El actor británico se sincera sobre los rumores que lo han vinculado durante años con el icónico mutante de Marvel.
Taron Egerton ha sido, durante mucho tiempo, uno de los nombres más mencionados por los fans como posible sucesor de Hugh Jackman en el papel de Wolverine dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. Sin embargo, el propio actor ha decidido aclarar finalmente cuál es su postura al respecto… y para muchos será una decepción.
Durante su participación en el podcast Happy Sad Confused, Egerton fue preguntado directamente por esos persistentes rumores que lo colocaban en la órbita de Marvel Studios. Su respuesta fue tan sincera como reveladora: aunque en el pasado la idea le resultaba atractiva, hoy en día no está interesado en formar parte de una gran franquicia como el UCM: “No voy a mentir. Hubo un momento, probablemente la primera vez que surgieron los rumores, en el que pensé: ‘Sería genial’”, explicó.
“Pero nunca fue más allá de eso… y además, Hugh [Jackman] regresó. Él es completamente sinónimo del personaje. Francamente, aunque hicieran un reinicio, hay unos zapatos demasiado grandes que llenar. Y también… no sé si quiero tanta atención sobre mí, la verdad”.
Egerton, que se dio a conocer mundialmente como protagonista de la saga Kingsman, se mostró agradecido por el cariño del público, pero subrayó que actualmente se siente más cómodo con una carrera menos mediática y más enfocada en proyectos íntimos: “Me encanta actuar, hacer cine y el trabajo televisivo que he hecho. Pero estoy muy cómodo con el nivel actual, donde me piden una selfie un par de veces al día. Lo que otros actores experimentan, no sé si estoy hecho para eso”, añadió.
Ni Bond, ni Wolverine: Taron Egerton prefiere proyectos más pequeños
Esta no es la primera vez que el actor galés se aleja públicamente de un papel icónico. Hace apenas unos meses, hizo declaraciones similares sobre su nula intención de convertirse en el nuevo James Bond. Aunque reconoce que tanto el rol del agente 007 como el de Wolverine son “halagadores”, también los describe como “frustrantes” debido a la presión mediática y las enormes expectativas que conllevan.
El intérprete, que ha demostrado su versatilidad en películas como Rocketman, Eddie el Águila o Black Bird, parece estar priorizando proyectos más personales y creativos en esta etapa de su carrera, alejados del ruido de los grandes universos cinematográficos.
El futuro de los X-Men en el UCM
Mientras tanto, Marvel Studios sigue trabajando en el desarrollo de su esperado reinicio de los X-Men. Aunque todavía no hay reparto confirmado ni fecha de estreno concreta, la película será clave para el futuro del UCM tras Avengers: Secret Wars. Según varios reportes, se espera que el estudio apueste por un elenco joven con el objetivo de reducir costes de producción y asegurar continuidad a largo plazo.
Antes del reinicio, varios actores de las películas de Fox reaparecerán en Avengers: Doomsday, aunque Hugh Jackman no forma parte del reparto confirmado, tras su regreso en Deadpool & Wolverine el verano pasado. Eso sí, Marvel aún no ha revelado cómo planea introducir oficialmente a los mutantes en su línea temporal principal.
El caso de Wolverine es especialmente delicado. El personaje ha sido una piedra angular del universo mutante en el cine desde el año 2000, y reemplazar a Jackman con un nuevo actor implica un enorme reto de casting, de narrativa y de conexión emocional con el público.
¿Y si el futuro de Wolverine ya está aquí?
Con Egerton descartado y Jackman aparentemente retirado otra vez, una de las alternativas más viables sería retomar el camino de Laura/X-23, la mutante interpretada por Dafne Keen en Logan (2017) y que recientemente volvió a la acción en Deadpool and Wolverine. La actriz ha manifestado su interés en seguir interpretando al personaje, y su presencia en el nuevo universo mutante no solo aportaría continuidad, sino una perspectiva diferente al legado de Wolverine.
Laura ha demostrado ser una figura con el potencial necesario para liderar a una nueva generación de mutantes en el cine. Además, su historia, marcada por la pérdida y la supervivencia, la convierte en una opción atractiva para ser el corazón emocional del nuevo equipo de X-Men, en lugar de tratar de replicar al Wolverine clásico.
¿Una decisión valiente o una oportunidad perdida?
La negativa de Egerton puede interpretarse como una muestra de honestidad y coherencia con su visión del oficio. En una industria cada vez más dominada por las franquicias y las obligaciones promocionales de alto perfil, el actor prefiere seguir explorando su carrera desde un enfoque más artesanal y menos masivo.
Y aunque su nombre quedará inevitablemente ligado a la especulación sobre Wolverine —como ya ocurrió con James Bond—, Egerton ha dejado claro que su prioridad no es convertirse en un símbolo de masas, sino en un intérprete versátil y respetado por su trabajo.
Para los seguidores del UCM, esto puede ser una pequeña decepción. Pero también abre la puerta a nuevas propuestas, nuevos rostros y nuevas formas de reinterpretar uno de los personajes más complejos del universo Marvel.
El relevo de Hugh Jackman sigue siendo una asignatura pendiente para Marvel Studios, pero el camino está abierto. Y tal vez, en lugar de buscar un nuevo Logan, la clave esté en seguir desarrollando lo que Logan ya sembró: un legado que no necesita copiarse, sino evolucionar.
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