Y llegó el día en que Steve Rogers / Capitán América nos dejó, pasó a mejor vida, o no, en una conspiración que alargaría sus brazos durante mucho tiempo y que iremos viendo reseña a reseña, mes a mes, en Cinemascomics. Panini Comics dispone a los portadores de su ataúd ante una circunstancia nunca antes vista.
Las circunstancias de peso
Ver morir al Capitán América, asesinado en las escaleras de acceso a la Corte de Justicia donde iba a ser juzgado por los sucesos acaecidos durante la Civil War superheroica, es equiparable a otras muertes significativas en la sociedad norteamericana. No son pocos los presidentes del país que sufrieron magnicidio, nada menos que cuatro de ellos no pudieron acabar su mandato por verse sometidos a las armas que portaban sus asesinos.
El primero de ellos fue Abraham Lincoln, en 1865. El último John F. Kennedy, en 1963. Los otros dos fueron James A. Garfield en 1881 y William McKinley en 1901. De los dos primeros citados aquí ha trascendido para la posteridad el nombre de sus asesinos como parte del imaginario de la sociedad, sin embargo no tanto el de los otros dos (aunque ajusticiados a muerte por sus delitos los presidentes terminaron falleciendo bastantes días después, por complicaciones en sus heridas). John Wilkes Booth y Lee Harvey Oswald todavía llenan páginas de tinta, mientras Charles Julius Guiteau y Leon Czolgozs no han trascendido tanto.
Por eso, escarbar en el asesinato de Steve Rogers, con el uniforme del Capitán América puesto, aunque sin la máscara, nos lleva a determinar que el causante principal es su mayor némesis. No es el ejecutor de los disparos, eso lo relega para secuaces mejor capacitados para apretar el gatillo, pero suyo es el plan ejecutor. Calavera o Sharon Carter solo son piezas del puzle que ha dispuesto Johann Schmidt, Cráneo Rojo.
Esto dota al conjunto de mayor relevancia, el héroe cae ante el villano que mejor le define, la lucha contra el nazismo y a favor de la libertad, que lleva sobre sus espaldas desde que fue sometido al suero de supersoldado y se convirtió en el único de su especie.

Tony Stark, Director de SHIELD
Una vez enterrado Rogers / Capitán América como consecuencia primera del conflicto, toca ver un poco más en detalle lo que sucede con aquellos que le rodeaban.
Si bien es cierto que asistir a la revelación de la implicación de Sharon Carter en el asesinato, por causa de su condicionamiento mental provocado por el Doctor Fausto, otro de los que se ponen al servicio de los planes de Cráneo Rojo, ya es de por sí un golpe severo, lo es más todavía ver el sufrimiento de la propia Agente 13, que dentro de su sentimiento de culpa ni siquiera es dueña de sus actos para poder sacarlo fuera. Una tortura psicológica añadida al hecho de haber colaborado de forma involuntaria en la muerte de su amado.
Pero el drama alcanza otras cotas cuando el elegido para dirigir SHIELD es ni más ni menos que el líder del bando pro registro, Iron Man. Aunque Tony Stark representa a un héroe comprometido con la causa, su actividad como jefe del servicio de espionaje mundial puede ir en contra de los intereses de los amigos del Capi.
Un elemento que no sabes si va a remar a tu favor o te va a perjudicar, aunque el enemigo lo pueda tener en una agente doble cuya lealtad pueda verse comprometida, Natasha Romanov, o como le gusta más llamarla al Soldado de Invierno, Natalia, la sin par Viuda Negra. Añadiendo al listado a Sam Wilson, el Halcón, vamos tejiendo la que va a ser la dosis de protagonistas habituales en las futuras entregas de este Marvel Saga.
El regreso de Steve Epting
Durante el pasado volumen del Capitán América notamos su ausencia pero el buen hacer de Mike Perkins, cuyas labores van a pasar a ser las de entintador de los dibujos de Epting, solventaron cualquier conato de rebelión al mantener un estilo similar al del ilustrador titular de la cabecera.
En la retina, nos deja esta entrega a ese Capitán América postrado en las escalinatas, esposado a la espalda y sin apenas defensa ante lo que está sucediendo momentos antes de su fallecimiento. Una imagen que dio la vuelta al mundo en los informativos de multitud de cadenas de televisión. Una repercusión que pocas veces vemos los que somos amantes del noveno arte.
Pocas veces nos encontramos ante unos episodios tan redondos, en los que Ed Brubaker desliza en capítulos cortos todo lo que va sucediendo al mismo tiempo. Nada de relajarse, un ritmo frenético.
Si nunca habías tenido la oportunidad de explorar este momento de la historia del Capitán América este Marvel Saga TPB es el momento de subirse al carro y experimentar al menos los dos primeros años de la etapa de Bru y Epting, totalmente un “must have”, esto no puede faltar en tu colección, aunque el Capitán América no esté entre tus personajes favoritos.
MARVEL SAGA TPB Capitán América Tomo 5: La muerte del Capitán América
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Desde las páginas de Civil War, llega la mayor historia del Capitán América jamás contada. Ed Brubaker y Steve Epting desarrollan el relato que nunca creíste que llegarías a leer, un magnicidio cuyas repercusiones alcanzarán a todo el Universo Marvel. Aquí tienes la saga que sacudió a toda una generación de lectores y llegó hasta el último lugar del planeta. Aquí tienes la muerte del Capitán América.




