En sus muchas décadas de trabajo pasó por el cine y la televisión convirtiéndose en uno de los rostros más queridos de la pantalla patria
Quizá sea extraño esta información en Cinemascomics, y tengo más o menos seguro que es probable que el CEO me dé un pequeño toque, pero creo que esta noticia debe darse. El fallecimiento de una mujer que ha tenido décadas de profesión en cine y televisión tiene que tener aquí su pequeño hueco. Ayer murió Carmen Sevilla a los 92 años de edad, con alzhéimer desde 2009. En los años cincuenta vive su mejor momento como estrella de nuestro cine (“La novia de España” la llamaban) y años más tarde se convierte en uno de los rostros imprescindibles de la pequeña pantalla, inolvidable por su amabilidad y ternura.
Una vida larga y próspera
Viajamos al pasado hasta 1930 (o en 1931 según ella) cuando nace en Sevilla y con tan solo doce años empieza su carrera gracias a Estrellita Castro. Desde ese momento nunca deja de crecer, primero en el flamenco y en 1947 con su primer papel cinematográfico. Es en Serenata Española, dos años más tarde comparte pantalla con Jorge Negrete en Jalisco canta en Sevilla, de forma oficial es actriz y en la década siguiente se convierte en un rostro conocido en todo el país. De forma inevitable da el salto internacional al ser parte de títulos como Babes in Bagdad, Violetas Imperiales o Pluma al viento. Pero las dos películas imprescindibles son Rey de reyes que en 1961 estrena Nicholas Ray, ella interpreta a María Magdalena, y Marco Antonio y Cleopatra de 1972, que dirige y protagoniza Charlton Heston.
Un total de más de sesenta trabajos listados en IMDB, un listado en el que falta el Telecupón con sus ovejitas, su simpatía y sus despistes que hicieron de ella una presentadora única. Tampoco aparecen los anuncios que hizo para Coca Cola o su paso por Sorpresa, Sorpresa con reencuentro con Charlton Heston incluido, el programa Tómbola, las campanadas de fin de año con el no menos mítico Ramón García y por supuesto su tiempo en Cine de Barrio.
Una mujer inolvidable que es, por derecho propio, historia de nuestro cine, de nuestra televisión, de nuestra cultura.





