Puede que Hollywood aún esté dividido con respecto a las películas de superhéroes, pero cuando alguien como Steven Spielberg habla, más vale escuchar. Porque no estamos hablando de un director cualquiera. Estamos hablando del cineasta que cambió para siempre el lenguaje visual con Tiburón, que nos hizo soñar con E.T., que redefinió el cine de aventuras con Indiana Jones y que nos rompió el alma con La lista de Schindler.
¿Y qué tiene que ver Spielberg con el nuevo Superman del DCU? Pues mucho más de lo que parece. Porque si hay una película de superhéroes que impresionó a Spielberg —y no, no fue The Dark Knight ni Iron Man, aunque las admira—, esa fue Guardianes de la Galaxia. Sí, la primera. La que dirigió James Gunn en 2014. La que convirtió a un mapache con mala leche y a un árbol con vocabulario limitado en iconos pop. Y esa opinión de Spielberg no es cualquier piropo: es una confirmación poderosa de que el Superman de Gunn está en las mejores manos posibles.
Spielberg no se anda con rodeos
En una entrevista en el Festival de Cannes de 2016, Spielberg mencionó algunas películas de superhéroes que le gustaban. Habló del Superman de Richard Donner, del Batman de Christopher Nolan y del Iron Man de Jon Favreau. Hasta ahí, nada que nos sorprenda. Pero luego soltó la bomba: “La película de superhéroes que más me ha impresionado es una que no se toma demasiado en serio: Guardianes de la Galaxia.”
Y no solo eso. Dijo que al salir de la proyección sintió que había visto algo nuevo, fresco, sin miedo a ser emocional cuando tocaba ni a ser oscura cuando era necesario. Y ahí está la clave: Spielberg no está alabando los efectos visuales o las escenas de acción (aunque Guardianes va sobrada de eso). Lo que le conquistó fue el corazón de la historia. Y eso, precisamente eso, es lo que más ilusiona de Superman bajo la dirección de James Gunn.
El toque Gunn: humor, emoción y humanidad

Porque si algo ha demostrado James Gunn con sus películas —no solo con Guardianes, también con El Escuadrón Suicida y Peacemaker— es que sabe encontrar el alma de sus personajes, incluso si son alienígenas, asesinos, o simplemente muy raros.
Gunn no se esconde detrás de explosiones o frases vacías. Su cine siempre gira en torno a temas universales: la pérdida, el perdón, la familia, la redención. En Guardianes de la Galaxia, debajo de la música setentera y los chistes sobre mapaches, había una historia profundamente triste sobre cinco personas rotas intentando ser mejores. Y eso conectó. Con el público, con los críticos… y con Spielberg.
Y si Gunn pudo hacer eso con un grupo de marginados del espacio, ¿te imaginas lo que puede hacer con el superhéroe más puro, noble y esperanzador de todos los tiempos?
Superman es otra cosa… pero también es lo mismo
Sí, Superman es muy diferente a los Guardianes. Kal-El no es un cazarrecompensas. No es un delincuente reconvertido. No tiene traumas que lo lleven a la oscuridad. De hecho, es todo lo contrario: Superman es luz. Es bondad. Es la esperanza en persona. Pero ahí está el reto. Porque lo fácil es hacer oscuro lo que ya es turbio. Lo difícil es hacer brillar lo que ya viene del cielo.
Y es justo por eso que necesitamos a alguien como James Gunn para liderar este nuevo comienzo del DCU. Porque entiende el equilibrio. Porque sabe que puedes tener una historia colorida, divertida y épica sin renunciar al drama, a la emoción ni a los valores.
De los Guardianes a Metrópolis: el camino está claro

La experiencia que Gunn ganó en el UCM es oro puro. Aprendió cómo construir equipos, cómo escribir diálogos que suenen reales incluso entre alienígenas, cómo manejar la acción sin perder de vista el corazón, cómo elegir un reparto que funcione como una familia. Todo eso lo llevó a convertir a personajes secundarios de Marvel en protagonistas absolutos.
Ahora le toca hacer algo parecido… pero con el mayor icono de todos.
Y no está solo. Tiene a David Corenswet como nuevo Superman, a Rachel Brosnahan como Lois Lane, a Nicholas Hoult como Lex Luthor… y a un universo entero por delante para dar forma a la versión definitiva del Hombre de Acero para las nuevas generaciones.
¿Y si esta vez sí lo logran?
Porque seamos honestos: Superman no lo ha tenido fácil en el cine últimamente. Las versiones recientes no conectaron como se esperaba. O bien eran demasiado sombrías. O demasiado desconectadas del espíritu clásico del personaje. O directamente no terminaban de encontrar su voz. Pero Gunn tiene algo diferente. Tiene confianza. Tiene una visión clara. Y tiene el respeto de uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos.
Cuando Spielberg dice que Guardianes de la Galaxia le hizo sentir algo nuevo en el cine, está hablando de lo que el cine debería ser siempre: una experiencia emocional, creativa, valiente. Y esa es exactamente la oportunidad que tiene Superman en 2025: hacernos sentir otra vez lo que significa ser un héroe. No por los poderes. No por la capa. Sino por la compasión. Por el ejemplo. Por la humanidad.
El verdadero legado de Superman
Superman es más que un personaje. Es un símbolo. Es la prueba de que puedes tener el poder de un dios y elegir ayudar. Que puedes ser el más fuerte y, aun así, ser el más amable. Y si alguien puede contar esa historia con el equilibrio justo entre espectáculo, emoción y respeto, ese es James Gunn. Spielberg lo vio. Nosotros también lo vemos. Por eso no es solo que estemos ilusionados con la nueva película. Es que estamos más emocionados que nunca. Porque si James Gunn ya emocionó a Spielberg con una banda de inadaptados espaciales… imagina lo que hará con el último hijo de Krypton.
¿Crees que el Superman de Gunn logrará lo que ninguna otra película ha conseguido? ¿Te emociona tanto como a nosotros? Te leemos en los comentarios. Y recuerda que muy pronto podrás ver esta nueva era de DC en cines. Mientras tanto, puedes disfrutar del legado de Superman y de otras grandes películas del género en HBO Max, donde se reúne lo mejor del universo DC.




