Siempre es una buena noticia recuperar las incursiones de Garth Ennis en la historia del Castigador. En este caso, Panini ha reeditado Soviético, un cómic de Frank Castle que no funciona como precuela, como ha hecho Ennis en otras ocasiones últimamente, sino que se sitúa con él ya convertido en justiciero.
Ennis vuelve a uno de sus temas más usados en El Castigador: Soviético, la guerra
Aquí retoma uno de los temas que siempre le han interesado: los veteranos de guerra, los conflictos, lo que queda después. Todo arranca con la aparición de alguien que parece estar imitando al Castigador, o al menos le están atribuyendo a Frank una serie de crímenes que alguien que usa sus métodos ha cometido. Castle empieza a investigar y se encuentra con un veterano de Afganistán, un antiguo soldado ruso también en busca de venganza. Eso los acaba uniendo. Caminos distintos, pero con un objetivo parecido.
Como siempre, esto desemboca en tiroteos, muertos y una historia que, esta vez, se mete de lleno en las redes familiares rusas, sus formas de actuar, y cómo todo eso ha ido cambiando con el tiempo. A los dos protagonistas, soldados de guerras viejas, no es que no les entre en la cabeza, es que directamente no quieren formar parte de ese mundo. Y eso los arrastra a una pequeña cruzada personal.
No tenemos a Steve Dillon pero Jacen Burrows merece la pena

El dibujo corre a cargo de Jacen Burrows, que ha sustituido al habitual Steve Dillon, al que perdimos hace unos años. Burrows se ha convertido en un buen acompañante para Ennis, aportándole casi todo lo que Dillon le daba. Quizá la única pega es que sus rostros son algo más homogéneos y no tan expresivos o exagerados como los de Dillon, que muchas veces jugaban fuerte con la gestualidad y aportaban mucha más fuerza al relato.
El monstruo de la guerra
Es una obra muy dura y no sólo en cuanto a la violencia, sobre todo porque, cuando habla de Afganistán, Ennis vuelve a tocar algunos de sus temas habituales: los rusos en Afganistán, los americanos en Vietnam. Siempre se tiende a contar solo la parte de las víctimas, de los pueblos conquistados, pero Ennis no olvida que aquello también era una guerra de dos bandos, y que en ambos se hicieron auténticas salvajadas. Aquí vemos parte de lo que los señores de la guerra (los afganos que los USA apoyaron y armaron), eran capaces de hacer para aterrorizar a los soldados soviéticos, y que posteriormente aplicaron a los siguientes invasores, los norteamericanos.
Acción salvaje y una reflexión difícil
El cómic es muy interesante, no solo por la historia en sí, sino por lo que plantea: qué pasa después de una guerra, qué es ser un veterano, qué supone haber obedecido órdenes que implicaban cometer barbaridades y luego ser apartado por el mismo gobierno que te las dio. Ennis siempre se pone del lado del más débil: de los soldados frente al poder, de las víctimas frente a quienes ejecutan las órdenes. Al final las víctimas inocentes sufren los grandes males de la guerra, pero los que los planean usan a otras víctimas, porque los soldados no siempre son máquinas insensibles, para ejecutarlos.
Aun así, aunque señala lo equivocado de Vietnam o Afganistán, no deja de mostrar que los soldados que estuvieron allí también hicieron y sufrieron cosas suficientes como para arrastrarlas el resto de sus vidas.
100% Marvel HC. El Castigador: Soviético
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
¡Garth Ennis regresa al mundo de El Castigador! Una docena de mafiosos rusos yacen muertos a los pies de Frank Castle... pero no fue él quien apretó el gatillo. Pensarías que El Castigador se alegraría, pero si conoces a Frank, sabrás que este inesperado giro de los acontecimientos solo genera más preguntas.¡Las semillas plantadas hace décadas en Moscú y Afganistán están a punto de florecer sangrientamente en Nueva York!




