Algo muy extraño ha sucedido en La cuenta atrás (Countdown), la serie de Prime Video que prometía ser un thriller compacto y terminó rompiendo todas las reglas. Después de diez episodios centrados en un caso explosivo con un cierre redondo, cualquiera habría apostado por un descanso hasta la temporada 2. Pero no. Los guionistas decidieron sacudirnos con un salto temporal, un nuevo villano y hasta un protagonista distinto… todo dentro de la misma temporada 1.
Sí, La cuenta atrás acaba de hacer lo que muy pocas series se atreven: convertir su propio final en el inicio de otra historia, casi como si alguien hubiera pulsado el botón de «reset» a mitad de camino. Y lo mejor es que este giro no fue improvisado: estaba planeado desde el principio.
El extraño cambio de rumbo en La cuenta atrás
La primera parte de la temporada 1 nos presentaba a la Task Force Hurricane, un equipo encargado de frenar a Borys “Volchek” Vusovich (Bogdan Yasinski), un exfuncionario del Ministerio de Defensa bielorruso convertido en terrorista que pretendía detonar varias bombas en Estados Unidos. Diez episodios, mucha tensión, acción trepidante y un desenlace satisfactorio. Hasta aquí, todo normal.
Lo sorprendente llega al final de ese episodio 10, cuando La cuenta atrás decide que ese cierre no era suficiente. La historia da un salto de diez meses, los personajes se reubican en nuevas circunstancias y aparece un nuevo antagonista: Todd (Grant Harvey), un cazador con dotes de francotirador que tiene en la mira al presidente de Estados Unidos o a un senador. En ese instante, la sensación es clara: estamos viendo el arranque de la temporada 2, solo que todavía seguimos en la 1.
La cuenta atrás
Las razones del showrunner: mantenernos alerta
Derek Haas, creador de La cuenta atrás (y veterano de franquicias como Chicago Fire o FBI: International), lo explicó en una entrevista en TVL: trece episodios le parecían demasiados para un único caso. Por eso, tomó la decisión de introducir una segunda trama dentro de la misma temporada.
«Lo último que controlamos como guionistas es la sorpresa. Y si puedes sorprender a la audiencia, vas a conseguir que regrese», confesó Haas. El objetivo era evitar que el espectador se acomodara, convencido de que nada importante podía resolverse hasta el episodio final. Y vaya si lo logró.
Con este movimiento, La cuenta atrás se convierte en un experimento narrativo poco habitual en las series de suspense. En lugar de un cierre definitivo, nos ofrece dos thrillers en uno.
Nuevos personajes y una misión renovada
El cambio no solo trajo un villano diferente, también un rostro nuevo en la plantilla: Ryan «Fitz» Fitzgerald, interpretado por Joe Dinicol (Arrow), un agente del Servicio Secreto que descubre un complot en una cabaña remota. Su aparición marca el inicio del nuevo caso y el reensamblaje del equipo, ahora rebautizado como Task Force Armor.
El SAC Nathan Blythe (Eric Dane) vuelve a ponerse al frente de la operación, reclutando de nuevo a Mark Meachum (Jensen Ackles), Lucas Finau (Uli Latukefu), Evan Shepherd (Violett Beane) y Keyonte Bell (Elliot Knight). La única que se ausenta al principio es Amber Oliveras (Jessica Camacho), ocupada en otra misión, aunque regresa y el propio Haas prometió que todavía habrá momentos clave entre ella y Meachum antes de que acabe la temporada.
La cuenta atrás
Un experimento que divide, pero engancha
El giro ha generado comentarios encontrados entre los espectadores. Algunos sienten que La cuenta atrás debió cerrar con Volchek y esperar a la temporada 2 para abrir un nuevo frente. Otros, en cambio, celebran el atrevimiento de cambiar las reglas del juego en pleno vuelo.
Lo cierto es que este tipo de decisiones son arriesgadas, pero también aportan frescura en un panorama televisivo donde muchas series pecan de ser predecibles. Y Haas lo tenía claro: si los espectadores esperan un ritmo, mejor romperlo y obligarlos a estar en tensión constante.
Una jugada con consecuencias para el futuro
Más allá de la sorpresa, este movimiento coloca a La cuenta atrás en una posición muy interesante de cara a su continuidad. Al dividir la primera temporada en dos arcos narrativos, la serie se da la oportunidad de mostrar más villanos, más escenarios y más dinámicas entre personajes en menos tiempo.
Además, se refuerza la idea de que La cuenta atrás no será solo «una serie de caso único», sino un thriller dispuesto a reinventarse. En un mundo donde el streaming compite por la atención con cientos de estrenos semanales, ser impredecible puede ser la clave del éxito.
¿Qué nos espera en los episodios finales?
Quedan dos episodios para que la temporada 1 de La cuenta atrás concluya, y todo apunta a que veremos un enfrentamiento explosivo con Todd y su plan de asesinato político. Las cartas ya están sobre la mesa: nuevos aliados, viejas tensiones y un enemigo con los recursos para desestabilizar al mismísimo presidente.
Y, como prometió Haas, no faltarán sorpresas, giros inesperados y, probablemente, más de una decisión que nos deje con la boca abierta. Porque si algo ha demostrado La cuenta atrás, es que no piensa jugar según las reglas de siempre.




