Durante años, Lex Luthor ha sido el tipo más listo del universo DC. El genio multimillonario que podía mirar de tú a tú a seres con poderes y salir airoso de cualquier enfrentamiento… o al menos eso creíamos. Pero la película Superman (2025) y la segunda temporada de Peacemaker han dejado algo claro: incluso el cerebro más brillante puede tener un error de cálculo. Y vaya si lo tuvo.
Todo el plan maestro de Luthor, pensado para derrotar a Superman y, de paso, manipular al gobierno de Estados Unidos, se vino abajo por una mezcla de orgullo, mal timing y, sobre todo, un fallo técnico que ni sus ingenieros pudieron anticipar. ¿Quieres saber cuál fue el error fatal que derrumbó todo? Vamos allá.
El experimento que quiso jugar a ser dios en Superman (2025)
Atención SPOILERS. Lex Luthor, interpretado por Nicholas Hoult en Superman (2025), no se conformaba con vencer a Superman físicamente. Quería humillarlo. Para lograrlo, desarrolló una tecnología capaz de replicar el mismísimo Big Bang y crear un universo de bolsillo: una dimensión artificial controlada por su empresa, LuthorCorp.
La idea era simple, al menos para él: si podía encerrar a Superman en una realidad propia, lo tendría bajo su control. Sin embargo, el plan se torció justo donde suele hacerlo todo en la vida de Luthor: en su ego.
Porque sí, el multimillonario había conseguido reproducir el nacimiento de un universo, pero lo que no vio venir fue la inestabilidad de sus portales interdimensionales. En Superman (2025) ya se veía venir el desastre, cuando Metrópolis empezó a partirse en dos por culpa de una sobrecarga. Y ahora, Peacemaker lo ha confirmado: esos portales tenían lo que los técnicos de ARGUS llamaron “wobbles”, pequeñas vibraciones que los hacían impredecibles.
¿Ves por dónde va el desastre, verdad?
El genio que no quiso escuchar
Mientras el planeta debatía si Superman era una amenaza o un héroe, Luthor convencía al gobierno de que podía eliminar al kryptoniano con su bendición. Peor aún: mientras hablaba de seguridad nacional, apoyaba en secreto la invasión de Boravia a Jarhanpur, el conflicto que lo inició todo.
La arrogancia del villano alcanzó su punto máximo cuando decidió mantener abierto un portal del universo de bolsillo, aunque sabía que eso podía destruirlo todo. Su intención era forzar a Superman a regresar a Metrópolis, debilitado y sin opciones. Pero lo que consiguió fue provocar un agujero negro que casi se traga la ciudad entera.
En serio, ¿a quién se le ocurre jugar con un agujero negro en medio de una metrópoli?
Cuando Peacemaker lo confirmó todo
En Peacemaker temporada 2, episodio 7, ARGUS colabora con LuthorCorp a través de Sydney Happersen (interpretado por Stephen Blackehart), el experto en universos paralelos. Durante un escaneo rutinario, Happersen revela algo inquietante: los portales de Luthor vibran. No son estables.
Sydney Happersen interpretado por Stephen Blackehart
El científico lo explica así: “Si se mantienen abiertos más de unos segundos, generan microfisuras”. Es decir, grietas entre dimensiones. En Superman (2025), eso fue exactamente lo que partió Metrópolis en dos y puso a Superman contra las cuerdas.
Y aquí viene lo más irónico: mientras Luthor luchaba contra su enemigo jurado, el dispositivo de Peacemaker, el famoso Quantum Unfolding Chamber, funcionaba a la perfección. Sin vibraciones, sin fisuras. Totalmente estable. En otras palabras, un humano con un casco de baño hizo con tecnología alienígena lo que el mayor genio de DC no pudo.
El ego, ese enemigo invisible
El gran error de Luthor no fue científico, sino emocional. En su obsesión por demostrar que era superior a Superman, ignoró las advertencias de sus propios ingenieros y del mismísimo Mister Terrific, quien ya había advertido que un cálculo equivocado podía generar un agujero negro.
Superman y Mister Terrific
Pero Luthor siguió adelante, convencido de que podía controlar lo incontrolable. En el proceso, quedó expuesto ante el mundo: sus tratos con Boravia, la manipulación del mensaje de los padres de Superman y el secuestro de Krypto, el perro más adorable (y peligroso) del planeta.
Al final, no fue un rayo láser ni un golpe de Superman lo que acabó con su reputación, sino un fallo en su propio invento. Una inestabilidad tan insignificante como un “wobble”, pero lo bastante destructiva como para hundir a todo LuthorCorp.
Superman, más humano que nunca
En medio del caos, Superman (2025) nos regala uno de esos momentos que definen al personaje. Mientras el agujero negro amenaza con devorar Metropolis, Superman no solo salva a los inocentes: perdona a Lex Luthor.
Sí, después de todo lo que le hizo, el héroe le ordena a Krypto que lo suelte y evita que la justicia se convierta en venganza. Porque, como le dice con calma, “también los humanos cometen errores”.
Es el cierre perfecto para un enfrentamiento que va más allá del bien y del mal. Superman no solo vence al villano, sino también a su propia ira. En ese instante, el kryptoniano se muestra más humano que nunca.
¿Y ahora qué?
Con la confirmación de Peacemaker sobre los portales de Luthor, todo apunta a que la historia no termina aquí. Rick Flag Sr. parece decidido a usar el Quantum Unfolding Chamber de ARGUS, lo que abre la puerta a nuevas dimensiones… literalmente.
¿Podría eso conectar con futuros proyectos del DCU? No sería raro. James Gunn ha dejado migas por todas partes, y este detalle técnico podría ser el hilo que una Superman (2025) con futuras entregas.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que Lex Luthor tendrá su redención en el futuro del DCU o ya ha cavado su propia tumba? Hay que recordar que en la secuela, Man of Tomorrow de 2027, el héroe y el villano deberán hacer equipo contra una amenaza más grande.
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