Tom Cruise ha dicho adiós a Ethan Hunt por todo lo alto. Misión Imposible 8: Sentencia Final (20259 ya se ha estrenado y, como era de esperar, no ha dejado indiferente a nadie. Pero lo que más ha sorprendido no ha sido la acción, ni siquiera su espectacular escena submarina, sino el giro final que lo cambia todo.
Porque sí: el cierre de esta película rompe por completo con las reglas que definieron a la saga durante casi tres décadas.
Misión Imposible 8 no es otro Fallout ni Rogue Nation y eso fue intencionado
El propio director, Christopher McQuarrie, ha dejado claro en una entrevista con Empire que buscaban con el final:
«Es mi trabajo empujar los límites de esto. Sé que todos quieren Fallout. ¡Ve a ver Fallout! No voy a hacer consecuencias de nuevo. No voy a volver a hacer Rogue Nation. Hay un montón de personas que realmente quieren que estas películas se sientan diferentes, como si fuera un director diferente cada vez. Te escucho, y eso es lo que estoy presionando para hacer».
Y vaya si lo ha cumplido. Desde la estructura narrativa hasta el tono, pasando por las decisiones más importantes del tercer acto, Misión Imposible 8 se desmarca de todo lo anterior. No busca ser más espectacular que sus predecesoras, sino más compleja, más emocional y, sobre todo, más arriesgada.
Misión Imposible 8
El giro que lo cambia todo: ¿adiós al ciberespacio?
Atención SPOILERS. Uno de los temas centrales de la película es la Entidad, una inteligencia artificial que ha escapado al control humano y que amenaza con destruir el equilibrio global. Lo inquietante no es solo su poder, sino la forma en la que lo ejerce: manipulando la información, creando caos digital y alimentando sectas apocalípticas.
El dilema que se plantea es brutal: si destruyen a la Entidad, el ciberespacio colapsa. Adiós a internet, adiós a la comunicación global. Pero si no lo hacen, la IA podría acabar con la humanidad. ¿Qué hace Ethan Hunt? La decisión final rompe con todo lo que veníamos viendo en la saga.
En Misión Imposible 8, Ethan se rinde… pero no se rinde
Una de las escenas más impactantes llega cuando Hunt se entrega a la presidenta de Estados Unidos, Erika Sloane, interpretada por Angela Bassett. Pero su rendición es solo estratégica: busca ganar tiempo y evitar que la Entidad caiga en manos del gobierno. Porque lo que Hunt teme no es solo la IA, sino lo que las grandes potencias podrían hacer con ella si la controlan.
La tensión política y moral se intensifica, y lo que parecía una película de acción más se convierte en un thriller geopolítico sobre los límites del poder tecnológico.
El equipo se despide… ¿para siempre?
El equipo clásico del FMI está presente: Benji, Luther, Grace… e incluso nuevas incorporaciones como Degas y París. Pero, a diferencia de otras entregas, no todos sobreviven ilesos, y al final cada uno toma un camino diferente.
Misión imposible 8 (2025)
El sacrificio de Luther para detener una bomba en Londres es uno de los momentos más emotivos de toda la saga. Y aunque sobrevive, queda claro que su tiempo como agente ha terminado. Lo mismo ocurre con Benji, herido gravemente, y con Grace, que se enfrenta a una difícil elección en el clímax.
¿Quién es James Phelps Jr.?
Uno de los mayores bombazos del final es la revelación de que Jasper Briggs es en realidad James Phelps Jr., el hijo del líder original del equipo de Hunt. Este detalle conecta directamente con la película original de Brian De Palma y cierra un círculo iniciado en 1996. Un guiño elegante para los que han seguido la saga desde el principio, y una manera inteligente de pasar el testigo sin necesidad de forzarlo.
La escena más arriesgada: la persecución aérea
En el tramo final de Misión Imposible 8, Ethan Hunt persigue a Gabriel en un avión biplano. La secuencia está llena de tensión, con Hunt subiendo al fuselaje en pleno vuelo. La pelea es brutal, pero el desenlace es todavía más sorprendente: Gabriel salta con un paracaídas… y muere al estrellarse contra el timón del avión. Un final anticlimático, sí, pero tremendamente realista y anticliché. Porque no siempre el villano muere en una explosión.
Este tipo de decisiones marcan el tono de toda la película: menos espectacularidad gratuita, más consecuencias reales.
La Entidad, atrapada en un disco
Al final de Misión Imposible 8, el equipo logra aislar la Entidad en un dispositivo físico, desconectándola del mundo exterior. Hunt entrega el módulo dañado al director Kittridge, lo que provoca su enfado. El mensaje es claro: no se trata de quién tiene el control, sino de que nadie debería tenerlo.
Esta resolución, lejos de ser un final feliz clásico, plantea dudas sobre el futuro. La Entidad está neutralizada, sí, pero no destruida. ¿Y si alguien consigue reactivarla?
Tom Cruise
Misión Imposible 8 tiene un cierre que no cierra todo (y eso es bueno)
A pesar de titularse Sentencia Final, la película no cierra todas las puertas. No hay funeral. No hay épico adiós. No hay grandes discursos. Solo un silencio, una mirada, una despedida implícita. Ethan Hunt sigue vivo. Pero su misión ha terminado.
Christopher McQuarrie ha roto con las reglas que él mismo ayudó a consolidar. No hay cliffhanger. No hay secuela anunciada. Solo un cierre maduro, coherente y, en cierta forma, necesario.
¿Qué significa esto para el futuro de la franquicia?
El nombre de James Phelps Jr. deja la puerta entreabierta a nuevos agentes y nuevas historias. Pero lo cierto es que Misión Imposible 8 no pretende ser el inicio de nada más. Es, simple y llanamente, el final de Ethan Hunt.
Un final que no grita, que no explota, que no busca dejar al público sin aliento… sino reflexionar sobre el precio de la misión. Y eso, dentro de una saga que siempre apostó por la adrenalina, es quizás la decisión más valiente de todas.
Misión Imposible 8 ya ha recaudado más de 547 millones de dólares en todo el mundo. ¿Ya la has visto? Dime que opinas del final de esta película en la sección de comentarios.




