Charlize Theron vuelve a blandir su hacha… pero esta vez no corta igual. Basada en el cómic de Greg Rucka y Leandro Fernández, The Old Guard fue una de esas raras adaptaciones que funcionaban mejor de lo que nadie esperaba. Una historia de inmortales al margen del mundo, con códigos propios, cicatrices del pasado y un universo que parecía tener vida más allá del guion. La primera película de Netflix supo adaptar con estilo ese material, y Charlize Theron encontró en Andy, su milenaria guerrera, uno de sus mejores papeles de acción desde Atomic Blonde.
Pero esta segunda parte, tan esperada como tardía, lo pierde casi todo por el camino. Si la primera tenía alma, esta parece una sombra de lo que fue. Si aquella sorprendía, esta cansa. Y si la anterior nos dejaba con ganas de más, The Old Guard 2 nos hace preguntarnos si de verdad hacía falta continuar.
Así empieza esta nueva batalla
Han pasado cinco años desde que descubrimos que Theron era Andromache de Escitia, una guerrera milenaria con más cicatrices emocionales que físicas. The Old Guard 2 retoma justo donde lo dejamos: con la aparición de Quynh (Veronica Ngô), la antigua compañera —y algo más— de Andy, que ha pasado 500 años encerrada en una jaula de hierro bajo el mar, muriendo y resucitando en un ciclo eterno. ¿Prometedor? Sí. ¿Bien aprovechado? No tanto.
En lugar de centrarse en esa historia de reencuentro y venganza, el guion decide complicarse más de la cuenta con la entrada en escena de Discord, una nueva inmortal interpretada por Uma Thurman que aparece para gritar, soltar frases genéricas y recordarnos que sí, esto es una superproducción de Netflix con cheques millonarios.
Más personajes, menos emoción
Y ahí está uno de los grandes errores de esta secuela: no sabe elegir qué historia quiere contar. Entre la tensión emocional entre Andy y Quynh, la aparición random de Discord, las tramas inconclusas del resto del equipo, y la necesidad de introducir nuevos personajes como Tuah (Henry Golding), la película se convierte en un pastiche de ideas que no terminan de cuajar.
Kiki Layne, que fue el alma de la primera entrega como Nile, apenas tiene peso aquí. Y actores del calibre de Chiwetel Ejiofor están tan desaprovechados que parecen estar leyendo sus líneas entre bostezos. Solo Matthias Schoenaerts como Booker tiene algo parecido a un arco emocional, aunque también se queda corto para lo que promete.
Cuando Andy pelea, todo lo demás desaparece
Por suerte, Charlize Theron sigue siendo una diosa de la acción. Su presencia es tan potente que eleva incluso los diálogos más planos. Cada vez que entra en combate, la película cobra vida. Ya sea a hachazo limpio o intercambiando miradas con Quynh, su Andy es el único personaje que parece realmente vivo en un mundo de inmortales.
El problema es que, a nivel de dirección, The Old Guard 2 da un paso atrás. Gina Prince-Bythewood supo en la primera parte cómo equilibrar acción, emoción y estilo. Victoria Mahoney, en cambio, opta por el recurso fácil: cámara temblorosa, montaje caótico y escenas de acción que se sienten recicladas. El esperado enfrentamiento entre Theron y Thurman no tiene ni la mitad de la fuerza que debería. Y lo que podría haber sido un Kill Bill con inmortales, se queda en un suspiro sin garra.
El mayor pecado: no termina
Y lo peor de todo… es que no acaba. Literalmente. La película termina en un cliffhanger tan obvio como poco efectivo. No cierra nada. No resuelve nada. Y encima pretende que te emociones con la promesa de una tercera parte que, visto lo visto, no sabemos ni si queremos ver.
Después de cinco años de espera, The Old Guard 2 se presenta como una entrega apresurada, sin foco ni dirección clara. Una secuela que parece escrita por algoritmo y editada con prisas, con más presupuesto pero menos corazón.
¿Y ahora qué?
¿Habrá tercera parte? Si Netflix ve números suficientes, probablemente sí. Pero esa decisión no debería tomarse por el número de visionados, sino por si hay algo más que contar. Porque el concepto da para mucho, pero solo si se apuesta por el desarrollo de personajes y no por una sucesión de escenas ruidosas sin alma.
Charlize Theron no merece un cierre así para su personaje. Y nosotros, como espectadores, tampoco.
The Old Guard 2
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Andy (Charlize Theron) y su equipo de guerreros inmortales vuelven con más ganas que nunca de proteger el mundo. Booker (Matthias Schoenaerts) sigue exiliado después de su traición, y Quynh (Veronica Ngô) ansía venganza tras fugarse de su prisión submarina. Andy se enfrenta a su nueva mortalidad ante una misteriosa amenaza que podría echar por tierra todo por lo que ha luchado durante miles de años. Andy, Nile (KiKi Layne), Joe (Marwan Kenzari), Nicky (Luca Marinelli) y James Copley (Chiwetel Ejiofor) recurren a la ayuda de Tuah (Henry Golding), un viejo amigo que podría tener la clave para resolver el misterio de la inmortalidad.
