De febrero a julio de 2022 se publicó el final de Faithless, esta sorprendente colección que nos ha hecho ver la corrupción que nos rodea por conseguir nuestros propósitos e incluso nuestros deseos más escondidos. Panini Comics cierra un ciclo que difícilmente podrá repetirse y del que Dante Aligheri estaría incluso orgulloso.
El paseo por los nueve círculos
Ya hemos hablado, en las reseñas anteriores de esta obra, acerca de su ligazón extraordinaria con el Infierno de Dante Alighieri, de sus semejanzas, de la inspiración que le ha supuesto a Brian Azzarello para llegar a crear la historia de Faith y todos los pecados que ha llegado a cometer y a presenciar. Resulta arrebatador presenciar como las descripciones de Dante tienen fiel reflejo en el camino que nos hacen recorrer a lo largo de las páginas de los seis últimos números que forman esta tercera parte de la trilogía, junto a la ilustradora María Llovet, sin la cual no seríamos capaces de resolver tantas incógnitas, la relación enfermiza con el mismísimo Diablo, encarnado por ese artista de la manipulación que resulta ocultarse tras el aspecto imperturbable de Louis Thorn.
Si vamos siguiendo el recorrido marcado para cerrar esta trama podríamos analizar que poco a poco vamos descendiendo por cada uno de los círculos que componen aquel infierno, imaginado en la Baja Edad Media por un florentino que ya buscaba la transición de lo medieval a lo renacentista con su pensamiento. El Limbo, la Lujuria, la Gula, la Codicia, la Ira, la Herejía, la Violencia, el Fraude y la Traición tienen su reflejo en diferentes pasajes de la experiencia vital definitiva de Faith, una mujer que no ha tenido reparos en buscar su felicidad a costa de la condenación, de crecer tanto intelectual como físicamente a base de abrazar el pecado, primando incluso su propio beneficio personal, antes de darse cuenta de la elevada apuesta que supone tener como adversario a un maestro del engaño.
Los caminos del señor son inescrutables
La experiencia de Faith a lo largo de su historia no ha estado exenta de altibajos, pero desde que Louis y Poppy entraron a formar parte de ella no sabía cuan profundamente estaba a punto de afectarle esa situación. Su desaparición de un año posterior a su gran éxito como artista no ha sido ningún truco para revalorizar su carrera, ha sido una travesía de la que no recordaba nada en un principio paro cuando las brumas de su mente van desapareciendo se encuentra con una macabra consecuencia a sus devaneos lujuriosos, que en el filo de una navaja amenazan con sobrepasar todas las líneas rojas que nunca había marcado antes. Ver como aquellos a los que has tomado aprecio sufren por las decisiones que has tomado, tanto de apartarte de unos como de acercarte a otros.
El señor de las profundidades ha venido a cobrarse su factura y desvelar los hechos es un golpe de realidad profundo, que lleva a replantearse la díscola existencia de una joven que pensaba solamente en las virtudes de sus elecciones moralmente reprochables. Las consecuencias van a arrastrar a la perdición a más de un personaje y a la necesidad de intervención de una entidad superior que de forma perfectamente orquestada ni aparece ni se le intuye, pero está ahí una vez que reconocemos el pecado, no para salvarnos pero sí para reconducir nuestra existencia frugal a una que sirva de mayor provecho a la sociedad, sin tanta cultura del yo sobre todo lo demás.
Engañando al mentiroso
Azzarello ha tejido una red compleja de relaciones entre el bien y el mal en Faithless, tanto que se entremezclan de forma habitual, sin poder distinguir con facilidad quien está actuando de mejor o peor forma en determinados momentos, ni siquiera el Diablo es tan malo como pueda parecer, también tiene sus debilidades, sus obsesiones, sus necesidades que cubrir. No hay sencillez en la trama, no hay una sola lectura de la misma, hay muchas capas, unas más evidentes que otras, pero Brian ha buscado en su conciencia la manera de llegar a muchas personas con una obra que admite diversas interpretaciones, incluida la tuya, humilde lector.
María Llovet culmina su participación en Faithless por todo lo alto, sin dejar de mostrarnos a cada paso que la protagonista puede expresar con solo una mirada mucho más que con un simple gesto. Sus composiciones mantienen el riesgo, la experimentación de la metáfora, de la analogía menos palpable. Su Infierno es caótico, crítico, inestable, desconcertante y descorazonador. Es grotesco, con sirvientes inquietantes, repleto de simbología fálica y de perversión. Quizás sus viñetas no cobren formas retorcidas pero no es necesario, sin ella Faithless no hubiese sido lo mismo, nuestra fe no hubiese encontrado el mismo camino, no hubiese desembocado en la necesaria reflexión que provoca ver la satisfacción de la relajada postura del que se cree vencedor… cuando ha sido vencido.