El mundo en EDEN ha pasado por una pandemia, pero ha sobrevivido. Ahora es un mundo de corporaciones y países terroristas. Y aún en la civilización, la guerra sigue presente
La ficción militar de Hiroki Endo aumenta su nivel, el enfrentamiento con el ejército de Propater dará paso a un nuevo capítulo de nuestro protagonista en una organización, que como todas, parece interesado en lo que sabe y quién es más que en hacer algo bueno. Eden sube el nivel poco a poco, construyendo con calma un mundo muy diferente al que conocemos, oscuro y bastante desolador, pero que reflejaba el espíritu de la época en la que el manga fue escrito. Pero dentro de todo lo funesto Endo siempre encuentra un hueco para que la humanidad resista, crezca, y sea la respuesta que puede cambiar el mundo en un mundo sin fin.
La ficción militar en el manga de los 90 suele ejemplificarse en Masamune Shirow. Sus mundos futuros ultra tecnificados y llenos de cyborgs y tecnologías de vanguardia eran muy atractivos. Eran bonitos, estéticos, y aunque tuvieran un halo pesimista incluso en obras más cómicas como Dominion Tank Police, al final el diseño era siempre suave. Hiroki Endo es crudo, su tecnología es menos diseño y más contundencia. Y Eden es la obra que más demuestra este estilo.
Esto no resta que su tecnología sea compleja y hermosa, pero no es algo orgánico, la mezcla humana y mecánica es menos idílica, mucho más cerca de Tetsuo el Hombre de hierro que del cyberpunk de Gibson. SU intención es crear un mundo futuro que es tan cercano para el lector como extraño por esa escalada enorme en la tecnología. Endo fuerza a ver la tecnología como un instrumento que se puede usar bien o mal más que a un elemento que puede sumarse al hombre para elevarlo o deshumanizarlo.
Varias líneas temporales
Eden es una historia que siempre juega con varias líneas temporales, la presente, y una del pasado que completa a los personajes, y que también va cosiendo la historia principal de Elijah. Poco a poco sabemos el porqué de su importancia, como su familia ha forjado una importante parte de este mundo dividido en facciones políticas, económicas y militares. Pero antes de entrar en los temas, el japonés finaliza la batalla desesperada que comenzaba en el anterior tomo. Mucha munición y tácticas de guerrilla para poder vencer a un ejército superior, una defensa a la desesperada.
En pos de no destripar todo el tomo no puedo revelar mucho, pero a partir de este punto comenzaremos a ver el orden mundial y cómo funciona tras una plaga y un cambio en todos los estamentos y gobiernos mundiales. Siguiendo las teorías que se empezaban a plantear en esos años Endo establece un mundo donde el islamismo y los países en vías de desarrollo se convierten en protagonistas políticos y víctimas de un imperialismo convertido en una empresa.
Porque es un cómic de ciencia ficción distópico cercano al cyberpunk. Comparte su visión oscura del futuro, pero no lo que marcaba a dicho movimiento: el estilo. Y aquí se encuentra la mayor diferencia entre Shirow y Endo, practicidad y militarismo frente a belleza, a “molonidad”. Quizá eso haya hecho que las obras del primero sean más populares fuera del mundo del manga que las del autor de Edén.
Conclusión
La serie avanza mucho en cada tomo y en este caso aparte de la batalla toca aprender qué ha pasado con el mundo. Y de paso ver como una pequeña fuerza en el momento idóneo puede producir un cambio significativo en una sociedad en la que un gobierno es tanto una empresa como un ideal.
[penci_review id=»315811″]
