La batuta del nuevo universo de superhéroes de Warner Bros. está en manos de James Gunn, y si algo ha quedado claro es que al director de Guardianes de la Galaxia le gusta hacer las cosas a su manera. El DCU está en pleno proceso de construcción y Gunn ha decidido que no habrá un camino rígido e inamovible, sino una hoja de ruta flexible donde lo importante no es la cantidad de estrenos, sino la calidad de cada película y serie.
El creador de The Suicide Squad quiere que los fans puedan disfrutar de cada historia del DCU como una experiencia independiente, sin necesidad de haber visto todo lo anterior. Aun así, el plan general existe y se mueve bajo un paraguas narrativo bautizado como “Dioses y Monstruos”, la primera gran etapa que Gunn anunció hace un par de años.
El gran plan de James Gunn para el DCU
Durante una charla en el podcast 2 Bears, 1 Cave, Gunn explicó con humor y franqueza cómo imagina este nuevo universo compartido:
“Es como una década, quizá un poco menos. También es muy flexible”, comentó. “Hay que tener cuidado porque había ciertos proyectos que formaban parte del plan. Mi otra regla es que no voy a dar luz verde a nada sin tener un guion que me encante. Y hay otras cosas que todavía no han funcionado. Tienes que ser capaz de tener la visión global en mente, pero también estar dispuesto a cambiarla cuando sea necesario. Los puntos clave son los mismos, pero algunos detalles han cambiado”.
La frase lo dice todo: Gunn no está dispuesto a hipotecar el futuro del DCU con estrenos improvisados o mal escritos. Prefiere esperar, ajustar y mover piezas si eso significa que cada título llegue en su mejor versión.
Calidad sobre cantidad: la nueva filosofía
El ejemplo más claro es Superman: Man of Tomorrow. Nadie esperaba que esta película entrara tan pronto en la línea de tiempo del DCU, porque no estaba en el anuncio original de “Dioses y Monstruos”. Sin embargo, el propio Gunn la está escribiendo y dirigiendo, y ya tiene fecha marcada: 9 de julio de 2027.
Superman (2025)
Mientras tanto, proyectos que ya conocíamos, como The Authority, Waller o The Brave and the Bold, siguen en desarrollo pero sin fecha confirmada. No significa que se hayan cancelado, sino que Gunn quiere darles el tiempo necesario para que brillen. Es un contraste enorme respecto a la antigua estrategia de Warner, que parecía más preocupada por alcanzar a Marvel a toda velocidad que por construir un universo sólido.
El DCU ahora apunta a un ritmo de 1 o 2 estrenos en cine al año. Lejos de ser una mala noticia, es una forma de garantizar que cada título sea un evento y no una obligación más en el calendario. Después de ver cómo Marvel saturó su propio MCU con series y películas desiguales, la jugada de Gunn parece sensata.
Un DCU más libre que el UCM
Si algo distingue al DCU de la competencia es que Gunn no quiere encadenar a todos los proyectos bajo una continuidad férrea. Por supuesto, hay un gran arco narrativo que avanza hacia un clímax, pero también existirán películas y series que funcionen como aventuras más independientes.
Marvel construyó su éxito a través de fases y una interconexión casi matemática. El DCU, en cambio, busca un equilibrio: habrá historias clave como Superman o Man of Tomorrow que impulsen la narrativa general, y otras como Supergirl o Clayface que servirán para explorar personajes y géneros de manera más libre.
La flexibilidad incluso abre la puerta a sorpresas. Gunn confesó que la película de Clayface no estaba en sus planes, pero tras escuchar la propuesta de Mike Flanagan (el director de La maldición de Hill House), decidió incorporarla. El resultado será un thriller de terror corporal con calificación R, previsto para septiembre de 2026, que también servirá como carta de presentación de la Gotham del DCU.
Calendario confirmado del DCU
Por ahora, la línea de tiempo del DCU luce así:
Películas del DCU:
- Superman (2025) – Ya estrenada
- Supergirl (26 de junio de 2026)
- Clayface (11 de septiembre de 2026)
- Man of Tomorrow (9 de julio de 2027)
Series del DCU:
- Peacemaker
- Creatures Commandos
- Lanterns
Más allá de esas fechas, el tablero está abierto a movimientos. Gunn insiste en que lo importante es tener buenos guiones antes de dar luz verde a cualquier rodaje.
Superman (2025)
Gunn, el arquitecto del nuevo DCU
La estrategia tiene un beneficio claro: el DCU se convierte en un terreno atractivo para los cineastas. En lugar de imponer un plan cerrado, Gunn se muestra abierto a escuchar ideas frescas. Si un creador talentoso presenta un concepto sólido, puede ganarse un lugar en la franquicia.
Esto significa que el DCU será menos una maquinaria industrial y más un espacio creativo. Que una película de terror como Clayface pueda convivir con la épica de Superman demuestra la intención de explorar géneros diversos dentro de un mismo universo.
¿Qué significa para los fans del DCU?
Para el público, esta estrategia puede ser oro puro. Menos estrenos, pero más esperados. Más tiempo entre películas, pero con la confianza de que cada una valdrá la pena. Y lo mejor: un DCU donde nunca sabremos del todo qué puede aparecer en el horizonte.
Gunn no quiere que el DCU sea una copia de Marvel, sino un universo con personalidad propia. Habrá sorpresas, giros, proyectos inesperados y, sobre todo, historias que funcionen solas pero que también encajen en un mosaico mayor.
James Gunn está jugando a largo plazo. Prefiere construir un DCU sólido, variado y flexible, antes que repetir los errores del pasado o caer en la saturación. El futuro se escribe con paciencia, y cada nueva pieza se sitúa en un plan que puede durar una década.
Lo que está claro es que el DCU tiene un arquitecto con visión, y los fans ya estamos contando los días para ver qué sorpresas traerá la próxima década de superhéroes.
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