Nadie la tenía en su radar. Nadie apostaba por ella. Y sin embargo, ahí está: en lo más alto de Netflix en pleno 2025, superando a estrenos nuevos y generando una avalancha de comentarios en redes. Rampage, la película de ciencia ficción protagonizada por Dwayne Johnson, ha vuelto con más fuerza que nunca y nadie se explica del todo por qué.
Estrenada en 2018, esta película de ciencia ficción y acción con monstruos gigantes y un gorila entrañable parecía haber quedado enterrada entre los múltiples proyectos del actor conocido también como The Rock. Pero ahora ha resurgido gracias al algoritmo, la nostalgia y según algunos, porque es justo el tipo de espectáculo que el público está deseando ver. Sin superhéroes con traumas existenciales ni multiversos enredados. Solo Dwayne Johnson, criaturas gigantes y una ciudad en ruinas. ¿Hace falta algo más?
Dwayne Johnson lo vuelve a hacer con esta película de ciencia ficción
El éxito inesperado de Rampage en Netflix ha sido confirmado por FlixPatrol, que monitoriza el comportamiento de los usuarios en plataformas de streaming. La película se ha colado en el top 10 de varios países, incluyendo España, donde su mezcla de acción sin complejos y criaturas colosales ha conquistado al público.
Lo curioso es que esta no es la película de ciencia ficción más recordada de Johnson. Cuando se piensa en él, vienen a la cabeza títulos como Jumanji, San Andreas o incluso Black Adam. Pero Rampage tiene algo especial: es sencilla, directa y visualmente espectacular. Y, sobre todo, no se toma demasiado en serio. Es justo lo que mucha gente necesita ahora mismo, en un año en el que hasta Superman o Los Cuatro Fantásticos han tenido que luchar por conquistar al público con unas historias más emocionales.
Dwayne Johnson
¿De qué va Rampage exactamente?
La premisa de esta película de ciencia ficción es tan loca como entretenida. Johnson interpreta a Davis Okoye, un primatólogo que trabaja con gorilas en San Diego y mantiene una relación muy especial con George, un gorila albino que sabe comunicarse mediante lenguaje de signos. Todo se complica cuando un experimento genético en el espacio sale mal y tres objetos con un misterioso patógeno caen a la Tierra.
Uno de ellos impacta directamente en el hábitat de George. Otro llega a Wyoming y convierte a un lobo en una criatura descomunal. El tercero acaba en los Everglades, donde un cocodrilo muta hasta convertirse en un monstruo digno del final de temporada de cualquier serie de Kaijus. ¿El resultado? Una batalla campal entre bestias modificadas genéticamente y un tipo con mucho músculo que intenta detenerlas.
Porque sí, cuando hay caos, Dwayne Johnson aparece. Es parte del contrato con la humanidad.
Humor, destrucción y un reparto muy divertido
Rampage no solo apuesta por los efectos visuales. También tiene un reparto que sabe exactamente en qué tipo de película de ciencia ficción está. Naomie Harris, Malin Akerman, Jake Lacy, Joe Manganiello y un divertidísimo Jeffrey Dean Morgan, que parece estar pasándoselo en grande cada vez que aparece en pantalla.
La dinámica entre Johnson y Morgan es uno de los grandes aciertos de la cinta. Hay humor, hay guiños y hay química. Y todo en medio de una historia que no deja respirar al espectador, con explosiones, helicópteros derribados, rascacielos en ruinas y animales mutados que parecen salidos de una pesadilla con presupuesto.
película de ciencia ficción de Dwayne Johnson
Una historia con pasado… y con mutaciones
Lo que muchos no saben es que Rampage está basada en un videojuego clásico de los años 80. En él, los jugadores controlaban criaturas gigantes que destrozaban edificios. No había mucha trama, pero sí diversión. La película de ciencia ficción toma esa premisa básica y la convierte en algo más narrativo, sin perder el espíritu desenfadado del original.
Y aunque en su día la crítica la trató con cierta frialdad (un 51% en Rotten Tomatoes), el público fue mucho más generoso. Recaudó más de 428 millones de dólares en todo el mundo y, como suele pasar con muchas cintas de este tipo, ha encontrado su verdadero hogar en el streaming.
¿Por qué ahora?
La respuesta probablemente sea una combinación de factores. En un año donde las grandes franquicias están replanteando sus estrategias (sí, Superman incluido), películas como Rampage se sienten refrescantes. No hay tramas complejas, ni conexiones con las diez películas anteriores. Solo una historia que arranca y explota en tu cara con monstruos gigantes y humor sin filtros.
Además, el regreso de Johnson a proyectos más centrados en acción directa también ha ayudado a revalorizar este tipo de títulos. Mientras prepara nuevas entregas de San Andreas y otros proyectos de alto voltaje, su catálogo pasado vuelve a brillar.
Curiosidades de esta película de ciencia ficción
Alexandra Daddario, quien trabajó con Johnson en San Andreas, rodó una escena para Rampage que fue eliminada del montaje final. Interpretaba a una instructora de buceo que se encontraba con un calamar mutante. Suena a clásico instantáneo, pero nunca llegó al público.
La escena inicial con Marley Shelton en la estación espacial es tan intensa que muchos creen que pertenece a otra película. Y sí, es un comienzo de esos que no se olvidan.
El cocodrilo gigante que aparece al final, bautizado por los fans como “Lizzie”, se roba el show en la batalla final, demostrando que a veces menos diálogo y más mordiscos es la clave del éxito.
En resumen…
Rampage no es una obra maestra. No lo pretende. Es puro entretenimiento con uno de los actores más carismáticos del planeta, monstruos gigantes, humor explosivo y una historia que se disfruta como un paseo en montaña rusa. Su éxito en 2025 no es casualidad: es una respuesta directa al hartazgo del público con historias sobrecargadas y universos expandidos.
Mientras Superman intenta redibujar su identidad para las nuevas generaciones, Rampage simplemente se divierte destrozando rascacielos. Y a veces, eso es justo lo que necesitamos.
