Esto si que no nos lo esperábamos. Tron: Ares, la nueva apuesta de Disney por la ciencia ficción futurista con neones rojos, ha arrancado su carrera en taquilla con muy poca energía. En su primer fin de semana, la secuela solo ha recaudado 33,5 millones de dólares en Estados Unidos y 27 millones de dólares en el resto del mundo, lo que hace un total a nivel global de 60,5 millones de dólares, una cifra que suena potente… Hasta que recuerdas que la película costó casi 180 millones (sin contar marketing). Sí, 180 millones de dólares.
Es decir, ni con la ayuda de los fans de los 80 ni con los nostálgicos de las motos de luz ha logrado conectar con el gran público.
Tron: Ares ha tenido un estreno con menos chispa de lo esperado
Durante semanas, los analistas pensaban que Tron: Ares arrancaría con al menos 45 o 50 millones domésticos, aprovechando la nostalgia y el tirón visual de su propuesta. Pero al final, la chispa se apagó justo antes de encender las luces de neón.
Lo curioso es que, a pesar de los números, el público que sí fue a verla salió bastante contento: la película obtuvo una nota B+ en CinemaScore, lo que indica que la mayoría de espectadores la disfrutó. El problema es que Tron: Ares no consiguió ampliar su público más allá del grupo habitual: hombres jóvenes, fieles al género y, en su mayoría, veteranos del universo digital creado en 1982.
¿Y sabes qué? Ese es precisamente el fallo: Disney ha vuelto a hablarle solo a los que ya estaban dentro del sistema. El resultado, una taquilla que no consigue ni acercarse a los 44 millones con los que debutó Tron: Legacy en 2010. Hay que recordar que esa película alcanzó los 400 millones en su recorrido en cines.
Tron: Ares (2025)
Luces de neón, mucha IA y poca emoción
Dirigida por Joachim Rønning (sí, el mismo de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar), Tron: Ares prometía ser el gran regreso de la saga, con Jared Leto, Greta Lee y Evan Peters encabezando el reparto y una historia que mezcla humanos, programas y el primer contacto con una inteligencia artificial consciente.
La idea sonaba brutal: una IA que logra cruzar al mundo físico y pone en jaque a la humanidad. Pero, a juzgar por los resultados, la ejecución no ha terminado de cuajar. Visualmente es una locura, sí, los efectos, la música y el diseño son puro espectáculo, pero la conexión emocional parece haberse quedado atrapada en el servidor.
¿No te pasa que a veces una película te deslumbra por fuera pero no te dice nada por dentro? Pues eso mismo ha sentido parte del público.
Tron: Ares (2025)
Tron: Ares y el eterno dilema de Disney
Disney lleva una racha complicada. Entre secuelas que no despegan y proyectos originales que no terminan de convencer, Tron: Ares se suma a una lista de estrenos que prometían revolución digital y han terminado en “actualización pendiente”.
Lo curioso es que el género de ciencia ficción sigue funcionando bien fuera de Estados Unidos, y los expertos creen que la película podría recuperar terreno en mercados como Asia o Europa, donde este tipo de propuestas visuales suelen tener mejor suerte.
David A. Gross, de la consultora Franchise Entertainment Research, lo resumía así: “La película tenía buen seguimiento, pero el interés se estancó en los últimos diez días”. Vamos, que la campaña de marketing hizo su trabajo, pero algo en el último tramo se desinfló.
Un fin de semana flojo para todos
Y ojo, que Tron: Ares no ha sido la única en sufrir. Otras dos películas que debutaban al mismo tiempo, Roofman (con Channing Tatum) y el musical Kiss of the Spider Woman (con Jennifer Lopez), también pincharon en taquilla. Ninguna logró llenar salas, y eso deja claro que el público sigue reservando sus entradas para los grandes bombazos de final de año.
Mientras tanto, títulos que ya llevaban semanas en cartelera, como One Battle After Another con Leonardo DiCaprio, o el drama deportivo The Smashing Machine de Dwayne Johnson, siguen arañando millones poco a poco. Pero el panorama general es flojito: sin un gran blockbuster en octubre, las recaudaciones globales apenas están un 4% por encima de las del año pasado.
¿Y ahora qué será del universo Tron?
La gran pregunta es si Tron: Ares tendrá continuidad o si Disney apagará el sistema y desconectará la saga por otros diez años. A fin de cuentas, la historia de Tron siempre ha sido la de una franquicia de culto más que un fenómeno de masas. La original de 1982 fue un fracaso comercial, pero con el tiempo se volvió legendaria. Tron: Legacy revivió el mito, y ahora Tron: Ares parece tropezar en el mismo punto: fascinante visualmente, pero fría en taquilla.
Aun así, hay algo que no se puede negar: el mundo de Tron sigue siendo único. Esos circuitos de luz, los discos de energía, la estética digital… Todo eso sigue teniendo un encanto que ningún otro universo ha logrado imitar.
Quizá lo que necesita Tron: Ares no sea una secuela, sino un reinicio que combine lo mejor de las tres entregas: espectáculo visual, emoción real y una historia que nos haga sentir dentro del sistema.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que Tron: Ares merece otra oportunidad o que Disney debería desconectarla para siempre? Comenta y síguenos en Google News para no perderte las próximas actualizaciones sobre Tron: Ares y los futuros estrenos de ciencia ficción.
Recuerda que puedes ver las dos primeras entregas en Disney Plus con este enlace.




