A las 2:17 de la madrugada, en un pequeño pueblo de Estados Unidos, diecisiete niños de la misma clase se levantan de sus camas, salen de sus casas y desaparecen sin dejar rastro. Así comienza Weapons (2025), la nueva película de terror de Zach Cregger que ha dejado a más de uno mirando la hora de madrugada con cierto escalofrío. Lo que empieza como un misterio inquietante termina con una revelación que mezcla brujería, manipulación mental y un toque de cuento oscuro que parece sacado de los Hermanos Grimm.
Antes de explicarlo todo, vale la pena recordar que Weapons llega tras el éxito de Barbarian (2022), y que las primeras críticas ya la señalan como «una de las películas más inquietantes del año». Pero… ¿qué pasó realmente con esos niños? ¿Y por qué el final ha dado tanto que hablar? La respuesta está lejos de ser sencilla, y es justo lo que vamos a desentrañar aquí.
Weapons (2025): Un pueblo marcado por la desaparición
Atención SPOILERS. La historia de Weapons se cuenta desde distintos puntos de vista: la maestra Justine (Julia Garner), el padre de uno de los niños, Archer (Josh Brolin), un policía local llamado Paul (Alden Ehrenreich), el director de la escuela Andrew (Benedict Wong) y Alex (Cary Christopher), el único alumno que no fue secuestrado. Cada uno aporta piezas distintas del rompecabezas, y poco a poco el espectador entiende que la desaparición es algo mucho más retorcido de lo que parecía.
La clave llega a través de un personaje inquietante: Gladys Lilly (Amy Madigan), la tía de Alex, que aparece para «cuidarlo» mientras sus padres están enfermos. Lo que nadie sabe al principio es que su visita es una tapadera para algo mucho más siniestro.
Weapons (2025)
La bruja y su método
En Weapons, Gladys no es una anciana enferma cualquiera: es una bruja que practica rituales de magia negra. Su método es tan perturbador como visual: necesita un objeto personal de su víctima, lo ata a una rama y lo sella con una gota de su sangre. Romper el palo activa el control; sumergirlo en agua lo rompe. Con ese poder, manipula las mentes de las personas y las convierte en marionetas sin voluntad.
Pronto, Gladys controla a los padres de Alex, dejándolos como cascarones vacíos. Les ordena que el niño siga yendo al colegio como si nada, y amenaza con hacerles daño si revela su presencia. Después, le pide que robe algo de cada uno de sus compañeros de clase. Alex se hace con las placas con sus nombres y, a partir de ahí, la bruja lanza el hechizo que provoca que, a la misma hora exacta, 2:17 a.m., los niños vayan hasta su casa y queden atrapados en su sótano.
Una red de manipulación
Durante semanas, Alex vive en una mentira forzada, escondiendo la verdad mientras sus compañeros siguen desaparecidos. Cuando la maestra Justine y Archer se acercan demasiado a la verdad, Gladys toma control de más personas, incluso del propio Paul, para frenar la investigación.
Weapons (2025)
La tensión en Weapons estalla cuando Alex consigue apoderarse de las ramas embrujadas y, conociendo ya las reglas de la magia, invierte el hechizo: los niños, liberados de su control, se vuelven contra Gladys. La persecución culmina en una escena brutal en la que los pequeños acaban con la bruja en plena calle. Sin embargo, la victoria tiene un precio.
El precio de volver
En el epílogo, todos los niños son rescatados, pero ya no son los mismos. Muchos han perdido la capacidad de hablar y muestran una mirada vacía, como si parte de ellos se hubiera quedado atrapada con la bruja. Es aquí donde Weapons deja su golpe más fuerte: el verdadero horror no es solo la desaparición, sino el daño irreversible que deja.
Zach Cregger juega con la ambigüedad del título. Weapons no solo alude a las armas físicas, sino a cómo las personas pueden ser usadas como herramientas para herir, manipular o destruir. Los niños, convertidos en «armas vivientes» por Gladys, son el ejemplo más claro de esta metáfora.
El misterio del 2:17
Uno de los detalles que más ha dado que hablar es por qué el hechizo se activa exactamente a las 2:17 a.m. Las teorías van desde referencias a la «hora de las brujas» hasta guiños a El resplandor, donde en la novela original el número de la habitación maldita es el 217. Otros ven conexiones con pasajes bíblicos o incluso con tragedias reales. Cregger no confirma ninguna, dejando que cada espectador saque sus propias conclusiones.
Un cuento oscuro moderno
Más allá de su trama de terror, Weapons es una historia sobre el trauma, la desconfianza y cómo el miedo puede destrozar a una comunidad. La figura de Gladys recuerda a las leyendas del flautista de Hamelín o a las brujas perseguidas en Salem, pero con un toque contemporáneo que mezcla crítica social y horror sobrenatural.
La película también está cargada de simbolismo: insectos parásitos, líneas de sal como barrera, objetos personales convertidos en armas mágicas y elementos que refuerzan la idea de que el verdadero poder de la bruja es psicológico tanto como físico.
¿Por qué funciona Weapons?
En parte, porque no es un terror de sustos fáciles. Construye una atmósfera que incomoda desde el minuto uno y que no se disipa ni siquiera con el final. Además, la mezcla de misterio, elementos sobrenaturales y un villano tan carismático como perturbador hace que la historia se quede en la mente mucho después de salir del cine.
Weapons es de esas películas que, aunque den respuestas, también dejan huecos para que el espectador siga pensando. Y eso, en el género de terror, suele ser señal de que algo ha funcionado.
Si quieres una historia de terror que combine tensión, misterio y un toque de cuento macabro, Weapons no solo te dará todo eso, sino que te dejará con una sensación difícil de olvidar y quizá mirando el reloj cada vez que se acerquen las 2:17 de la madrugada.
¿Te ha gustado está película? ¿Crees que es la mejor del género de terror de 2025? Dímelo en comentarios.
