Llega un nuevo evento al Universo de La Casa de las Ideas que tiene como punto de partida la actual colección de Daredevil. Panini Comics nos acercará en cuatro entregas en El reinado del diablo a las consecuencias del enfado que ha provocado en el antiguo Kingpin no poder acceder al archivo que guardaba la identidad secreta del Diablo Guardián.
Desatando a los perros
Wilson Fisk no es un hombre que se tome muy bien no salirse con la suya. Al comenzar su luna de miel con María Tifoidea en su casa de retiro al norte del estado de Nueva York encontró un dossier que indicaba en su portada “Identidad Secreta de Daredevil”. Al abrirlo para conocer su contenido se encuentra con la imposibilidad de leerlo, páginas en blanco o llenas de palabras sin sentido, obra y gracia de lo que en su día hicieron los hijos de Zebediah Killgrave para devolver a Matt Murdock su anonimato superheróico. El cabreo que ha cogido el Alcalde de Nueva York ha sido monumental.
Tan grande que poco menos ha desatado un conflicto contra todos los héroes que ejercen su profesión en la ciudad, prohibiendo el uso de sus poderes. Para ello se va a servir no solo de las fuerzas de orden público bajo su mando sino que va a contratar a secuaces con superpoderes para que sean sus perros de presa en la persecución, los Thunderbolts. Villanos y otros que no encajan tanto en esa categoría que actúan como héroes si la paga es buena y la inmunidad les acoge. Una alineación con el Rhino, Grito, la versión femenina de Electro y el U.S. Agente, pero que también incluye al Golpeador o al Doctor Octopus.
No empieces una guerra
Como sucediese con el bando del Capi en la Civil War, en El reinado del diablo, los perseguidos pasan a la clandestinidad de forma automática. Son acosados por una suerte de policía fuertemente armada que no duda en esgrimir la nueva Ley de Poderes de Fisk para tratar de poner bajo custodia a aquellos que no obedecen, incluidos los pesos pesados del Universo Marvel. Y si peligroso es el que actúa por despecho más puede serlo el que lo hace respondiendo a una afrenta moral, al que prioriza la vida de los demás a su propia integridad física, al que se sacrifica día a día para hacer del mundo un lugar mejor, al que descansa por las noches porque ha cumplido con su labor, lo ha dado todo a cambio de muy poco y ahora se ve perseguido por ello.
En todas las guerras hay muertos, daños colaterales, afectados que no han tomado parte en las decisiones que llevaron a ella pero pagan las consecuencias. Todo tiene un precio que pagar, uno a veces muy alto. Ante las limitaciones para beneficiar a la sociedad es ella misma la que se une para derrocar a sus dictadores, a aquellos que enmascaran las decisiones por el bien común mientras solo piensan en su propio beneficio, incluso en su rédito político, en continuar sus carreras dando pasos mayores, como por ejemplo pasar de Alcalde a Presidente de la Nación en una campaña que busca el desprestigio del oponente para distraer la atención, hablar mal de los demás para que no lo hagan de mí.
La mirada que devuelve el espejo
Chip Zdarsky es el encargado de trasladar lo que lleva orquestando en la colección de Daredevil a El reinado del Diablo. Aunque el protagonismo pasa a ser coral no cabe duda que todo pivota en torno al villano principal más los dos Diablos Guardianes que actualmente tiene la Cocina del Infierno. Matt y Elektra llevan un tiempo manteniendo una relación tensa con Fisk, sin llegar a las manos propiamente dichas, el Alcalde moviendo los hilos en la sombra con los Stromwyn supervisando su labor, Matt en un viaje que le ha llevado a aceptar su responsabilidad por un homicidio involuntario pasando por la cárcel durante una buena temporada y la señorita Natchios ocupando el lugar como la nueva Daredevil.
Tanto en la serie del Cuernecitos como en El Reinado del Diablo hemos contado con los extraordinarios lápices del italiano Marco Checchetto, uno de los “hot artist” con los que actualmente cuenta La Casa de las Ideas. Sin salirse del tono oscuro habitual de Daredevil, aquí nos vemos menos limitados por la noche o los espacios cerrados por lo que luce diferente pero igualmente espectacular, muy bien acompañado por uno de los coloristas que viene embelleciendo su arte últimamente, Marcio Menyz.
El Reinado del Diablo amenaza con extenderse más allá de la ciudad de Nueva York pero igual a Iron Man, Los 4 F, Luke Cage, Spiderman y compañía no les parece tan buena idea. La fiesta está servida, los invitados son de lujo, todo está a punto para que lleguen los fuegos artificiales, las explosiones están aseguradas. Solo falta por ver cuántos ases le quedan en la manda a Wilson Fisk para derrotar a Daredevil y los que se alinean por la libertad y la justicia.