Tras Masacre, Matanza, Lobezno, Elektra, el Caballero Luna o los Marvel Zombies, le llega el turno al emblema de Marvel por excelencia, el Asombroso Spiderman en la versión de su traje negro, simbionte o tela. Panini Comics se retrae a los años ochenta para revisitar el nacimiento del simbionte en las páginas de Secret Wars.
No siempre funciona
Lo hemos visto con otros personajes y ahora nos sucede con Spiderman y su identidad secreta como Peter Parker. No todas las veces que nos hallamos ante este tipo de publicaciones el volumen termina por funcionar, la compilación de historias cortas de diez o menos páginas cuenta con muchos altibajos, pequeños destellos de luz y otros homenajes que no terminan de llegarnos en toda su majestuosidad.
Varias de las historias contenidas, independientemente de los autores que las llevan a cabo, se quedan a medio camino en su intento por ofrecer una visión renovada de lo que fue para Parker portar al simbionte, o ni siquiera, algunas de las últimas incluso exploran momentos en los que el uniforme ya no era un ser vivo sino una confección de tela.
Gráficamente Spiderman: Traje negro y sangre resulta impecable en su factura aunque apreciamos que alguno de los episodios abusa del color, aunque sea en una paleta reducida, dejando el blanco y negro con leves tintes de rojo de otras entregas anteriores en algo anecdótico. Sin ir más lejos, las páginas de Fran Galán sirven de ejemplo perfecto de ello. El blanco es el color que queda en excepción. Desde aquí romper una lanza por este autor español, pues a lo largo de la publicación queda prácticamente olvidado para Panini, pues ni aparece referenciado en el artículo final de autores ni está en el listado completo de los mismos al acabar el tomo… ni siquiera en la contraportada. Como si tuvieran alguna polémica en marcha.
Fernández y Cabal
En este tipo de ediciones nos gusta presumir de lo patrio y los otros dos ilustradores españoles que participan en la antología de relatos del traje negro de Spiderman son Javi Fernandez y Juann Cabal, ambos con una calidad y prestigio más que contrastados, completando junto a Galán un triángulo que une Sevilla con Barcelona y Oviedo. Alyssa Wong, Greg Weisman y Al Ewing les abastecen de argumentos pero solo la última de ellas, la de Ewing y Cabal aportan una historia verdaderamente sorprendente, ofreciéndonos una narración que nunca habíamos podido imaginar durante las Secret Wars.
Entre los demás autores de Spiderman: Traje negro y sangre las únicas luces nos llegan mayormente por parte de alguno de los autores más clásicos, como J.M. DeMatteis, David Michelinie, J. Michael Straczynski o Dan Jurgens, siendo los experimentos de los autores que actúan de forma completa, mayormente dibujantes habitualmente con poca experiencia realizando sus propias tramas, los que más flojean, con Dustin Nguyen o Leonardo a la cabeza, quedando como excepción la última de las aventuras narradas, en manos de Hayden Sherman.
Los guionistas que han marcado una época en Marvel saben sacar provecho de situaciones ya conocidas, dando una nueva vuelta de tuerca, como cuando Straczynski aprovecha para ampliar el conocimiento sobre esa huella que queda de forma permanente en aquellos que han llegado a portar alguna vez a un simbionte. O las páginas de Jurgens con una pelea muy intensa bajo la nieve entre Spiderman, Daredevil y Bullseye.
No siempre se puede aspirar al notable
Porque entre el resto de lo que nos queda por remarcar solo tenemos otra luz, la de G. Willow Wilson, que junto a Valentina Pinti nos trae una actividad delictiva junto a la Gata Negra que puede ayudar a salvar el mundo mientras se apoderan de una tecnología conflictiva protegida en la Embajada de Latveria. Allí podemos ver uno de esos ejemplos del traje de tela spandex que no aportaba nada extra a los poderes del trepamuros, mientras se nos recuerda lo que pudo ser y no fue entre Felicia y Peter, con delicadeza y un inteligente sentido del humor para encarar las situaciones más delicadas.
Pero parados salen los demás, desde Erica Schultz a Justine Ireland, que completan junto a otros ya citados esas historias que no terminan de llegar al corazón del lector.
El resto de dibujantes que también colaboran y de los que no hemos hablado aun son: Elena Casagrande, Sumit Kumar, Marcelo Ferreira, Netho Diaz y Tadam Gyadu, pero como os hemos comentado anteriormente no es la calidad gráfica la que muestra subidas y bajadas. Si te gusta esta línea no puedes dejar de cubrir este hueco, pero si solo eres un fan de Spiderman que ve aquí una oportunidad de profundizar en el personaje, sobre la premisa de una nueva forma de ver las ilustraciones, igual no debes de pasar por este trago.
Spiderman: Traje negro y sangre
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
En celebración de las cuatro décadas de existencia del traje negro de Spiderman, una alineación de artistas y escritores de primer orden nos ofrece nuevos relatos ambientados en aquella época. Entre ellos, leyendas arácnidas como J. M. DeMatteis, J. Michael Straczynski o David Michelinie se unen a sangre nueva, como la de Fran Galán, o autores poco habituales en Marvel, como Dustin Nguyen.
