La fiebre por Demon Slayer no tiene freno. La nueva película Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle sigue rompiendo récords en taquilla mundial y confirma que la franquicia es ya uno de los fenómenos más potentes de la historia del anime. Con más de 555 millones de dólares recaudados en todo el planeta, la obra basada en el manga de Koyoharu Gotouge demuestra que la pasión de los fans no entiende de fronteras ni de límites.
Un éxito arrollador en todo el mundo
Los números hablan por sí solos: 221 millones de dólares en Japón, tierra natal de la saga, y nada menos que 104 millones en Estados Unidos, un territorio donde el anime cada vez goza de más popularidad. Lo impresionante de Demon Slayer es que no se trata de un fenómeno pasajero; ya venía arrasando con anteriores entregas, pero Infinity Castle ha subido el listón de manera brutal.
Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle (2025)
El contraste se nota aún más cuando miramos a otros estrenos. La película de terror HIM apenas ha alcanzado los 13 millones de dólares, quedándose muy por debajo de lo esperado, pese a que 2025 estaba siendo un año fuerte para el género. Por otro lado, The Conjuring: Last Rites sigue manteniendo el tipo con casi 400 millones acumulados en el mundo, demostrando que el universo Warren aún engancha al público.
Box Office USA del fin de semana:
- Demon Slayer: Infinity Castle – 17,3 millones de dólares
- HIM – 13,5 millones de dólares
- The Conjuring: Last Rites – 12,9 millones de dólares
- Downton Abbey: The Grand Finale – 6,3 millones de dólares
- The Long Walk – 6,3 millones de dólares
- A Big Bold Beautiful Journey – 3,5 millones de dólares
- The Senior – 2,77 millones de dólares
- Toy Story (Reestreno) – 1,4 millones de dólares
- Sight & Sound Presents: NOAH Live – 1,3 millones de dólares
- Weapons – 1,2 millones de dólares
Una tabla que deja claro quién manda en la taquilla. Demon Slayer no solo lidera, sino que lo hace con un margen cómodo frente a producciones de Hollywood, algo impensable hace apenas unos años para una película de animación japonesa.
¿De qué trata Demon Slayer: Infinity Castle?
La película nos lleva al temido Castillo Infinito, el bastión dimensional donde Muzan Kibutsuji, el gran villano de la saga, intenta acabar de una vez por todas con el Cuerpo de Demon Slayers. Allí, los protagonistas son separados y deben enfrentarse a hordas de demonios de alto rango mientras buscan una forma de derrotar al enemigo final.
Lo que hace especial a Infinity Castle es que no se limita a ser un despliegue visual, que lo es, sino que además ofrece algunos de los duelos más intensos y emotivos de toda la historia de Demon Slayer. Batallas como la de Shinobu contra Doma o la de Tanjiro y Giyu frente a Akaza no solo muestran un derroche de animación espectacular, sino que también profundizan en los sentimientos, pasados y traumas de cada personaje.
Ver a Zenitsu enfrentarse a su antiguo compañero Kaigaku, o asistir al sacrificio de Shinobu frente a Doma, son momentos que han dejado a los fans con el corazón en un puño. Y cuando Tanjiro entra en el Mundo Transparente para enfrentarse a Akaza, la película alcanza un nivel de épica pocas veces visto en el anime.
Tanjiro Kamado y Nezuko de Demon Slayer
El secreto del fenómeno
¿Por qué Demon Slayer arrasa de esta manera? Hay varias claves:
- Un fandom globalizado: la saga conecta tanto con adolescentes como con adultos, y sus personajes ya son iconos de la cultura pop.
- Una animación espectacular: el trabajo de Ufotable ha convertido cada combate en una experiencia visual al nivel de cualquier blockbuster de Hollywood.
- Historias emotivas: más allá de la acción, Demon Slayer toca fibras sensibles con temas como la familia, la pérdida y la superación personal.
- Estrategia de estrenos mundial: cada película llega casi al mismo tiempo a todos los territorios, generando conversación global en redes sociales.
Infinity Castle reúne todos estos ingredientes y los multiplica por diez, lo que explica que incluso en mercados tan exigentes como el estadounidense esté superando a películas con presupuestos mucho mayores.
Competencia y futuro
Mientras Demon Slayer sigue en lo más alto, Hollywood toma nota. Estrenos como The Conjuring: Last Rites mantienen el pulso, pero la diferencia es clara. Incluso el reestreno de Toy Story, que suele arrastrar a la nostalgia, no ha pasado de los 1,4 millones.
El futuro inmediato de Demon Slayer pinta igual de prometedor. Con Infinity Castle consolidándose como uno de los grandes éxitos del año, no sería extraño que supere la barrera de los 600 millones en las próximas semanas. Además, cada récord que rompe la franquicia allana el camino para que otros animes lleguen a más salas y más espectadores.
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