Durante cinco años, Star Wars se atrevió a hacer algo distinto. Muy distinto. No fue una serie, ni una trilogía, ni un spin-off con cameos de Skywalkers. Fue un experimento editorial que cambió las reglas del juego: The High Republic (La Alta República), una historia contada a través de decenas de novelas, cómics, audiolibros y más. Ahora, ha llegado a su fin. Y con él, se cierra una era que fue tan ambiciosa como inesperada.
El 30 de julio de 2025 se publicó oficialmente The High Republic: The Finale, un cómic especial subtitulado The Beacon que pone punto final al proyecto. La historia termina con una frase contundente: «una celebración, una decisión, un destino sellado». Y aunque aún hay más galaxia por explorar, esta etapa queda atrás. Pero, ¿qué fue exactamente The High Republic? ¿Por qué ha durado tanto? ¿Y qué nos deja?
Star Wars sin Skywalkers
Cuando Lucasfilm anunció en 2020 que Star Wars se embarcaría en una iniciativa completamente editorial ambientada 200 años antes de La amenaza fantasma, muchos se quedaron con cara de «¿cómo?». Nada de películas, ni de series al principio. Solo libros, cómics y otras publicaciones. Y sí, funcionó. The High Republic nos llevó a una galaxia donde los Jedi estaban en su apogeo y los villanos no se apellidaban Palpatine.
La primera novela fue Light of the Jedi, escrita por Charles Soule, pero la semilla del proyecto se plantó incluso antes, en 2018, bajo el nombre de Project Luminous. Un grupo selecto de autores (Cavan Scott, Justina Ireland, Claudia Gray, entre otros) se reunió en Skywalker Ranch para crear algo completamente nuevo dentro de Star Wars. Les dieron carta blanca. Y no la desaprovecharon.
Fases como si fuera Marvel… pero con sable láser
The High Republic
Para entender la dimensión del proyecto, hay que mirar sus tres grandes fases:
Fase I: Light of the Jedi (2021-2022)
Incluyó 5 relatos cortos, 3 novelas principales, cómics, dramas sonoros y más. Era el arranque y nos presentó a personajes clave como Avar Kriss o Marchion Ro.
Fase II: Quest of the Jedi (2022-2023)
Una precuela ambientada 150 años antes, con nuevas aventuras, y más variedad de formatos: hasta mangas se sumaron a la fiesta.
Fase III: Trials of the Jedi (2023-2025)
El regreso al presente de esta línea temporal. El clímax. La fase que nos ha traído The High Republic: The Finale, el cierre definitivo de este ciclo.
Star Wars consiguió que todo estuviera conectado, como una gran serie de televisión contada en papel y viñetas. Cada novela, cada cómic y cada audio tenía su parte del puzzle. Y eso, aunque ambicioso, también fue una de sus debilidades.
Luces, sombras y mucha valentía
¿Qué tuvo de bueno este experimento? Mucho. Para empezar, Star Wars se atrevió a explorar un periodo inédito en el canon. Nada de reciclar a Luke, Vader o el Halcón Milenario. Todo era nuevo. Personajes, villanos, conflictos, planetas. Era una bocanada de aire fresco.
También destacó el enfoque colaborativo. En vez de depender de un solo creador, The High Republic se construyó entre cinco autores con total libertad narrativa. ¿El resultado? Una mitología nueva dentro de la saga.
Pero no todo fue perfecto. La interconexión extrema provocó que, para entender bien todo lo que pasaba, tuvieras que leerte absolutamente todo: novelas juveniles, cómics secundarios, dramas de audio… Y eso, para muchos lectores, fue una barrera.
Además, algunos arcos argumentales resultaron algo repetitivos, sobre todo en la Fase I. Villano ataca, Jedi responde, se revela una traición y vuelta a empezar. Con tanto contenido, mantener la frescura fue un reto.
¿Y ahora qué pasará con Star Wars y la era de la Alta República?
Aunque el cómic The Beacon ha puesto el broche final a la iniciativa editorial, eso no significa que Lucasfilm vaya a olvidar esta era. De hecho, ya la ha explorado en otras formas: The Acolyte, la serie de Disney+, se sitúa en los últimos años de la Alta República. Y Young Jedi Adventures, la serie animada, también bebe de ese periodo.
The High Republic: The Finale
¿Es posible que veamos más? Sin duda. Una adaptación animada al estilo The Clone Wars o Rebels sería la forma más lógica (y económica) de traer estas historias al formato audiovisual. Llevar The High Republic al cine sería carísimo. Pero una serie animada, con estilo reconocible y estructura de temporadas, podría funcionar perfectamente.
Otra opción es continuar con novelas o cómics ambientados en esa época, pero sin el nivel de interconexión previo. Relatos más independientes, más accesibles, que permitan seguir explorando sin obligar al lector a devorar 50 títulos.
Un experimento que vale la pena repetir
Puede que no todos los lectores hayan seguido The High Republic de principio a fin. Pero el legado de este proyecto en el universo de Star Wars es innegable. Abrió puertas narrativas, introdujo nuevos códigos morales Jedi y demostró que la saga todavía tiene muchísimo que ofrecer fuera del linaje Skywalker.
¿Volverá una iniciativa así en el futuro? Tal vez. Si algo ha demostrado The High Republic es que hay hambre por historias nuevas, por explorar más allá del Imperio y la Rebelión, por conocer otras generaciones de Jedi, otras amenazas y otras formas de entender la Fuerza.
Star Wars ha cerrado una etapa valiente y ambiciosa. Cinco años de narrativa expansiva que, con sus aciertos y errores, ha enriquecido la galaxia muy, muy lejana. Puede que The High Republic haya terminado, pero sus personajes, su estética y sus historias aún tienen mucho que contar. Solo es cuestión de tiempo que vuelvan… de otra forma.
Todas las series y películas de Star Wars están disponibles en Disney Plus con este enlace.
