Hay tráilers que te enseñan demasiado. Otros que no dicen nada. Pero el nuevo avance de Predator: Badlands consigue lo más difícil: mostrar muchísimo… sin revelar casi nada. Y lo poco que deja ver es suficiente para abrir la puerta a una alianza inesperada, un cambio de rumbo para la franquicia y, sí, una conexión clara con Alien.
Porque esto ya no va solo de cazadores. Va de evolución. De exiliados. Y de lo que ocurre cuando juntas a un joven Yautja con una androide parlanchina en el planeta más letal que Weyland-Yutani ha pisado jamás.
Predator: Badlands presenta a un Predator que habla, un androide con doble rol… y un planeta lleno de criaturas imposibles
Esta nueva entrega llega cargada de novedades, y el tráiler las dosifica con inteligencia. No es solo que veamos acción. Es que esta vez hay una historia. Una que se cuenta sin humanos (por decisión del director Dan Trachtenberg), donde el joven Predator Dek (Dimitrius Schuster-Koloamatangi) y la androide Thia (interpretada por Elle Fanning) se convierten en la pareja más improbable del año.
La sinopsis nos lleva a un planeta remoto del futuro. Pero no cualquier planeta: este es un lugar plagado de monstruos, secretos y peligros que exigen algo más que fuerza para sobrevivir. Dek no es el típico guerrero. Según su propio creador, es el “runt of the litter”, el “hermano pequeño” que nadie toma en serio. Pero es justamente eso lo que lo convierte en interesante.
Por su parte, Thia es una creación de Weyland-Yutani, y no está sola: el tráiler deja caer que Fanning interpretará también a otro personaje, aunque no se ha revelado cuál. La química entre ambos promete, con Thia hablando sin parar y Dek comunicándose con gestos, gruñidos y, posiblemente, algo más.
¿Una nueva conexión oficial entre Predator y Alien?
Predator: Badlands no es Alien vs. Predator. Pero el tráiler lo deja claro: la conexión ya existe. Hay referencias visuales, menciones sutiles, e incluso detalles del diseño que remiten al universo de los xenomorfos. No hay que olvidar que Weyland-Yutani es la pieza que une ambos mundos, y ahora que un androide de su propiedad viaja en la espalda de un Yautja… las posibilidades se multiplican.
No se trata sólo de referencias. Se siente como un paso firme hacia algo más grande. Algo que podría explotar en futuras entregas. Y eso, viniendo del director de Prey, es una promesa potente.
Predator: Badlands
Predator: Badlands es un paso más allá de Prey, pero con la misma esencia
Dan Trachtenberg no se conformó con repetir fórmula. Después del éxito de Prey, el director tenía claro que quería ir más allá. De hecho, tenía tres ideas: una fue Killer of Killers, otra es esta Predator: Badlands, y la tercera… aún no ha llegado.
Aquí ha apostado por un tono más aventurero, más cercano a una buddy movie violenta y postapocalíptica. La relación entre Dek y Thia es el eje. Y eso es lo que hace diferente a Predator: Badlands, ya que no es solo una historia de cazadores y presas. Es una historia de dos forasteros que deben confiar el uno en el otro para sobrevivir.
Acción, humor y una buena dosis de personalidad
El tráiler muestra secuencias de combate, criaturas alienígenas que parecen salidas de una pesadilla y un montón de gadgets nuevos. Pero lo que más destaca es el tono: hay tensión, sí, pero también diálogos que funcionan, momentos de humor y una dinámica entre los protagonistas que recuerda (salvando las distancias) a The Mandalorian, con ese “Yoda-style” en el que Thia viaja a la espalda de Dek.
Predator: Badlands
Lo interesante es que Dek no busca un aliado. Está en su viaje de prueba, su rito de paso. Pero la alianza surge por necesidad, y eso añade conflicto, crecimiento y emoción. No es la típica película de acción. Tiene matices. Y el tráiler los deja ver sin subrayarlos.
Elle Fanning como androide: la gran sorpresa
Muchos pensaban que Badlands sería simplemente una continuación de lo visto en Prey. Pero la presencia de Elle Fanning le da un nuevo peso emocional y narrativo. Thia no es solo una máquina. Es el puente entre dos formas de entender el universo: la lógica artificial y la brutalidad salvaje.
Además, sabemos que Fanning interpretará a otro personaje, aún sin nombre, lo que añade más misterio a su papel. ¿Una versión humana de Thia? ¿Un clon? ¿Una inteligencia oculta dentro del planeta? Las teorías ya han empezado.
Predator: Badlands se estrena el 7 de noviembre exclusivamente en cines, con proyecciones en IMAX, Dolby Cinema, 4DX, ScreenX y Cinemark XD. Una experiencia visual que apunta a ser tan inmersiva como salvaje.
Pero lo mejor es que esto no acaba aquí. El propio Trachtenberg ha dejado caer que hay más ideas en camino. Y si Predator: Badlands funciona como se espera, podríamos estar ante el comienzo de una nueva etapa en la franquicia. Una más ambiciosa, más conectada y, sobre todo, más libre.
¿El renacimiento definitivo de la saga?
Después de años de altibajos, Predator parece haber encontrado su rumbo. No hace falta volver a lo de siempre. Basta con explorar lo que hace única a esta especie: su código de honor, su instinto, su soledad. Y si encima les das compañeros inesperados, monstruos imposibles y conflictos internos, tienes oro puro.
Predator: Badlands no solo tiene buena pinta. Tiene personalidad. Y eso, en tiempos de fórmulas recicladas, es justo lo que el público necesita.
El resto de entregas de la saga están disponibles en Disney Plus con este enlace.
