Este artículo contiene spoilers del final de Eyes of Wakanda. Si ya viste la serie, aquí te explicamos por qué Marvel ha vuelto a romper sus reglas sobre los viajes en el tiempo… y cómo esto podría cambiar el futuro del MCU.
¿Cuántas veces puede Marvel romper sus propias normas antes de que a nadie le importe? Pues al menos una más… y con estilo animado y vibranium de por medio.
En teoría, el multiverso del MCU tenía reglas claras. Desde Avengers: Endgame, sabíamos que viajar al pasado no modificaba el presente, sino que creaba una nueva línea temporal. Lo repetían como un mantra: no puedes cambiar tu propio futuro, solo crear una ramificación del tiempo. Pero entonces llegó Loki y su TVA con leyes temporales propias. Luego Deadpool & Wolverine hizo trizas el espacio-tiempo sin pedir permiso. Y ahora Eyes of Wakanda, la nueva serie animada de Disney+, directamente se salta las reglas con una reina del futuro que cambia el pasado para corregir su presente. ¿Qué está pasando con los viajes en el tiempo en Marvel?
Así arranca Eyes of Wakanda
Desde su primer episodio, Eyes of Wakanda propone un enfoque distinto dentro del universo Marvel. La serie, que se emite en Disney+ desde el 1 de agosto, es una antología centrada en los Perros de la guerra, esos agentes secretos enviados por Wakanda para recuperar artefactos de vibranium repartidos por el mundo. Cada capítulo explora una época distinta, y aunque parece que estamos ante historias aisladas, todo termina conectando en su episodio final, titulado “The Last Panther”.
Es ahí donde explota el verdadero giro de guion: una misteriosa Black Panther llega del futuro. Viene del año 2525 y tiene una misión clara: cambiar el curso de la historia. Y para hacerlo, tiene que entregar un hacha de vibranium al pasado para que Killmonger la robe y se desencadene toda la historia que ya conocemos en Black Panther (2018).
¿El objetivo? Que Wakanda abra sus fronteras al mundo. Porque en su línea temporal, eso nunca ocurrió… y el planeta fue arrasado por una amenaza alienígena conocida como la Horda.

¿Qué es esto? ¿Endgame? ¿Loki? ¿Días del futuro pasado?
Aquí es donde el caos empieza. Porque Eyes of Wakanda mezcla reglas de varios relatos de viajes temporales.
Por un lado, toma prestado el sistema de Endgame, en el que se viaja físicamente en el tiempo a través de portales cuánticos. Pero al mismo tiempo, el impacto de ese viaje sí modifica el futuro, como si estuviéramos viendo X-Men: Días del Futuro Pasado. Allí, Wolverine cambiaba los eventos del pasado y despertaba en un futuro completamente distinto.
La diferencia es que en Eyes of Wakanda, la viajera no solo altera el pasado, sino que espera que su línea temporal se sincronice con el nuevo futuro que ha ayudado a crear. Un concepto que va contra lo establecido en Vengadores: Endgame, donde alterar el pasado no influía directamente en tu propia línea.
El contexto importa: ¿por qué ahora?
La decisión de romper las reglas del tiempo no es arbitraria. Marvel no solo está jugando con las leyes de la física para lucirse; está usando los viajes temporales como una herramienta para hablar de lo que realmente importa: el legado de Wakanda.
Esta serie no busca preparar el terreno para la próxima película de los Vengadores ni para un gran crossover multiversal (aunque no lo descartes del todo). Lo que quiere es contar una historia íntima, poderosa, que explique por qué Wakanda necesitaba abrirse al mundo. Y lo hace desde un nuevo punto de vista: el de los agentes secretos que arriesgaron su vida en misiones imposibles, y el de una futura reina que carga con el peso de una nación condenada por el aislamiento.
Wakanda contra la historia

La clave del último episodio está en una decisión aparentemente sencilla: devolver o no el hacha. Esa pieza de vibranium no solo es un arma, sino un símbolo. Si la entregan, Killmonger podrá robarla y el curso de los acontecimientos seguirá como lo conocemos: T’Challa abrirá Wakanda al mundo y el futuro cambiará. Si no lo hacen, la historia se desvía y el futuro de la reina desaparece en un mar de cenizas.
Pero esto no se trata de una paradoja técnica, sino de una elección moral. Los protagonistas del presente, Tafari y Kuda, no entienden del todo lo que implica. Solo ven imágenes de destrucción del futuro y deben confiar en una desconocida. Es una metáfora perfecta del dilema político de Wakanda: ¿confiar en el mundo o seguir protegiéndose en la sombra?
¿Es canon? ¿Forma parte del MCU?
Aquí está el otro punto jugoso. Eyes of Wakanda forma parte de la llamada sagrada línea de tiempo del MCU. No es una historia alternativa de What If…?, aunque muchos la están comparando con esa serie por el tono más experimental. De hecho, se conecta directamente con los eventos de Black Panther, y el episodio con el Iron Fist jorani amplía aún más el lore de Marvel en Asia.
Sin embargo, su uso del tiempo plantea preguntas incómodas. ¿Por qué aquí sí se puede modificar el pasado? ¿Dónde está la TVA cuando pasan estas cosas? ¿Qué ocurre con las ramificaciones temporales? La respuesta oficial es que… no hay respuesta. Marvel parece haber abrazado la ambigüedad y la flexibilidad total en sus reglas multiversales.
No es la física, es el mensaje
Aunque los fans más puristas estén rascándose la cabeza con diagramas de líneas temporales y relojes cuánticos, Eyes of Wakanda no busca ser un manual de física. Su uso del viaje temporal es temático, no técnico. La serie quiere hablar de la responsabilidad histórica, del impacto de nuestras decisiones en generaciones futuras, y del dolor que produce cargar con el peso de un pasado sin redención.
En ese sentido, recuerda más a los debates filosóficos de Loki que a las reglas rígidas de Endgame. El sacrificio de la reina del futuro, que no puede volver a casa, se parece mucho al de Loki al final de su segunda temporada. Y como en ese caso, el mensaje es más fuerte que las normas del tiempo.
¿Y ahora qué?

Con su final, Eyes of Wakanda abre un nuevo frente narrativo dentro del MCU: historias donde el tiempo es maleable, pero no para crear efectos especiales, sino para cambiar el corazón de los personajes. La serie no necesita cameos de los Vengadores ni menciones a una guerra multiversal. Le basta con contarnos cómo un pequeño acto de fe puede alterar el curso de toda una nación.
Pero esto no es del todo nuevo. Fue el propio Steve Rogers quien abrió esta puerta al final de Avengers: Endgame. Cuando viajó al pasado para devolver las Gemas del Infinito, no volvió al presente con sus compañeros. Decidió quedarse en el pasado y vivir una vida con Peggy Carter, alterando así una línea temporal clave del MCU. El Capitán América rompió las reglas que él mismo ayudó a definir… y el universo lo aceptó sin consecuencias aparentes.
Ese momento, celebrado como un cierre poético para su arco, demostró que incluso en la “sagrado línea de tiempo” hay margen para la emoción por encima de la lógica. Y Eyes of Wakanda sigue esa misma línea emocional, usando el viaje en el tiempo no como un recurso narrativo frío, sino como una forma de explorar el legado, la identidad y el sacrificio.
Así que la pregunta ahora no es si las reglas del tiempo pueden romperse, sino qué historias pueden contarse cuando las emociones importan más que la física cuántica. Si Steve pudo tener su baile con Peggy, ¿quién puede culpar a la reina del futuro por intentar salvar Wakanda? El MCU parece decirnos: las reglas existen… hasta que el corazón las desafía.
Eyes of Wakanda ya está disponible en Disney+. ¿Te atreves a seguir el viaje a través del tiempo vibranium en mano?




