El mes que viene se inicia el evento denominado Imperio pero todavía tenemos una serie de números que leer primero y que sirven de números cero a la saga que unirá a Los Vengadores y Los Cuatro Fantásticos. Panini Comics nos ofrece el primero de ellos en un especial que nos hace recordar cómo hemos llegado hasta este momento.
Javier Rodríguez y Álvaro Ortiz se están convirtiendo por mérito propio en los narradores gráficos que mejor plasman los flashbacks de los acontecimientos de la Edad de Oro y Plata del cómic americano en lo que a Marvel se refiere (y lo que no también). Su toque maestro recuerda poderosamente a las formas que “El Rey”, Jack Kirby, utilizaba cuando se ponía al cargo de los lápices de las colecciones que abrieron las puertas a la imaginación de millones de lectores a nivel mundial. Ese toque retro y a la vez moderno es perfecto cuando se trata de recordar el pasado, como ya pudimos disfrutar en la publicación de la Historia del Universo Marvel, que terminó hace unos meses. Pero aunque el amor por lo patrio nos pueda en muchas ocasiones, estamos ante un comic que con pocas pretensiones ofrece un producto muy redondo.
El Camino hacia Imperio nos ofrece un genial punto de partida que deriva directamente de una miniserie que dejó sorprendidos a propios y extraños por su tremenda calidad, Meet the Skrulls (Los Skrull: Unidad Familiar). Igual es ese producto cuya portada no convence al público, ni siquiera resulta atractiva la idea de una familia de skrulls en la Tierra haciendo lo que mejor saben hacer, espiar bajo otras apariencias, pero esta miniserie es de las mejores historias que hemos visto publicadas este año, con un dibujo de Niko Henrichon (Los Leones de Bagdad) que nos introduce de forma realista en un hogar norteamericano habitado por hombrecillos verdes de orejas puntiagudas, con Robbie Thompson al guión, el mismo que ahora nos trae este preludio a la saga que marcará el otoño de Panini Comics.
Thompson era el idóneo para seguir narrando la historia de la familia Warner, Gloria, Madison,Ivy y Alice. Aprovecha la figura materna de Gloria para ir poniendo en antecedentes a sus hijas sobre como fue el primer encuentro entre Skrulls y Kree, el papel que jugaron los Cotati en todo ello, incluso llegamos hasta el presente al visualizar a Hulkling en su nuevo papel como Emperador del Imperio. Una mezcla soberbia entre los flashbacks ya mencionados y el dibujo hiperrealista del italiano Mattia de Iulis. Los detalles de cualquier fluido y la recreación de la ropa que visten los personajes destaca en un rango excelente, sin desmerecer al resto de su labor.
El dolor que se respira en el ambiente durante las 32 páginas de este comic es visceral, nace de lo más profundo de cada uno, de la pérdida, de las ambiciones y sueños que fracasan, de la pérdida de esperanza en un futuro mejor, más agradable al menos. Y mientras nuestras protagonistas se agarran a lo poco que les queda, en tanto que ven muy alejado un tiempo de paz, surgen las narraciones de aquello que sucedió y que a modo de recordatorio viene muy bien al lector, porque Imperio es una saga que bebe de tiempos pretéritos dentro de Marvel y son muchos años de publicaciones a sus espaldas para un reparto de la aventura que es muy coral.
Estamos a punto de adentrarnos en los prólogos que conducirán a Los Vengadores y a Los 4 Fantásticos al inicio de la acción pero siempre viene bien que alguien nos ponga en antecedentes para saber a qué nos enfrentamos. No todos los lectores tienen por qué ser veteranos curtidos en mil lecturas y la curiosidad por recuperar esas historias ya queda en la decisión de cada uno. Lo importante es llegar preparados porque una vez que se inicie la narración de Imperio no habrá momentos para la relajación.