Era una jugada arriesgada. Reiniciar a uno de los héroes más icónicos del cine, con un nuevo rostro, un nuevo tono y un nuevo universo cinematográfico por construir desde cero. Pero lo que nadie esperaba era que la película de Superman arrancara así: con números de infarto y al mismo tiempo, con una señal de advertencia que Warner Bros. no puede ignorar.
Porque sí, David Corenswet ha debutado por todo lo alto como el nuevo Hombre de Acero. Pero si uno mira de cerca las cifras, hay algo que chirría. Algo que podría condicionar el futuro del DCU, y que empieza a preocupar más de lo que muchos en Warner admitirán en voz alta.
Un debut poderoso para Superman pero no global
La película Superman ha recaudado 122 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos, convirtiéndose en el tercer mejor estreno del año, solo por detrás de Minecraft y el remake de Lilo y Stitch. Un dato excelente para un personaje que, hasta hace poco, parecía condenado a vivir en la sombra de Batman o Spider-Man.
Pero cuando ampliamos el foco al resto del mundo, el entusiasmo ya no es tan fuerte. En los 78 mercados internacionales donde se ha estrenado, la película ha sumado 95 millones, dejando un total global de 217 millones. Una cifra notable, sí, pero que no alcanza las expectativas que el estudio tenía para un estreno de esta magnitud.
Superman (2025)
¿Por qué no conecta fuera de EE.UU.?
Hay algo curioso: Superman es uno de los superhéroes más conocidos del planeta, pero también uno de los más ligados a la cultura estadounidense. Su lema (verdad, justicia y el modo de vida americano) lo convierte en un símbolo patriótico, lo que podría explicar esa falta de tracción internacional, sobre todo en países donde la imagen de EE.UU. no atraviesa su mejor momento.
David Gross, analista de taquilla, lo deja claro: «Superman siempre ha sido visto como un héroe americano, y eso pesa en un momento en el que la imagen global del país está lejos de ser ideal».
La presión de levantar un universo entero
Y el contexto no ayuda. Esta película no es solo una nueva versión del héroe: es la primera piedra del nuevo universo DC liderado por James Gunn y Peter Safran, que tomaron el control creativo tras el fracaso de películas como The Flash, Aquaman y el reino perdido o Blue Beetle.
Detrás de Superman hay más de 225 millones de dólares en producción y al menos 100 más en marketing. Y aunque la recepción ha sido positiva (82% en Rotten Tomatoes y un sólido A- en CinemaScore), el margen de error es mínimo. Esta película no puede simplemente funcionar. Tiene que encender una chispa.
Un Superman con alma y sin estrellas
Una de las apuestas de James Gunn ha sido apostar por una historia sincera, luminosa y sin grandes nombres. David Corenswet no es una superestrella, pero su interpretación de Clark Kent ha convencido. Lo mismo ocurre con Rachel Brosnahan como Lois Lane y Nicholas Hoult como Lex Luthor, un villano más cerebral y manipulador que físico.
Superman (2025)
Y sí, también está Krypto, el superperro, que ha funcionado mejor de lo esperado. Gunn ha querido recuperar la esencia clásica del personaje, alejándose del tono oscuro que Zack Snyder impuso con El Hombre de Acero en 2013.
¿Durará el impulso?
La gran incógnita es cuánto durará esta buena racha. Los blockbusters actuales ya no fracasan por no tener buen arranque: fracasan porque no aguantan más allá del segundo fin de semana. Le pasó a Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, a Capitán América: Brave New World y a tantas otras que empezaron con fuerza y se desinflaron a los pocos días.
El reto ahora es ver si Superman puede mantenerse fuerte durante todo el verano, especialmente cuando los espectadores más jóvenes (el 28% del público fueron menores de 25 años) suelen pasar rápidamente al siguiente fenómeno.
Las salas IMAX, un salvavidas
Un punto a favor para Warner es que IMAX ha jugado un papel clave en la taquilla. Solo en EE.UU., la película ha generado 19 millones en este formato premium, y 30 a nivel global. El propio CEO de IMAX lo dijo: «Cuando los directores apuestan por IMAX, el público responde».
Y es que Superman está pensada para ser vista en pantalla grande. Las escenas de vuelo, los efectos de luz, la escala, todo está diseñado para justificar el precio de una entrada más cara. Y eso, en un mercado donde cada euro o dólar cuenta, marca la diferencia.
¿Y ahora qué?
Warner Bros. tiene un calendario lleno. En 2026 llegarán Supergirl: Woman of Tomorrow y Clayface, dos proyectos que ya están en marcha. Y hay planes para una nueva Wonder Woman. Pero todo depende de si Superman logra convertirse en un fenómeno sostenido, no en un éxito puntual.
Por ahora, todo va por buen camino. Pero si las cifras globales no mejoran, y si la película no logra mantenerse entre las más vistas durante varias semanas, la presión volverá a apretar. Porque ya lo dijo David Zaslav, el CEO del estudio: «El impulso es real… pero hay mucho en juego».
Superman (2025)Mientras tanto, la competencia no da tregua
En el mismo fin de semana, Jurassic World: Rebirth ha sufrido un duro golpe, cayendo un 57% respecto a su estreno. Aun así, la película de dinosaurios ya ha superado los 500 millones globales, lo que la consolida como otro de los grandes éxitos del verano.
Y no hay que olvidar a F1: The Movie, que sigue cosechando buenos números con Brad Pitt al volante, ni al remake de Cómo entrenar a tu dragón o la aventura espacial de Pixar: Elio.
Además el 25 de julio llega Los Cuatro Fantásticos, por lo que tiene un fin de semana más para arrasar en cines hasta la nueva entrega de Marvel.
Superman ha vuelto, pero no puede bajar la guardia
Esta vez, el Hombre de Acero ha llegado volando. Ha convencido a la crítica, ha emocionado a buena parte del público y ha roto el hielo para una nueva etapa del universo DC. Pero este no es el final de la historia. Ni siquiera es el principio del final. Es solo el primer paso.
Y como ya sabemos, en este negocio, no basta con volar: hay que mantenerse en el aire.




