En una época donde cualquier propiedad intelectual con capa y máscara parece tener su lugar asegurado en cine o televisión, hay una pregunta que cada vez suena más fuerte entre los fans de los cómics: ¿por qué nadie ha adaptado Kingdom Come? Esta obra maestra de DC Comics, firmada por Mark Waid y Alex Ross en 1996, no solo es uno de los cómics más aclamados de la historia moderna, sino que plantea una visión épica, madura y profundamente reflexiva del universo de los superhéroes. Y sin embargo, más de 25 años después, nadie se ha atrevido a llevarla a la pantalla.
Con el multiverso de DC reconfigurándose una vez más y James Gunn trazando un nuevo rumbo, muchos se preguntan si por fin ha llegado el momento de rescatar esta joya olvidada… o si su complejidad la condenará a seguir siendo solo eso: una obra maestra del papel.
Un cómic que lo cambió todo
Publicada originalmente en 1996 como una miniserie de cuatro números, Kingdom Come se convirtió rápidamente en un clásico instantáneo. Escrita por Mark Waid y con ilustraciones hiperrealistas de Alex Ross, la historia nos sitúa en un futuro cercano del Universo DC donde la vieja guardia de superhéroes —Superman, Wonder Woman, Batman— ha sido sustituida por una nueva generación violenta, inestable y caótica.
Cuando uno de esos nuevos «héroes», Magog, mata a un villano en directo y el mundo lo celebra, Superman desaparece del mapa. Años después, el caos ha tomado las calles y la humanidad parece al borde del colapso. Es entonces cuando los héroes originales deben regresar para restaurar el equilibrio… aunque eso signifique enfrentarse a sus propios errores, a sus aliados y a una sociedad que ya no cree en ellos.
Kingdom Come no solo es una historia sobre el bien y el mal. Es una fábula sobre el legado, el envejecimiento, la fe, la redención y el precio de la esperanza. Una historia profundamente humana que redefine a los íconos de DC desde la solemnidad, el arte y la tragedia.
¿Por qué Kingdom Come nunca ha sido adaptado?
La respuesta no es sencilla, pero hay varias claves que explican por qué esta obra maestra sigue siendo territorio inexplorado para cine o televisión. La primera gran dificultad radica en su escala. Kingdom Come abarca a prácticamente todo el universo DC, con una infinidad de personajes y subtramas. Su estructura coral y su densidad emocional la hacen difícil de condensar en una sola película. Además, exige una familiaridad previa con los héroes que muy pocas adaptaciones han logrado construir con éxito.
Por otro lado, la historia no se conforma con entretener: quiere hacer pensar. Es una obra que cuestiona a los superhéroes, que pone en duda su papel en la sociedad y que los enfrenta a las consecuencias de sus actos. Su tono solemne, casi religioso, se aleja de los códigos más comerciales del blockbuster actual, más enfocados en el humor, la acción trepidante y las franquicias compartidas.
Tampoco ayuda que, hasta ahora, el universo cinematográfico de DC haya estado marcado por la inestabilidad. Entre reboots, cambios de tono y proyectos cancelados, nunca se ha llegado a una etapa lo suficientemente madura como para sostener una historia como la de Kingdom Come. Una adaptación de esta magnitud necesita un universo sólido, coherente y emocionalmente rico. Y eso, por ahora, sigue en construcción.
¿Podría James Gunn cambiar esto?
Con el nuevo rumbo de DC Studios en manos de James Gunn, han resurgido las esperanzas. De hecho, el propio Gunn ha publicado imágenes de Kingdom Come en redes sociales, alimentando rumores sobre su posible interés en adaptar la obra. Y si alguien puede darle un enfoque distinto, ese es él: Gunn sabe equilibrar el espectáculo con el drama, la irreverencia con la emoción, y ha demostrado que puede trabajar con elencos grandes sin perder el control narrativo.
Pero incluso si Gunn quisiera hacerlo, la gran pregunta sería: ¿cuándo? El universo DC está en plena reconstrucción. Superman (2025) servirá como punto de partida, y aún estamos lejos de una etapa que permita mirar hacia el futuro distópico y metafísico que propone Kingdom Come. Aún así, una miniserie en HBO Max o un evento especial animado podrían ser alternativas viables.
El legado que aún perdura
Aunque nunca se haya contado la historia completa en pantalla, Kingdom Come ha dejado una marca indeleble en el imaginario audiovisual de DC. La estética del Superman maduro con el escudo negro se ha convertido en un símbolo reconocible, y ha sido homenajeada en productos como Supergirl, Injustice y especialmente en Crisis on Infinite Earths, donde Brandon Routh interpretó una versión envejecida del personaje.
Ese mismo espíritu de distopía, de héroes rotos y mundos al borde del colapso, también se ha dejado ver en películas como Batman v Superman o la versión de Zack Snyder’s Justice League, que coquetean con el tono apocalíptico que Ross y Waid plasmaron con tanta fuerza.
Más que una historia aislada, Kingdom Come es ya un lenguaje visual, un referente inevitable cuando DC quiere hablar de legado, redención o consecuencias. Incluso sin adaptación directa, su sombra es alargada.
¿Es Kingdom Come la mejor historia de DC jamás contada?
Muchos fans lo creen. No por sus escenas de acción ni por sus cameos, sino por la forma en la que encapsula todo lo que DC representa: esperanza, caída, redención y humanidad. Es una obra que cierra un ciclo, que pone a prueba a los dioses modernos y les devuelve su alma.
En un mundo saturado de películas de superhéroes que repiten fórmulas, Kingdom Come sigue esperando su momento. Y quizás eso es parte de su grandeza. Como los héroes que retrata, su tiempo aún no ha llegado… pero cuando lo haga, podría cambiarlo todo.
¿Y tú? ¿Crees que Kingdom Come debería ser adaptada al cine o televisión? ¿O es mejor que siga siendo un tesoro del cómic, intacto e inimitable?
