La última cacería es la tercera entrega de la serie de Predator publicada por Marvel, con guion de Ed Brisson y dibujo de Netho Diaz. Es un nuevo capítulo en la historia de Theta, la chica que persigue y caza depredadores. El tiempo ha pasado y la caza escasea.
Este nuevo arco argumental arranca cuando ya ha pasado un tiempo desde los primeros encuentros con los cazadores espaciale. Su misión de acabar con los Yautja empieza a ser descubierta por ellos, y eso la convierte en objetivo. Ahora los depredadores empiezan a esquivarla, a cambiar sus rituales, a adaptarse. Esto la lleva hasta un planeta donde se encuentra con un grupo de supervivientes de cazadores intergalácticos, y entre ellos está John Shaeffer, un personaje clásico dentro de los cómics de la saga.
No solo Theta considera un asunto familiar la caza de Predators
John protagonizó las primeras series de Predator en Dark Horse, y se presentó como el hermano del personaje de Arnold Schwarzenegger en la película original del 87. Ha aparecido en varias series como protagonista o miembro de equipos anti depredadores. Como aquella que significo el pistoletazo de la franquicia en las viñetas y que aquí se tituló La jungla de asfalto, y que puedes encontrar recopilada en los integrales que está publicando ahora Panini.
Una saga que continúa lo ya hecho

En general, esta saga nueva no está mal, pero tampoco ha aportado nada especialmente novedoso al universo Predator. El hecho de situarla en el futuro parece que busca encajarla más o menos con la línea temporal de Alien, que también está publicando Marvel, pero no termina de destacar. La historia es bastante clásica, una cacería al uso, parecida a muchos cómics que ya se hicieron en su día.
Brisson se esfuerza en mantener la acción constante, en desarrollar un poco la filosofía de estos cazadores y en presentar personajes que les planten cara, pero después de tres volúmenes la fórmula empieza a cansar un poco.
Este último tomo, eso sí, intenta darle una vuelta. Ya no se trata solo de una caza, sino de un desafío directo: uno de los depredadores quiere acabar con la persona que los está cazando. Ahí la dinámica cambia un poco.
Un arte funcional y uniforme
El dibujo está bastante bien. A mí me gusta mucho porque, en algunos momentos, me recuerda a Pepe Larraz. No llega ni de lejos a su nivel, pero tiene algo de esa energía narrativa. De los artistas, Francisco Manna es el que más me convence. Dálton Santos, en cambio, me parece más descuidado, o al menos más directo y simple, más centrado en la acción. Aun así, tiene momentos buenos y, como digo, en la narrativa visual hay momentos que funcionan muy bien.
Los protagonistas siguen sin ser los Yautja
Es un cómic de acción, sin giros locos ni intentos de cambiar el formato. Se lee fácil, es entretenido y mantiene el nivel que ha tenido Marvel desde que tomó la licencia. Pero tampoco amplía el universo, simplemente continúa lo que ya había hecho Dark Horse. Echo en falta algo más de desarrollo del lore, algo más en la línea de lo que hizo Alien o incluso Pantera Negra vs Predator, donde al menos se presentaban ideas nuevas, tecnologías diferentes, otras formas de plantear el conflicto.
En resumen, un cómic decente, bastante entretenido, que mantiene el nivel de la saga pero que, salvo por algunos detalles, no aporta nada especialmente nuevo.
Predator 3: La última cacería
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Durante años, Theta Berwick ha estado matando depredadores en su búsqueda del que mató a sus padres. Ahora está en una misión para liberar a los humanos cautivos de la reserva de caza de los depredadores. Pero incluso una cazadora experimentada como Theta puede convertirse en presa.




