Ha pasado casi una década desde que creíamos haberlo visto todo con los dinosaurios… pero no. Jurassic World: El renacer ha recaudado más de 349 millones de dólares y ha dejado algo muy claro: hay un rincón del pasado que está pidiendo a gritos volver.
Y no, no hablamos de Isla Nublar ni de la amenaza genética de turno. Hablamos de algo que lleva 28 años guardado en un cajón: un parque que ya estaba construido, olvidado por el cine y con todo el potencial para cambiar la franquicia.
Así era el parque que casi nadie recuerda
En 1997, El mundo perdido: Jurassic Park nos enseñó que John Hammond tenía más de una idea bajo la manga. Antes de Isla Nublar, su visión original era crear un zoológico de dinosaurios en San Diego. Un recinto real, en pleno continente, alejado de islas volcánicas y evacuaciones de emergencia. La construcción comenzó en los 80, y aunque fue abandonada, el lugar existía, con sus instalaciones a medio terminar y sus sueños a punto de concretarse.
Fue Peter Ludlow quien intentó reactivarlo, transportando dinosaurios desde Isla Sorna para abrirlo al público. Pero todos sabemos cómo acabó eso: un T-Rex suelto por las calles californianas. Desde entonces, el concepto quedó enterrado… hasta ahora.
El público no se cansa de los dinosaurios
Con un 53% en Rotten Tomatoes, Jurassic World: El renacer no ha sido precisamente un éxito de crítica. Pero a la taquilla le da igual. Casi 175 millones en EE.UU. y más de 349 millones a nivel mundial son cifras que hablan por sí solas. La audiencia sigue entrando en masa al parque, y eso es lo que importa a Universal.
El llamado Popcorn Meter del filme no engaña: 72% de aprobación del público. Eso significa una cosa: el hambre por más historias jurásicas sigue viva. Y si el futuro de la saga necesita un nuevo impulso, ¿por qué no mirar hacia ese parque olvidado?
Volver a San Diego tendría todo el sentido
California recibe más de 250 millones de visitantes al año. ¿Te imaginas el impacto que generaria un parque de dinosaurios en plena costa oeste de EE.UU.? San Diego ya tenía la infraestructura. Tras la destrucción de Isla Nublar en Fallen Kingdom, esta sería la ubicación lógica.
Un recinto cerrado, urbano, seguro, controlado… o al menos, esa sería la intención. Porque si algo nos ha enseñado esta saga es que ningún cerco es suficientemente fuerte frente a un Velociraptor motivado.
No es solo nostalgia: es una oportunidad global
Jurassic Park
La idea no se queda en San Diego. Los planes originales de Hammond hablaban también de expandirse a Europa y Asia. En los libros de Michael Crichton, incluso se menciona un parque en Japón, cerca de Guam. Un Jurassic World japonés tendría especies propias como el Fukuisaurus, ofreciendo una fauna diferente al público.
Y luego está la joya perdida de Portugal. En la saga original se planteó construir un parque en las Azores. Sería la primera instalación jurásica europea, con especies autóctonas como el Lusotitan o el Miragaia, nunca vistas en pantalla. Y sí, todos los carteles estarían en portugués.
Por si fuera poco, un Jurassic World en China también tendría sentido comercial. Es un mercado gigantesco, acostumbrado a megaproyectos como Disneyland Shanghai. Y con fósiles únicos como el Caihong juji, los paleontólogos de la región podrían estar bien representados.
¿Por qué volverían los visitantes?
Esa es la gran pregunta que siempre flota sobre la franquicia. ¿Por qué alguien querría ir a un parque donde los dinosaurios ya han matado a gente? Pero si lo pensamos fríamente… ¿acaso dejamos de visitar zoológicos después de un accidente?
En 2022, cinco leones escaparon en el Zoo de Sídney. ¿Cerraron el parque? No. Se reforzaron las medidas, se aplicaron protocolos, y los visitantes regresaron. Lo mismo ocurre con safaris y reservas naturales. El riesgo forma parte de la experiencia. Y si puedes ver a un T-Rex en persona, ¿Quién no pagaría por ello?
El juego ya mostró cómo hacerlo bien
Los videojuegos Jurassic World Evolution y Jurassic Park: Operation Genesis llevan años enseñando cómo se gestiona un parque de este tipo: sistemas de emergencia, cobertizos de seguridad, balizas de contención, ACU con helicópteros de respuesta rápida…
El cine podría adoptar muchas de esas ideas. En lugar de volver a repetir el esquema de «dinosaurio se escapa, caos total», la historia podría centrarse en cómo un nuevo Jurassic World se las arregla para evitar la tragedia, mostrando un sistema mejorado, ágil y efectivo.
Además, explorar a los equipos de seguridad, los rangers, los ingenieros, las decisiones corporativas… daría un giro diferente a la narrativa habitual centrada en una familia perdida entre dientes afilados.
Scarlett Johansson como cara visible del reboot
Uno de los factores clave del éxito de El renacer ha sido su reparto. Scarlett Johansson aporta un aire nuevo, carismático y comercial. Su personaje no solo sobrevive, sino que guía al público a través de una visión renovada del parque, más madura y menos ingenua.
Con su presencia, y el interés global reavivado, este sería el momento perfecto para redirigir la franquicia hacia ese parque que casi fue, pero nunca se terminó.
La nostalgia no es un recurso: es una brújula
La clave no está en repetir, sino en recuperar ideas que merecen más atención. Jurassic Park San Diego no es un simple guiño al pasado. Es una oportunidad narrativa, comercial y visual. Nos aleja de las islas tropicales y nos sitúa en un escenario urbano, reconocible, moderno y lleno de conflictos nuevos.
No se trata de clonar otra vez la fórmula de Spielberg. Se trata de evolucionarla, justo como haría cualquier dinosaurio con ganas de sobrevivir.
📌 ¿Dónde ver las películas de Jurassic World?
Mientras Universal decide qué hacer con su futuro jurásico, puedes ponerte al día con las anteriores entregas en plataformas como Amazon Prime Video, Netflix o SkyShowtime, según disponibilidad regional.
