Cuarenta años después de su estreno, una nueva publicación arroja luz sobre los orígenes más desconocidos de una de las películas más queridas de Hayao Miyazaki. Y no, no es simplemente un libro de arte: es una ventana a la mente del genio antes incluso de fundar el famoso estudio de anime, Studio Ghibli.
Una historia que comenzó… con un perro llamado Rowlf
Antes de Nausicaä. Antes del Valle del Viento. Incluso antes del propio Studio Ghibli. Hayao Miyazaki ya dibujaba. Y soñaba. Lo que pocos sabían es que la primera semilla de Nausicaä vino de una fuente inesperada: un cómic estadounidense.
El nuevo volumen Hayao Miyazaki Imageboard Complete Works Vol. 4 acaba de ser anunciado, y está dedicado a una fase de desarrollo nunca vista de Nausicaä del Valle del Viento. No se trata de los clásicos diseños del filme, sino de una recopilación de bocetos previos, descartes y diseños alternativos que muestran cómo la heroína que conocemos casi fue otra persona… y otra historia.
El origen: un cuento de “La Bella y la Bestia” postapocalíptico

Miyazaki intentó en su momento adaptar Rowlf, un cómic del artista estadounidense Richard Corben. La historia giraba en torno a una princesa llamada Maryara y su perro Rowlf en un mundo devastado. Aunque nunca consiguió luz verde para llevarla a la animación, ese proceso creativo marcó un antes y un después en su carrera.
El nuevo libro de arte incluye más de 180 tableros de imágenes, 58 de ellos nunca publicados hasta ahora, que muestran esa evolución: desde Maryara y su perro, hasta el nacimiento de Yara (un personaje intermedio), y finalmente, la transformación en Nausicaä, sin perro pero con el mismo espíritu de nobleza, valentía y compasión.
Un vistazo al “ensayo y error” de un maestro
El propio Toshio Suzuki, productor y cofundador de Studio Ghibli, ha descrito esta etapa como la verdadera forma en que Miyazaki construye una película: desde los tableros de imagen, donde ya está todo —el tiempo, el espacio, las emociones, el movimiento— antes siquiera de escribir el guion.
Este cuarto volumen, entonces, es una crónica visual del nacimiento de un universo, y no solo una colección de dibujos bonitos. Es una forma de entender el método de trabajo del director, sus influencias, sus frustraciones y el momento exacto en que algo comienza a tomar vida.
¿Cuándo y dónde conseguirlo?

El libro, titulado Hayao Miyazaki Imageboard Complete Works Vol. 4: Nausicaä of the Valley of the Wind, estará disponible internacionalmente a partir del 15 de julio de 2025. Ya se puede reservar a través de Playasia por un precio de 58,99 dólares. La portada, por cierto, muestra a Yara —la versión previa de Nausicaä— con su fiel perro, en una ilustración tan nostálgica como reveladora.
Este volumen se suma a la colección que ya incluye libros dedicados a Laputa: El castillo en el cielo y Mi vecino Totoro, todos centrados en el trabajo de Miyazaki antes del storyboard tradicional, en esa fase de intuición pura donde la historia aún puede cambiar de forma.
¿Y qué pasa con la película?
Aunque técnicamente no es una película “Ghibli” (ya que se produjo justo antes de fundar el estudio), Nausicaä del Valle del Viento suele considerarse el punto cero del universo Ghibli. Fue la primera gran colaboración entre Miyazaki y Suzuki, y ya contenía todos los elementos que definirían su cine: ecología, heroínas fuertes, dilemas morales, escenarios fantásticos y una profunda fe en la empatía.
Hoy puede verse en Netflix en España, y en otras plataformas digitales según la región. Y si no la has visto todavía, prepárate para una película que sigue tan vigente como el primer día.
Un regalo para los que quieren ver más allá del celuloide
Lo maravilloso de este nuevo lanzamiento es que no solo apela a coleccionistas o fans acérrimos. Es una pieza que muestra cómo una idea se va depurando, cómo un artista se enfrenta a sus propios límites y cómo, a veces, una historia nace del error, del descarte y de la insistencia.
Cuarenta años después, Nausicaä sigue viva. Y ahora, gracias a este nuevo volumen, también podemos ver la versión que pudo ser… y no fue.




