Mar-Vell puede decir que se ha sentido ciertamente huérfano fuera de las manos de Jim Starlin, pero eso no quiere decir que su serie se detuviese con su marcha las historias del Capitán Marvel. Panini Comics sigue recogiendo en espectaculares tomos la serie clásica del personaje que llevó con orgullo el nombre de la editorial.
Un momento que lo marca todo para el Capitán Marvel
El último suspiro del tomo anterior nos dejaba una escena que entonces pasó del todo desapercibida para los lectores, el enfrentamiento con Nitro expuso al Capitán Marvel al mortífero gas nervioso denominado Compuesto Trece.
Si la intención de Starlin era dejar constancia de aquello sus sucesores iniciaron el siguiente episodio con el personaje postrado en el suelo, todavía convaleciente de aquel trauma, dotando de mayor relevancia al enfrentamiento con el villano y al mismo tiempo poniendo en apuros la relación de Mar-Vell con Rick Jones, que permanecía en la Zona Negativa en esa suerte de relación simbiótica que mantenían desde hace tiempo, con uno de ellos ocupando aquel espacio donde habitaban horrores como Annihilus, su autoproclamado gobernante y señor, con su dosis de protagonismo como villano del primer episodio de Steve Englehart (con periodos magistrales al frente de los Vengadores de ambas costas, del Capitán América o de Estela Plateada) en esta nueva etapa de la colección.
El Juicio del Vigilante
Y en el siguiente número una de esas circunstancias que a veces se daban en la Marvel de aquellas primeras décadas, una reimpresión (que no ha sido incluida por suerte) para cubrir un problema de fechas de entrega, pero con tres nuevas páginas que vuelven a contar con la colaboración breve de Starlin y que nos sirven de prólogo a lo que está por venir, la historia titulada “El Juicio del Vigilante” (que da nombre a este volumen de la recopilación en Limited Edition).
Englehart colocaba a Uatu como un villano que terminaba siendo juzgado por su propia raza por los comportamientos indebidos pervirtiendo el credo de Los Vigilantes de limitarse a observar. Como curiosidad asistimos a los múltiples sucesos en los que Uatu había intervenido hasta entonces, siendo el más grave de todos oponerse al Capitán Marvel y querer asesinarle. Terminado el juicio sin apenas consecuencias asistimos a un nuevo status quo, Rick y Mar-Vell ya no tienen la dependencia de mantenerse separados.
El recorrido que no terminó de cuajar
Capitán Marvel 03. El juicio del Vigilante. (Marvel Limited Edition)
Desde ese momento se inicia una larga aventura que afectará a ambos y que les va a llevar a recorrer el Espacio juntos. Por el camino se enfrentarán a personajes como el Extraño (uno de los primigenios de Marvel), Drax, el Destructor (que mantendrá una larga pelea con el guerrero kree) y los Nultrones (unos constructos del imperio kree que habían sido anulados por la Inteligencia Suprema).
Englehart no llegó a rematar del todo su etapa en la que planteó un conflicto entre diferentes galaxias, el número que cerraba la trama contó con los guiones de Chris Claremont y enfrentó al Capitán Marvel con la representación física del gobernante de los kree, Supremor. El final marcará uno de los hitos por los que nuestro protagonista no tiene buen nombre entre los de su propia raza interestelar.
Tras todo esto llegarían un par de números llevados a cabo por Gerry Conway, en los que volverá a un conflicto de lo más clásico en la colección, vérselas con el Centinela Siniestro de los kree. Tampoco cerraría su trama, la cual quedaría en manos de Scott Edelman, un autor que no se prodigaría mucho en el mundo del comic pero que en La Casa de las Ideas dejó algunos números de la serie del Capitán América también, entre otros pequeños encargos. Su aportación con el guerrero kree todavía se alargaría algunos números más que podremos ver en la siguiente entrega.
Mucho baile al guion pero prácticamente un solo lápiz
Como habéis visto a lo largo del texto, hemos ido citando a los autores que se hicieron cargo de la máquina de escribir pero no hemos citado al artista encargado de plasmar todas estas historias. Tras una breve incursión de Alfredo Alcalá y unos retazos de Starlin, Al Milgrom se ocupó de la totalidad de los episodios contenidos en este tomo. Se puede decir que hace un trabajo más que aceptable, salvo algunas representaciones que nos hacen sangrar los ojos, pocas veces Uatu tuvo una apariencia más desacertada.
Al principio sufre un baile de entintadores que no termina de dar con el tono, incluido el propio Milgrom, pero la llegada de Terry Austin consiguió sacar una mejor versión en los ocho números que cierran este volumen.
En general nos encontramos con una etapa que muestra un declive importante respecto a lo que veníamos viendo con Jim Starlin, tres años, de noviembre de 1974 a noviembre de 1977, que no consiguieron que Mar-Vell despegase, manteniendo la periodicidad bimestral de las series cuyas ventas no eran muy boyantes.
El impulso de llevar el nombre de la editorial hacía que no se derrumbase antes pero caminaba inexorablemente a la cancelación, que se produciría en Captain Marvel # 62, apenas diez capítulos más desde lo que vais a poder leer aquí. Le quedaría su aparición en los cuatro primeros volúmenes de Marvel Spotlight y la posterior obra maestra que quedaría para el recuerdo de todos en la segunda novela gráfica Marvel, La muerte del Capitán Marvel. Pero eso queda para el último tomo de la recopilación.
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