Casi al mismo tiempo nos llega el estreno de la serie de Disney + Secret Invasion y la secuela en formato cómic de la obra que fuera el evento principal de Marvel en 2008. Panini Comics se une a la caza de la raza de cambiantes más peligrosa del Universo Marvel.
Nick Furia Jr. y Maria Hill
Ya es una práctica habitual en la Marvel de hoy en día el ir de la mano de las producciones que se hacen para el cine y la televisión. Ahora es el turno de Invasión Secreta, cuyo estreno se ha producido el pasado 21 de junio en la plataforma de streaming Disney +. Paralelamente a la fase final de producción hemos recibido cinco entregas de una serie limitada que recibe el título de Secret Invasion Vol. 2, publicadas en los Estados Unidos entre enero y mayo de este mismo año. Por una parte vamos calentando el terreno para lo que está por venir dentro del Universo Cinemático de Marvel y por otra aprovechamos el tirón del hype que ofrece un nuevo estreno protagonizado por Samuel L. Jackson, Emilia Clark, Ben Mendelsohn, Dermot Mulroney o Cobie Smulders… entre otros.
Y ya que tenemos a Jackson y Smulders en la serie qué mejor que dejar el protagonismo del cómic en manos de los que son sus alter egos actuales dentro de La Casa de las Ideas, Nick Furia Jr. y Maria Hill, aunque no serán los únicos de los que podamos disfrutar. Ambos se van a ver envueltos en una trama en la que los skrulls van a ser parte interesada, continúan con deseos de hacerse con el dominio del planeta, a pesar de las órdenes en contra que han recibido del actual emperador de la Alianza Kree-Skrull, Dorrek VIII, más conocido como Teddy Altman, el Hulkling de los Jóvenes Vengadores. Pero siempre hay algún disidente dentro de cualquier régimen político y aquí lo vamos a tener en la skrull sin nombre que va a poner contra las cuerdas a los servicios de inteligencia.
Los Héroes más Poderosos de la Tierra

Los skrulls han optado por la infiltración como una de sus formas de obtener conocimiento, integrarse dentro de organizaciones importantes e incluso ir minando el trabajo o influenciando decisiones importantes mediante votos sustraídos directamente bajo la suplantación de identidades. Es un modus operandi que ya pudimos ver en la primera saga que recibió el título de Invasión Secreta aunque ahora lo vamos a ver a una escala menor. Entonces los superhéroes que habían sido abducidos por los seres verdes de orejas puntiagudas se contaban por decenas, incluso llegaron a poner a uno de los suyos en el lugar del Presidente de los Estados Unidos. Ahora todo viene en una escala más reducida, de andar por casa, orquestado en poco tiempo, no en tantos años como sucedió en la saga original.
Lo que no exime a Los Vengadores de verse implicados en medio de toda la trama, con uno de ellos siendo víctima del secuestro e intercambio por un skrull. Aunque tendremos que conformarnos con la versión del grupo de la etapa de Jason Aaron (por fin finalizada), todavía arrastrando a algunos de sus miembros, siendo Jed MacKay quien desde ahora llevará el peso de la colección principal de Los Vengadores. Además de la sorprendente revelación del sujeto suplantado contaremos con el protagonismo de Iron Man, parte vital de la aventura en cuanto a sus procedimientos no siempre de conocimiento público.
Ocultos pero sorprendentes
Todo ello nos hace reconocer que nos encontramos ante un thriller de espías, que si bien no va a pasar a la historia como la mejor de las secuelas si consigue entretener y mantener la atención sin mayores pretensiones. Ryan North (actual guionista de Los Cuatro Fantásticos) plantea la clásica historia donde los héroes no tienen por qué ceñirse a las normas por causa de fuerza mayor, donde el fin justifica los medios y con una Maria Hill que recupera reconocimiento por parte del fandom, lejos ya de aquella Directora de S.H.I.E.L.D. encorsetada y desagradable.
El dibujo corre a cargo del italiano Francesco Mobili (que lleva colaborando con Marvel los últimos cinco años en series muy dispares, normalmente cubriendo huecos tanto en Spiderman como con la franquicia mutante o Daredevil) con un trazo espectacular y sombrío complementado a la perfección con los colores de esa maestra que es Jordie Bellaire. Una historia completa que consigue tener un final, pero con un epílogo que al mismo tiempo supone un nuevo principio, la de una amenaza aun mayor que la que acabamos de ver combatir.
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