Hay algo en el aire. Puede que sea el calor del verano o la tensión que se respira en los cines ante el regreso del mayor icono de todos los tiempos. Superman vuelve. Pero esta vez, no todo el mundo está contento. Y no, no se trata solo de los típicos debates entre bandos de fans. Lo que está ocurriendo con esta película es distinto. Hay entusiasmo, sí, pero también una sensación incómoda que no se puede ignorar: ¿y si no convence a todo el mundo?
Las entradas ya están a la venta y el marketing está en plena ebullición. Sin embargo, entre los que ya han visto la película y las filtraciones que han empezado a moverse por internet, hay una palabra que flota con fuerza: división. ¿Estamos ante un nuevo clásico del género o ante otro caso de expectativas rotas?
Un Superman diferente… ¿demasiado diferente?
James Gunn ha dejado claro que este no es el Superman que ya hemos visto antes. No es el dios distante de otras versiones, ni el vigilante oscuro, ni el salvador solemne. Este nuevo Clark Kent es cercano, humano, sensible. Ama, ríe, sufre. Tiene miedo. Y eso, para muchos, es lo que necesitaba el personaje. Pero para otros… puede ser justo lo que no querían.
Las primeras reacciones apuntan a que esta película se siente como un episodio largo de Superman: La serie animada. Una comparación curiosa, porque aunque esa serie es querida, nunca alcanzó el estatus de culto de Batman: La serie animada o Liga de la Justicia Ilimitada. ¿Es esto suficiente para sostener una superproducción de más de 200 millones de dólares?
Superman (2025)
La imagen del boy scout, ¿un problema?
Superman ha tenido siempre un problema con el gran público: su perfección. Muchos lo ven como un héroe aburrido, un boy scout demasiado correcto, alguien con valores que parecen sacados de otro siglo. Y aunque eso es precisamente lo que lo hace único, en una época cínica y polarizada, lo bueno a veces se malinterpreta como irreal.
La cinta ha intentado derribar ese muro. Ha humanizado a Clark Kent, lo ha mostrado más vulnerable, más «de carne y hueso». Pero aún así, hay quienes siguen preguntándose: ¿por qué me sonríe? ¿por qué me salva? ¿qué quiere de mí? Esa incomodidad es real. Y puede que para parte del público, el enfoque optimista no conecte como se espera.
Reacciones filtradas y alarmas encendidas
Aunque las reseñas oficiales están bajo embargo, algunas ya se han filtrado. Y no todas son halagadoras. Palabras como «compleja» o «desastre», se suma a la temida frase «enormemente decepcionante» han empezado a aparecer. La comparación con The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (2014) no ha tardado en llegar, y eso no es precisamente un buen augurio.
El comunicador John Campea, que ha mostrado entusiasmo por la nueva película de Superman, también ha compartido una crítica negativa que recibió. ¿Es un caso aislado o un síntoma de algo mayor? Lo preocupante es que este tipo de críticas ya se han visto antes y muchas veces terminan marcando el tono de la conversación digital.
Superman (2025)
El factor impredecible de las audiencias
Por mucho que sepamos de Superman, por mucho que amemos los cómics o hayamos seguido cada tráiler con lupa, hay una verdad inamovible: el gran público es impredecible. Puede abrazar una historia compleja o desecharla por aburrida. Puede hacer un éxito de una película menor o ignorar una superproducción con todo el marketing del mundo.
El caso de Jurassic World: El renacer es claro. Una franquicia consolidada, con todo para triunfar, pero que está registrando previsiones preocupantes. Y algo similar podría pasar con Superman (2025). Porque más allá del fandom, está la masa silenciosa: el espectador casual, ese que decide en el momento si entra o no al cine. Y esa es la gran incógnita.
¿Un fracaso podría destruir al DCU?
La respuesta corta: no. El DCU no depende de una sola película, aunque esta sea su piedra fundacional. Pero sí es cierto que el éxito o fracaso de Superman marcará el tono del nuevo universo. Si no logra conectar, los estudios lo notarán. Y lo sentirán. Porque los números mandan.
La cifra a batir para que esta película sea rentable ronda los 562 millones de dólares, sumando marketing, producción y costes añadidos. Un debut por debajo de lo esperado podría truncar planes futuros, congelar secuelas y reorientar la estrategia. Es decir: menos Superman y más Batman, como ha pasado mil veces.
La comparación inevitable con Batman
Batman es el comodín de DC. Cuando todo falla, Batman aparece. Su sola presencia garantiza taquilla, merchandising y conversación. Pero no debería ser así para siempre. Superman también merece su lugar en la cima. El problema es que el público ya ha sido entrenado para ver a Batman como el «genial» y a Superman como el «aburrido».
Esta película quiere cambiar eso. Quiere que volvamos a emocionarnos con el chico de Kansas. Que sintamos que, incluso en un mundo cínico, alguien que solo quiere hacer el bien puede ser nuestro héroe favorito. ¿Lo logrará? Pronto lo sabremos.
Superman (2025)
¿Cuándo volveremos a ver a este Superman?
James Gunn ha sido claro en una reciente entrevista: no pasará mucho tiempo antes de volver a ver al Superman de David Corenswet. Todo apunta a que tendrá un cameo en Supergirl: Woman of Tomorrow (2026) y posiblemente en una futura película estilo World’s Finest junto al nuevo Batman. Pero una secuela directa, está en el aire.
Todo dependerá, una vez más, de cómo responda la taquilla. Porque los estudios no hacen cine con el corazón, sino con calculadora en mano.
Entonces… ¿verla o no verla?
Si estás dudando por las reacciones mixtas, por las filtraciones o por los comentarios negativos en redes, detente un segundo. Respira. Y piensa: ¿quieres ver esta película? Si la respuesta es sí, ve. Disfrútala. Júzgala tú. Porque lo que diga un influencer, un youtuber o un crítico no tiene por qué ser lo que tú sientas al salir del cine.
Superman siempre ha representado lo mejor de nosotros, incluso cuando no estamos en nuestro mejor momento. Y esta película, con sus fallos o aciertos, también parece querer recordarnos eso. No es perfecta. Ninguna lo es. Pero quizá, solo quizá, es justo el Superman que necesitábamos ahora.
El veredicto final lo tienes tú
Las luces del cine se apagarán. La música comenzará. Y en ese momento, lo único que importará será si esa historia logra tocarte. Si te hace reír, llorar, emocionarte. Si te hace recordar por qué Superman sigue siendo relevante. Y eso nadie más puede decidirlo por ti.
Así que si ya tienes tus boletos, ve sin miedo. Disfruta. Y sal del cine sabiendo que, al menos por un rato, creíste que un hombre podía volar.
