Durante años, nos hemos preguntado qué habría pasado si Henry Cavill hubiera seguido siendo Superman y hubieran dado luz verde a El Hombre de Acero 2. Ahora, por fin lo sabemos. Y hubiera sido espectacular.
Christopher McQuarrie, el director detrás de algunas de las entregas más espectaculares de Misión: Imposible, ha revelado cómo iba a ser su versión de El Hombre de Acero 2. Y no solo eso: también tenía un ambicioso plan para relanzar a Linterna Verde. Un plan que habría conectado a los dos héroes en una historia de alto voltaje, llena de conflicto, evolución y resolución a nivel de universo.
Sí, estamos hablando de la secuela que nunca existió, del Superman que pudo ser, y del Green Lantern que, al parecer, por fin iba a funcionar en pantalla grande. Y todo eso, descartado.
El Hombre de Acero 2: Un Superman con conflictos, emociones y una visión
Después del éxito de Misión: Imposible – Fallout en 2018, McQuarrie estaba en su mejor momento. Y Warner Bros. lo sabía. El director propuso entonces un doble proyecto: El Hombre de Acero 2 con Henry Cavill, y una película independiente de Linterna Verde. Pero no eran independientes del todo. Según sus palabras, ambas historias estarían conectadas, planteando una resolución a gran escala que hubiera expandido el universo DC como nunca antes.
¿Y cómo iba a ser ese Superman? No era un simple héroe invencible. McQuarrie tenía claro que el personaje necesitaba conflicto, dudas, evolución. «Henry tenía un enfoque», contó el director. «Y me di cuenta de cómo estos dos personajes (Superman y Green Lantern) tenían similitudes sorprendentes. Eso permitía un conflicto increíble y una resolución expansiva a nivel de universo».
No ha querido contar más. Pero su entusiasmo es evidente. Cuando
le preguntaron directamente por su versión de Superman, su
respuesta fue clara:
«No lo contaré. No lo contaré, pero era jodidamente bueno. Era
jodidamente bueno». Dijo a Josh
Horowitz.
Warner Bros. Pictures
Linterna Verde: el gran olvidado
McQuarrie también habló largo y tendido sobre cómo pensaba reinventar a Linterna Verde. Lo primero que hizo fue atacar uno de los grandes problemas del personaje: su poder casi ilimitado. Según el director, la clave era encontrar una vulnerabilidad real.
«La gente ve el anillo como un superpoder sin límites, pero lo interesante es que necesita recargarse. Eso no es un fallo. Es una característica. Puedes tener poder infinito, pero solo durante un tiempo. Y ese tiempo puede agotarse en el peor momento».
Esa limitación lo cambiaba todo. Ya no era un personaje todopoderoso, sino alguien con tensión, riesgos y decisiones complicadas. Y, según McQuarrie, eso resolvía de golpe el «problema Linterna Verde».
El traje era otro asunto. Pero en sus propias palabras: «No te preocupes por el traje, preocúpate por el personaje».
Un universo compartido que nunca fue
Lo más interesante del enfoque de McQuarrie para El Hombre de Acero 2 no era solo el desarrollo individual de estos personajes, sino cómo pensaba hacerlos chocar. Superman y Green Lantern, dos caras de una misma moneda. Poderes enormes. Responsabilidades distintas. Y una idea en común: la lucha entre lo que uno puede hacer y lo que uno debe hacer.
Su plan incluía una narrativa que los enfrentaba y, al mismo tiempo, los unía. Una especie de buddy movie galáctica, pero con dilemas morales, dilemas existenciales… y trajes de licra.
¿Qué pasó entonces?
Nada de esto ocurrió. Warner Bros. cambió de rumbo. Zack Snyder había dejado el DCEU, y el estudio no parecía tener una visión clara para El Hombre de Acero 2. McQuarrie pasó página. Henry Cavill también. Lo que pudo haber sido una etapa brillante para Superman y Linterna Verde se quedó en una carpeta, o tal vez en una conversación de WhatsApp entre director y actor.
El Superman de Henry Cavill: fuerza y tragedia
Más allá de sus películas, Henry Cavill logró darle a Superman una humanidad especial. Su versión no era perfecta, ni lo intentaba. Dudaba. Sufría. Se preguntaba si estaba haciendo lo correcto. Y eso, lejos de debilitarlo, lo hacía más cercano, más profundo.
En El Hombre de Acero (2013), Cavill nos mostró a un Clark Kent dividido entre dos mundos. En Batman v Superman, se convirtió en símbolo y amenaza a la vez. Y en Liga de la Justicia, aunque el caos de producción empañó todo, su presencia seguía siendo poderosa.
Ese Superman, con sus luces y sus sombras, conectaba con un público que no buscaba ídolos inalcanzables, sino héroes que tuvieran alma. Por eso su marcha dejó una sensación de historia incompleta.
Un nuevo comienzo: el Superman de James Gunn
No tenemos El Hombre de Acero 2, pero ahora, el futuro es otro. Henry Cavill ya no lleva la capa. El relevo ha pasado a David Corenswet, el actor que protagonizará la nueva película Superman (2025), escrita y dirigida por James Gunn. El estreno está previsto para el 11 de julio de ese año, y marcará el inicio oficial del nuevo Universo DC.
Superman (2025)
Este Superman promete ser más luminoso, más optimista y, según Gunn, «un héroe que intenta equilibrar su herencia kryptoniana con su educación humana». Un regreso a las raíces, más inspirado en los cómics clásicos que en las versiones oscuras de la última década.
¿Mejor? ¿Peor? Diferente.
La visión de McQuarrie y Cavill nunca llegará a materializarse en El Hombre de Acero 2. Pero su existencia, aunque sólo sea en forma de idea, nos recuerda lo que hace grande a este tipo de historias: el «¿y si?». ¿Y si lo hubieran hecho? ¿Y si ese Superman hubiera tenido su segunda oportunidad?
Quizá el nuevo rumbo de DC acierte. Quizá el Superman de Corenswet nos conquiste. Pero hay algo que está claro: el Superman de Cavill merecía un final a su altura. Uno con épica, emoción y sí, con un Linterna Verde a su lado.
