Victor Von Doom es uno de los villanos más emblemáticos del universo Marvel. Un genio sin igual, un tirano implacable y un hombre marcado por su pasado. A lo largo de las décadas, el personaje ha tenido múltiples reinterpretaciones, pero hay una historia, brutal y casi olvidada, que redefine completamente su origen y que nunca se ha mostrado en el cine.
Un relato que combina ciencia, magia, dolor, venganza… y una crueldad que ni siquiera las versiones animadas o cinematográficas se han atrevido a tocar.
La imagen que el cine nos ha vendido de Doom
Doctor Doom ha aparecido en el cine en cuatro ocasiones, y en todas ellas de forma decepcionante. Su debut fue en 1994, en una película producida por Roger Corman que nunca llegó a estrenarse oficialmente. Aquella cinta, realizada únicamente para conservar los derechos de los personajes, mostraba un Victor Von Doom de opereta, con una armadura rígida, movimientos torpes y una caracterización más cercana a una parodia involuntaria que al personaje temido en los cómics. Sin embargo, incluso en esa versión rudimentaria, se intuía una ambición narrativa más fiel que en las películas posteriores.
En 2005, la superproducción dirigida por Tim Story introdujo al personaje con un enfoque muy distinto: Julian McMahon interpretó a un Victor convertido en empresario arrogante, que obtiene poderes eléctricos tras un accidente en el espacio. Aunque el diseño del traje era reconocible, su personalidad no reflejaba ni la tragedia ni el intelecto que definen al personaje original.
Diez años después, en 2015, llegó la versión más criticada: Toby Kebbell como un hacker posmoderno, absorbido por una dimensión alternativa y transformado en un ser de energía artificial. Su historia se alejaba tanto del cómic que muchos espectadores apenas lo identificaron como Doom.
En ninguna de estas películas se exploró el trasfondo místico, político o emocional del personaje. Se convirtió en un villano funcional, reducido a lanzar rayos y a decir frases sin peso, alejado de todo lo que representa Doctor Doom en el universo Marvel.
Y sin embargo, en los cómics, su historia es una de las más potentes, oscuras y trágicas jamás contadas. Una que, si se adaptara bien, podría convertirlo no solo en el mejor villano del UCM, sino en uno de los más complejos de la historia del cine de superhéroes.
Julian McMahon como Doctor Doom en Los cuatro fantásticos
El niño huérfano, el brujo y el genio: una historia de rabia y venganza
El origen más brutal de Doctor Doom aparece a lo largo de varios cómics clásicos y modernos, pero se define con claridad en historias como Books of Doom de Ed Brubaker (2006), y en retellings modernos como Doom 2099 y Fantastic Four Annual #2.
Según esta versión, Victor nace en una pequeña nación ficticia del este de Europa llamada Latveria, dentro de una comunidad romaní perseguida y despreciada. Su madre, Cynthia Von Doom, es una bruja que realiza un pacto con Mefisto y acaba perdiendo el alma, condenada eternamente. Su padre, Werner, es un médico que muere de hipotermia huyendo con Victor tras un conflicto con los señores feudales de la región.
Victor queda huérfano siendo un niño, y lo único que hereda son los grimorios mágicos de su madre y su genio innato para la ciencia.
Aquí empieza su verdadera transformación.
Un origen lleno de sangre, magia negra y cicatrices
Victor crece alimentado por el odio. Odio a los nobles que arruinaron su vida. Odio al sistema que condenó a su madre. Y odio a la idea de un mundo injusto. Durante su adolescencia, combina sus conocimientos científicos con rituales de magia oscura. Hace experimentos con tecnología y hechizos. Se convierte en leyenda local, temido incluso por sus propios aliados.
Más tarde es admitido en una universidad en Estados Unidos, donde conoce a Reed Richards (futuro Mr. Fantástico). Y allí comete el error que lo cambiará para siempre: realiza un experimento para liberar el alma de su madre del infierno… y fracasa.
El artefacto explota, y aunque la versión oficial dice que apenas sufrió una cicatriz, en su mente, Doom quedó desfigurado para siempre. Consumido por el orgullo y la rabia, se exilia, viaja por el mundo, y termina encontrando a una orden secreta de monjes en el Himalaya. Ellos lo ayudan a forjar una armadura inspirada en su visión del poder absoluto. Cuando vuelve a Latveria, la toma por la fuerza y se corona como monarca. Así nace Doctor Doom.
¿Por qué esta historia no ha llegado al cine?

La historia real de Victor Von Doom, la más salvaje y trágica jamás escrita en Marvel, sigue siendo ignorada por el cine porque plantea temas que son demasiado densos para el formato tradicional de superproducción. No se trata solo de mostrar a un villano con motivaciones complejas. Se trata de explorar el viaje de un niño marcado por la pérdida, la persecución y la desesperación… hasta transformarse en una figura casi mitológica.
Adaptar este origen significaría retratar a un niño romaní que, tras ver morir a sus padres en circunstancias brutales, es criado en un entorno de marginación y miseria. Un joven que no encuentra refugio ni en la ciencia ni en la espiritualidad, y que por ello decide fundir ambas en una práctica personal de alquimia desesperada. Sería necesario mostrar cómo este niño, rechazado por el mundo, comienza a estudiar los grimorios oscuros de su madre, a realizar rituales prohibidos, a experimentar con tecnología y hechicería en partes iguales, sin importar las consecuencias.
También implicaría abordar temas como los pactos con entidades demoníacas, la manipulación de energías arcanas, y la obsesión con rescatar el alma de su madre desde el infierno. No como un gesto heroico, sino como una cruzada personal que lo arrastra cada vez más hacia el abismo. Habría que enseñar cómo fracasa en su intento, cómo se mutila en el proceso y cómo se consume en el delirio de su propia perfección.
Y aún más delicado sería representar lo que hace después: su regreso a Latveria, su venganza contra los que gobernaban su pueblo, su toma de poder mediante la fuerza, y su transformación no solo en gobernante, sino en un símbolo de miedo y control absoluto. El cine nunca ha querido mostrar a Doom como lo que realmente es: una víctima del mundo que eligió convertirse en su verdugo.
En vez de abrazar esta narrativa compleja y brutal, las películas han preferido mostrarlo como un empresario celoso, un científico alternativo o un enemigo genérico. Pero eso es apenas la sombra del verdadero personaje.
Doctor Doom no es un villano que se limita a hacer el mal. Es un hombre que se convence de que el universo necesita su control para no destruirse a sí mismo. Y para construir esa visión de orden total, está dispuesto a sacrificar todo —incluido su propia humanidad.
¿Puede el UCM atreverse esta vez?
Robert Downey Jr es Doctor Doom en Vengadores Doomsday
Con Vengadores: Doomsday en camino, y Secret Wars cada vez más cerca, Marvel Studios tiene una oportunidad única: presentar a Doctor Doom como el antihéroe trágico que siempre fue. Y eso empieza por mostrar su verdadero origen. Una historia que combina Frankenstein, Macbeth, Magneto y Darth Vader. Un personaje que se construye no desde el poder… sino desde el dolor.
El Doctor Doom que merecemos aún no ha llegado
La historia más salvaje de Victor Von Doom sigue esperando su momento. Ni Fox ni Marvel se han atrevido a tocarla. Pero si el UCM quiere recuperar el respeto y el impacto que tuvo en sus mejores años, debe mirar al pasado.
Porque el verdadero origen de Doctor Doom no necesita cambios. Solo necesita que alguien tenga el valor de contarlo bien.




