Puede que Superman haya cambiado de cara, de universo y hasta de logo, pero hay algo que sigue muy presente en su nueva versión de 2025: ese estilo que solo James Gunn sabe aplicar cuando una pelea se convierte en espectáculo total. Y no hablamos solo de coreografías o efectos especiales, sino de algo más musical.
Porque sí, Superman (2025) tiene una de esas escenas que se te quedan grabadas no solo por lo que pasa, sino por cómo suena. Y lo curioso es que el protagonista de esa secuencia no es Superman, sino un personaje que hasta ahora había pasado bastante desapercibido para el gran público.
Una tradición muy Gunn que continua en Superman
Si hay algo que Gunn ha perfeccionado a lo largo de sus películas de superhéroes es esa habilidad para convertir una secuencia de acción en un videoclip cargado de emociones, ritmo y personalidad. Lo hizo con los Guardianes y su música setentera. Lo repitió con Harley Quinn bailando en plena masacre al ritmo de jazz. Y ahora lo vuelve a hacer, pero en el universo DC, con un personaje que se roba por completo la atención en mitad del caos.
Margot Robbie en El escuadrón suicida (2021)
La escena en cuestión no tiene a Superman como foco. De hecho, en ese momento el kryptoniano está atrapado en una dimensión paralela, encerrado por culpa de un Lex Luthor interpretado con malicia fría por Nicholas Hoult. Quien toma las riendas para rescatarlo no es otro que Lois Lane, y con ella, un inesperado aliado: Mister Terrific, interpretado por Edi Gathegi.
Superman (2025)
Un héroe inesperado
Lo que ocurre después es una secuencia de acción que bien podría figurar entre las mejores del cine de superhéroes de los últimos años. El lugar: una playa fortificada por LexCorp, protegida por soldados mecanizados llamados raptors y empleados de laboratorio armados hasta los dientes. El objetivo: liberar a Superman de su prisión interdimensional. La sorpresa: que quien lo consigue no es el kryptoniano, sino un humano con inteligencia superior, gadgets propios y una banda sonora impecable.
Mientras suenan los acordes de «5 Years Time» de Noah and the Whale, Mister Terrific entra en acción. Sus esferas T, esos dispositivos flotantes que funcionan como armas, escudos y cerebros tácticos al mismo tiempo, le permiten acabar con decenas de enemigos sin apenas despeinarse. Y lo hace con estilo, precisión quirúrgica y una sonrisa calmada que recuerda a los mejores momentos de Yondu o Rocket Raccoon en las películas de Marvel.
Guardianes de la Galaxia
¿Por qué esta escena funciona tan bien?
La clave está en el montaje. La secuencia de la película Superman no es solo espectacular por sus efectos o su música, sino por cómo todo encaja: los movimientos de cámara, el ritmo de los golpes, los planos secuenciales y esa sensación de estar viendo algo coreografiado al milímetro. Cada impacto, cada explosión, cada giro de cámara parece sincronizado con el estribillo de la canción. Es cine de acción con alma de videoclip. Y eso, cuando se hace bien, es pura magia.
Además, Gunn sabe cómo subir el valor emocional del momento. Lois Lane, protegida por un escudo en mitad del enfrentamiento, observa todo lo que ocurre con una mezcla de asombro y alivio. No es solo una escena de golpes, es una demostración de confianza, de estilo y de que el universo DC empieza a encontrar su propia voz.
No es la primera vez que Gunn lo hace
Este tipo de escenas ya se han convertido en marca de la casa. Basta recordar el pasillo brutal en Guardianes de la Galaxia Vol. 3, donde los protagonistas destrozan a los soldados de OrgoCorp al ritmo de «No Sleep Till Brooklyn», en una toma continua que parecía imposible de rodar. O el escape sangriento de Harley en The Suicide Squad, adornado con flores animadas y «Just a Gigolo» de fondo. Incluso la masacre de los Ravagers en Guardianes Vol. 2 con «Come a Little Bit Closer» es ya un clásico moderno.
Lo importante no es solo el tema musical, sino cómo se utiliza para resaltar quién es el personaje. En este caso, Mister Terrific no es solo un tipo inteligente con juguetes avanzados: es alguien que lucha con elegancia, que piensa más rápido que sus enemigos y que brilla incluso cuando Superman no está en escena.
¿Quién es realmente Mister Terrific?
Aunque en los cómics es un miembro recurrente de la Justice Society of America, en el cine todavía era un desconocido. James Gunn lo convierte aquí en el primer gran fichaje sorpresa del nuevo DCU. Su inteligencia, su estética visual con las esferas voladoras y su tono serio pero carismático lo colocan como un posible favorito del público. No sería raro que pronto tuviera su propia serie o spin-off, especialmente si DC Studios quiere expandir su nueva etapa con personajes menos conocidos.
Superman (2025) no solo marca el inicio de una nueva etapa para el personaje más icónico del cómic americano, sino también una declaración de intenciones de su director. James Gunn no quiere solo hacer películas de superhéroes, quiere que se sientan distintas. Que tengan color, humor, humanidad… y sobre todo, identidad.
Y escenas como la de Mister Terrific son una prueba clara de que va por buen camino. No es solo un guiño a su estilo habitual, es una forma de decir: esto también es DC. Aquí también hay música, ritmo y alma. Y si eso implica convertir a secundarios en protagonistas, aún mejor.
