Zach Cregger sorprendió al mundo con Barbarian, una película que nadie vio venir y que terminó convirtiéndose en uno de los fenómenos más inesperados del cine de terror moderno. Ahora, el director regresa con Weapons, una nueva propuesta que promete incomodar, inquietar, pero de una manera muy diferente. Y atención, porque él mismo ha explicado por qué esta historia no se parece tanto a su anterior éxito como podrías pensar.
Durante una entrevista en la Comic-Con de San Diego, Zach Cregger dejó claro que no va a repetir el mismo truco que le funcionó con Barbarian. Si esperabas otro giro abrupto en mitad de la película, más vale que bajes las expectativas. Pero eso no significa que Weapons no vaya a dejarte sin aliento. Al contrario: esta vez, el director ha apostado por una estructura más compleja y progresiva, con un ritmo que no rompe la experiencia, sino que la hace aún más inmersiva.
Y no es solo una cuestión de guion: la ambientación, los personajes y el propio misterio central tienen un sabor muy distinto. Pero antes de entrar en detalles, hagamos un repaso rápido por lo que convirtió a Barbarian en un fenómeno y cómo esa experiencia ha moldeado el estilo de Cregger en su nueva incursión en el cine de terror.
Un antes y un después para el cine de terror reciente: lo que hizo especial a Barbarian
Cuando Barbarian se estrenó en 2022, nadie esperaba que una historia tan aparentemente sencilla acabara rompiendo todas las convenciones del género. La premisa era simple: una mujer llega a un Airbnb y lo encuentra ocupado por un desconocido. A partir de ahí, todo se desmadra. Pero lo más impactante no fue la violencia ni los sustos, sino la forma en que la narrativa se rompe por completo en su segundo acto, lanzándote a otra historia totalmente distinta con nuevos personajes y una amenaza terrorífica llamada La Madre.
Ese cambio repentino dividió al público. Algunos lo adoraron, otros se sintieron desorientados. Pero Cregger lo tenía claro: Barbarian tenía que ser incómoda, impredecible, caótica. Y funcionó. Cine de terror del bueno.
Barbarian (2022)
Sin embargo, intentar repetir ese giro narrativo hubiera sido una trampa para sí mismo. «Ese truco no funcionaría dos veces», confesó el director. Por eso, en Weapons, ha decidido tomar otro camino. Uno igual de inquietante, pero más elegante.
Weapons: cine de terror desde otro ángulo
La historia de Weapons arranca en un pequeño pueblo de Florida, donde sucede algo totalmente inexplicable: 17 niños, todos alumnos de la misma clase de primaria, se levantan a la misma hora durante la noche y desaparecen sin dejar rastro. Solo uno permanece en casa. A partir de ahí, la comunidad se hunde en un estado de confusión, miedo y paranoia. Y lo peor está por venir.
La película se adentra en las oscuridades colectivas: secretos enterrados, traumas familiares y una amenaza que, según Cregger, es menos física y más psicológica. Aquí no hay monstruos deformes corriendo por túneles (aunque eso también tenía su encanto), sino algo más denso, más simbólico, que apunta al corazón del miedo humano.
Weapons (2025)
Cregger lo resume así: «Weapons también cambia y se transforma, pero lo hace construyendo momentum, sin sacarte de la historia. Es más una evolución que una sacudida». En otras palabras, Weapons no te grita en la cara, te susurra al oído hasta que no puedes soportarlo más.
Un elenco de lujo y crítica unánime
Otra gran diferencia entre las dos películas es su reparto. Barbarian fue una producción más modesta, pero Weapons llega con una alineación espectacular: Julia Garner, Benedict Wong, Josh Brolin, Alden Ehrenreich… Todos bajo la dirección de un cineasta que ahora carga con el peso de las expectativas.
Y, por ahora, parece que ha cumplido: Weapons tiene un 100% de puntuación en Rotten Tomatoes con las primeras 18 críticas. Todo indica que el público del cine de terror va a tener una nueva joya que comentar este verano.
Además, la película se estrena el 8 de agosto en cines de EE.UU., así que muy pronto sabremos si logra el mismo impacto que su predecesora. Lo que está claro es que Zach Cregger no quiere quedarse encasillado, y está dispuesto a seguir reinventando las reglas del terror.
La evolución de un comediante al maestro del cine de terror
Uno de los detalles más fascinantes de la carrera de Cregger es que viene del mundo de la comedia. Fue parte del grupo Whitest Kids U Know y apareció en varias sitcoms antes de lanzarse al cine de terror. Esa sensibilidad irónica, esa capacidad para romper con lo convencional, se nota en sus películas… pero ahora con un enfoque mucho más siniestro.
Barbarian fue su primer salto al largo formato y sorprendió precisamente por eso: porque nadie esperaba que alguien como él supiera asustar tan bien. Weapons es la confirmación de que no fue casualidad.
¿Qué tienen en común Barbarian y Weapons?
Aunque son películas muy distintas en tono y estructura, ambas comparten un rasgo esencial: la ruptura con lo previsible. Mientras que otros directores de cine de terror se apoyan en los sustos fáciles o los clichés, Cregger juega con la tensión, con lo incómodo, con ese malestar que crece lentamente y se te mete bajo la piel.
En Barbarian, el horror estaba en lo que no veías (y en lo que acababas viendo también). En Weapons, parece que el verdadero monstruo es el silencio, lo inexplicable, el vacío que dejan 17 camas vacías una noche cualquiera.
¿Revolución o consolidación?
Zach Cregger no solo ha aportado ideas frescas al cine de terror. También ha demostrado que puede hacer evolucionar su estilo sin perder potencia. Weapons no es una repetición de Barbarian, y eso es exactamente lo que hace que tengamos tantas ganas de verla.
El 8 de agosto sabremos si esta nueva apuesta logra mantenerse a la altura de su anterior trabajo. Pero una cosa es segura: con Cregger al mando, el cine de terror tiene todavía muchas formas de asustarnos que no habíamos imaginado.
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