programas conscientes”. En una era dominada por la inteligencia artificial real, el argumento de Tron: Ares suena más a nostalgia que a revolución. Y eso, pesa mucho.
Disney
Además, Disney estrenó la película en un calendario saturado, sin una campaña potente ni un gancho emocional claro. Tron: Ares fue promocionada como un regreso visualmente espectacular, pero no como una historia que el público necesitara ver. ¿El resultado? Desinterés general.
¿De qué trata Tron: Ares?
Ambientada en 2025, catorce años después de los eventos de Legacy, la película nos presenta a Eve Kim, la nueva directora de ENCOM, y al enigmático programa Ares, una creación de la empresa rival Dillinger Systems. Ambas compañías compiten por un descubrimiento que podría cambiarlo todo: el “código de permanencia”, capaz de permitir que los seres digitales sobrevivan en el mundo real.
Mientras Eve intenta completar el legado de Kevin Flynn, el creador original del sistema, Ares comienza a desarrollar conciencia propia. Fascinado por el mundo humano y los fenómenos naturales, como la lluvia, el programa empieza a cuestionarse su existencia y el papel que le han impuesto.
Lo que sigue es una batalla entre humanidad y código, con persecuciones, traiciones y dilemas morales que culminan en un clímax visualmente deslumbrante, aunque algo confuso.
El problema es que el guion parece perder el equilibrio entre la emoción y la estética. Hay destellos del espíritu original de Tron, sí, pero el ritmo narrativo se disuelve entre monólogos tecnológicos y escenas de acción sin alma. ¿No te parece que a veces las películas olvidan que los efectos no pueden sustituir a los personajes?
El director aún no tira la toalla
Pese a las cifras desalentadoras, Joachim Rønning, el director de Tron: Ares, no se rinde. En una entrevista reciente insinuó que ya tiene ideas para una cuarta película e incluso mencionó una escena post-créditos que podría abrir la puerta a ese hipotético Tron 4.
“Fue increíble volver a la Red original y traer de vuelta a Sark. Todo el equipo de ILM estaba emocionado. Sentíamos que tocábamos el santo grial del VFX”, confesó el cineasta.
Rønning también agradeció a quienes compraron una entrada para ver la cinta, consciente de que el panorama actual del cine no garantiza segundas oportunidades. Sin embargo, ni su entusiasmo ni la nostalgia parecen suficientes para convencer a Disney de seguir invirtiendo en una saga que no conecta con las nuevas audiencias.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que Tron: Ares merecía un mejor destino o que el sistema se apagó porque ya no había nada que contar? Coméntalo abajo y síguenos en Google News para no perderte ninguna de las próximas novedades del universo cinematográfico.
Recuerda que todas las otras 2 entregas de la saga están disponibles en Disney Plus con este enlace.




