Continúan las aventuras de la antigua Mariposa Mental bajo el manto de Capitana Britania. Panini Comics no suelta la espada y de la mano de Tini Howard combaten contra los que no creen en Elizabeth Braddock.
Un camino de espinas
Ya han pasado casi cinco años desde que Marvel lanzó al mercado House of X #1, la que en España hemos conocido como Dinastía de X. Desde que se lanzaron las primeras colecciones que llegaron a continuación hemos tenido la presencia de Excalibur, con un protagonismo muy centrado en Betsy Braddock.
Después llegó Caballeros de X y a su conclusión nos ha llegado esta Capitana Britania que sigue en la lucha acompañada de Askani, Rachel Summers, su actual interés amoroso, y con la sombra del resto de la familia Braddock, tanto Brian como el chalado de Jamie. Y no podemos olvidarnos del Cuerpo de Capitanes Britania, al que tan gentilmente lidera y protege.
No ha sido un recorrido fácil, actualmente ni siquiera cuenta con colaboradoras habituales de su condición de defensora. Ópalo Luna Saturnina y Roma no parecen estar por la labor. Su país de nacimiento tampoco está a su favor y sus mayores enemigos están dentro del Aquelarre Akkaba, que han mediado en el gobierno británico para ponerse en contra de todos los mutantes.
Pero si todo esto no es suficiente todavía nos queda por dar de nuevo la bienvenida a una de las rivales más enconadas que puede presentar el Reino de la Gran Bretaña, ni más ni menos que la hermana del icónico Arturo Pendragón, la sin par Morgana Le Fay. No es que necesite de mucha invitación por parte de Akkaba para enfrentarse a los héroes de nuestra historia.
Amor saltando entre dimensiones
Betsy y Rachel van a estar ciertamente ocupadas en estos cinco episodios, con saltos entre diferentes Tierras del Universo Marvel para colaborar con las Capitanas Britania que allí viven, con mención especial a ese mundo en el que Lizzie Braddock es Agente de S.T.R.I.K.E. y comparte espacio con la Capitana Carter. Pero de algún modo hay que poner peros, dejar constancia de una huida hacia adelante que no termina de cuajar, de historias que pretenden ser grandiosas e implican incluso a otros personajes de la editorial que son meros adláteres de planes poco elaborados y de conclusión demasiado prematura. Por no hablar de los villanos, esos casi merecen un capítulo aparte.
Últimamente tengo la sensación de una bajada de nivel en algunos villanos de renombre lo que hace que se les esté sobreexplotando y al mismo tiempo empobreciendo. La imagen de Victor von Muerte embutido en su armadura cada vez da menos respeto y no solo por verle fuera de su ambiente habitual, como es este caso, sino que incluso en la cabecera actual de Los Cuatro Fantásticos acaba siendo derrotado de forma burda, casual…
¿Se ha tomado un descanso Muerte y ha dejado todo en manos de sus inútiles Muertebots?. Porque de lo contrario la explicación más plausible es que se ha cansado de ser una de las némesis más importantes de Marvel. Flaco favor hacen a su futura presentación en el UCM.
Las escenas cotidianas que tanto aportan
Por otra parte siempre he sido firme defensor de las aventuras que se complementan con esos momentos en los que los héroes descansan en sus hogares o disfrutan de salidas de ocio, no todo es pegarse de bofetadas viñeta tras viñeta. Ver a Betsy y Rachel en la casa familiar de los Braddock interactuando con su sobrina o manteniendo conversaciones cuando se van a dormir a la habitación que comparten también nos dice mucho de los principios y valores de ambas, de su relación y su contacto con el resto del mundo.
Muchas veces ese instante dice mucho más sobre un personaje que miles de páginas volando hacia la siguiente amenaza a la que combatir. Tini Howard sabe muy bien cómo afrontar esas viñetas.
Vasco Georgiev es el encargado de la parte gráfica de este tomo y aunque cumple sobradamente nos deja esa sensación de estar viendo a un artista clónico de muchos otros que han irrumpido en escena en los últimos años. Un estilo muy de academia que apenas le diferencia. Su debut en Marvel, tras algunas colaboraciones en DC Comics, se produce precisamente aquí.
Su carrera aun es corta y es de suponer que irá evolucionando un poco hasta alcanzar señas de identidad propias. Tomo de lectura ágil y poco más, no aporta nada a la Era Krakoa aunque sí a la evolución natural que está sufriendo el personaje de la Capitana Britania en los últimos años. Aunque la evidencia parezca mostrar lo contrario la sensación es que Brian Braddock no tardará mucho tiempo en recuperar su puesto, aunque se sienta cómodo como Capitán Ávalon.