Empieza con un número. Con una cuenta atrás. Con algo que no parece importante… hasta que lo es. La nueva película de Superman dirigida por James Gunn arranca de forma muy diferente a todo lo que hemos visto antes en el cine de superhéroes. Y aunque todo el mundo habla de sus escenas de acción, de los nuevos personajes o de cómo cambia las reglas del juego en el Universo DC, hay algo mucho más sutil que está pasando desapercibido… pero que lo dice todo.
¿Qué hay detrás de ese número 3 que aparece una y otra vez en la primera escena? ¿Por qué Gunn decidió arrancar la película con tres momentos clave que van desde hace siglos hasta… hace solo tres minutos? La respuesta es más simple de lo que parece, pero también mucho más reveladora.
La apertura de Superman es sencilla y eficaz
Para James Gunn, no se trataba de volver a contar el origen de Superman. De hecho, huir de eso fue una decisión consciente desde el primer minuto. «No queremos volver a contar que vino de Krypton, que lo criaron en Kansas y que vuela con capa. Eso ya lo sabemos todos», asegura el director. «Esta película no es una repetición». Dijo CB.
Y para evitar repetir lo ya visto, Gunn tenía que dejar las cosas claras desde el primer segundo. ¿Cómo resumir décadas de historia y abrir un universo nuevo sin aburrir ni perder al espectador? Con una introducción elegante, directa y en texto en pantalla, muy al estilo de Star Wars, que resume el contexto del nuevo DCU en tres momentos:
Hace tres siglos, los metahumanos llegaron a la Tierra.
Hace tres años, Superman apareció por primera vez ante el
mundo.
Hace tres minutos, Kal-El perdió su primera batalla.
Con solo unas pocas líneas, Gunn define un mundo, una cronología y una amenaza. Y con ese número, crea una sensación de unidad, de diseño, de intención narrativa. Pero… ¿hay algo más?
Superman (2025)
¿Qué significa el número 3 para James Gunn?
A pesar de lo que muchos pensaban, el número 3 no es una referencia oculta a la Trinidad de DC (Superman, Batman y Wonder Woman). Ni a ningún evento específico. Ni a una simbología secreta. Ni primado negativo. La explicación, como casi todo lo que funciona, es más sencilla.
«Primero que nada, no hay ninguna razón especial para usar el número tres», confiesa Gunn. «No eres el primero en preguntarlo. Es algo que Alan Moore ha hecho antes: usar números repetidos para estructurar. Y el tres fue el que encajó mejor. Solo sirve para marcar el inicio de nuestro viaje en el DCU. Para ubicar al espectador en un mundo donde los metahumanos, lo que nosotros llamamos superhéroes, existen».
Así de simple. Pero también así de eficaz.
Una decisión más calculada de lo que parece
Aunque Gunn asegure que eligió el número tres porque «encajaba», hay algo más detrás de esa elección. Dos de los puntos del timeline son inamovibles: cuánto tiempo lleva Superman en la Tierra y cuánto tiempo lleva actuando como superhéroe. Lo demás, lo que pasó hace tres siglos o hace tres minutos, tiene más margen. Pero esos dos momentos claves, su llegada y su presentación al mundo, son esenciales para el personaje.
De hecho, en la película se detalla que Jonathan y Martha Kent encontraron a Kal-El hace treinta años y que hace tres años se presentó como Superman. En medio de esos treinta años, Clark Kent creció, se formó, vivió en el anonimato. Y hace solo tres semanas, detuvo una guerra internacional al intervenir en un conflicto entre Boravia y Jarhanpur, dos países ficticios del DCU que protagonizan el gran conflicto político de la película.
Superman (2025)
El impacto de esa primera escena
James Gunn quería que el público entendiera, en pocos segundos, que esta no es una película de origen, pero también que Superman ya ha vivido cosas importantes. Y sobre todo, que ahora está en su momento más bajo: acaba de ser derrotado. Algo que no suele pasarle al Hombre de Acero.
La escena de apertura no sólo contextualiza el universo. También presenta al nuevo villano, conocido como el Martillo de Boravia, que aparece repentinamente y logra vencer a Superman, generando una crisis global que pone en duda su rol como protector del planeta.
¿Y qué pasa con la Justice Gang?
Otra curiosidad que refuerza el uso del número 3 es que, al inicio, la Justice Gang está formada por tres miembros: Green Lantern, Hawkgirl y Mr. Terrific. Todos ellos están investigando y vigilando a Superman. Y cuando finalmente se enfrentan a él, se les une un cuarto miembro inesperado: Metamorpho, el personaje que aporta un nuevo equilibrio al equipo.
¿Casualidad? ¿O un guiño más al «tres» que lo domina todo? Cuando se estrene la película habrá que repasarla bien por si hay más «3» escondidos.
Un universo nuevo que ya se siente vivido
Lo que ha hecho Gunn con esta apertura es algo muy difícil: construir un universo cinematográfico con historia, peso y conflictos, sin necesidad de mostrar todo desde cero. Lo que otros hacen en cinco películas, él lo resume en tres frases y lo completa con una primera secuencia de impacto.
Y lo más brillante es que, aunque nos lanza al medio de un conflicto internacional y nos presenta un Superman ya formado, todo es comprensible, directo y emocionante. No hace falta saber nada del DCU. No hace falta haber leído un cómic. Solo hay que dejarse llevar.
Superman ya está en cines… y su historia empieza con una
derrota
La película ya se puede ver en salas, y lo primero que hace es
mostrar a Superman perdiendo una batalla clave. Un comienzo
arriesgado, inesperado, pero también poderoso. Porque este no es el
Superman perfecto e invulnerable de otras versiones. Es uno que se
equivoca, que duda, que comete errores… y que tiene que decidir si
sigue adelante.




